Israel mata a 24 civiles en el sur del Líbano e incumple su retirada

En un nuevo episodio de agresión israelí contra el Líbano, el ejército sionista desató el domingo un ataque sobre varias localidades en el sur del país, dejando al menos 24 muertos y 135 heridos. Entre los fallecidos, se encuentran un militar del Ejército libanés y seis mujeres, según informó el Ministerio de Salud.

Los civiles eran desplazados que, en su intento de regresar a sus hogares o evaluar los daños en sus viviendas, fueron sorprendidos mientras se congregaban a la entrada de sus aldeas desde primeras horas de la mañana.

El ejército israelí justificó la acción alegando que sus tropas abrieron fuego "como advertencia" para neutralizar lo que consideraban amenazas en distintas zonas, donde se identificaron personas sospechosas acercándose a sus posiciones. Además, informaron haber capturado a varios "sospechosos", a quienes calificaron de "amenaza inminente".

Este ataque se produce cuando el plazo de 60 días acordado en el pacto de tregua para la retirada israelí del territorio libanés estaba por vencer. La promesa de completar el repliegue, que debía culminar el 26 de enero tras más de tres meses de ocupación en el sur de Líbano, sigue sin cumplirse. Asimismo, el pacto estipulaba la salida de Hezbollah de la franja fronteriza, que debía ser sustituida por un mayor despliegue del Ejército libanés.

El viernes pasado, las autoridades israelíes anunciaron que no cumplirían con la retirada a tiempo, responsabilizando a Hezbollah de no cumplir con su parte.

El plazo de retirada se prorroga hasta el 18 de febrero

Sin embargo, el ejército libanés aceptó el lunes extender el plazo de retirada de las tropas israelíes hasta el 18 de febrero, tras una mediación estadounidense.

"El gobierno libanés reafirma su compromiso (...) de seguir aplicando el acuerdo de alto el fuego hasta el 18 de febrero de 2025", declaró el primer ministro libanés, Nayib Mikati, tras conversar con el presidente Joseph Aoun y el líder parlamentario Nahib Berri "sobre los resultados de los contactos con la parte estadounidense encargada de supervisar el acuerdo".

Por su parte, el presidente Aoun instó a los ciudadanos a mantener la calma y confiar en el Ejército, asegurando que se trabaja para “garantizar el regreso en total seguridad a sus hogares y pueblos”. El ejército libanés, no obstante, aconsejó evitar las zonas ocupadas, aunque reafirmó su compromiso de proteger a la población frente a los ataques israelíes.

La ONU advierte que "no están dadas las condiciones" para el regreso

La ONU pidió a los desplazados actuar con prudencia, advirtiendo que “todavía no están dadas las condiciones para el regreso seguro de los ciudadanos a sus pueblos a lo largo de la Línea Azul”. En un comunicado conjunto, Jeanine Hennis-Plasschaert, representante de la ONU en Líbano, y el general Aroldo Lázaro, comandante de la FINUL, insistieron en que “se insta una vez más a las comunidades desplazadas (…) a que actúen con cautela”.

Pese a las advertencias, grupos de desplazados, en su mayoría mujeres, se dirigieron a localidades como Mais Al-Yabal.

“Vamos a volver a nuestros pueblos y el enemigo israelí se irá, aunque haya mártires”, expresó Ali Harb, un joven de 27 años que intentaba regresar a Kfarkila, devastada por los recientes ataques.

¿Qué pasa en Líbano?

El 7 de octubre de 2023, un ataque del grupo palestino Hamás a los asentamientos israelíes desataron una escalada de violencia que rápidamente se extendió más allá de Gaza. En respuesta, Hezbollah abrió un frente contra Israel, en solidaridad con Hamás, desencadenando una serie de enfrentamientos transfronterizos.

En septiembre, la situación derivó en una agresión de gran escala. Israel intensificó su ofensiva con bombardeos sobre Beirut y otros puntos estratégicos, incluyendo un ataque que acabó con la vida del líder de Hezbollah, Hasán Nasralá. El saldo fue devastador: más de 4.000 muertos, 16.500 heridos y 900.000 desplazados, según autoridades libanesas.

Tras más de un año de hostilidades, la mediación de Francia y Estados Unidos logró pactar un alto el fuego. El acuerdo contempla la retirada progresiva de las tropas israelíes hacia el sur de la Línea Azul, el despliegue del ejército libanés en la frontera y el repliegue de Hezbollah al norte del río Litani, todo en un plazo de 60 días.

Sin embargo, la tregua es frágil. Las constantes violaciones israelíes han generado preocupación sobre la viabilidad del pacto, Israel ha violado continuamente la tregua y la cifra de muertos sigue ascendiendo.