Bernardo de Gálvez: ejemplo del rol fundacional de los hispanos en EE.UU
Con el inicio del Mes de la Herencia Hispana en EE. UU., es crucial recordar a figuras como Gálvez, héroe de la Guerra de Independencia, quien integró a los hispanos en la formación de Estados Unidos.

Cuadro de Bernardo de Gálvez colgado en el Congreso de Estados Unidos. Foto cortesía de Teresa Valcarce.
Ahora que empieza el mes que conmemora el legado hispano (Hispanic Heritage) en Estados Unidos, es oportuno recordar cómo fueron enterradas en el olvido figuras como Gálvez, todo un héroe de la Guerra de la Independencia Americana.
Fue el artífice de que la comunidad hispana formara parte de los Estados Unidos antes, durante y después de su creación. Y es que la génesis de este país surge con el establecimiento de inmigrantes hispanos a lo largo del enorme territorio que entonces abarcaba la Luisiana.
Solo ocho personas de todo el mundo, desde la existencia de los Estados Unidos como nación independiente en 1776, tienen el título de Ciudadano Honorario de este país. El primer ministro británico Winston Churchill o la premio Nobel de la Paz Teresa de Calcuta son algunas de ellas. Pero también el español Bernardo de Gálvez, que junto al francés Lafayette, fueron las dos figuras extranjeras más determinantes para que Estados Unidos lograra su independencia de Inglaterra.
Por esa misma razón, ambos fueron los únicos foráneos invitados a la investidura de George Washington como presidente de los Estados Unidos, el 30 de abril de 1789. Una ceremonia en la que Gálvez, fallecido poco antes por enfermedad, fue sustituido por el entonces embajador de España en Estados Unidos, mientras el único navío extranjero del puerto de Nueva York, bautizado como Galveztown, esperaba atracado.
Alcance
Si bien Bernardo de Gálvez no es una figura conocida más allá de los círculos de historiadores y entre las asociaciones que reivindican su legado, en la actualidad ya está presente a través de las diferentes estatuas repartidas por varias ciudades estadounidenses, incluida su capital, Washington, mientras que una población de Texas incluso lleva su nombre (Galveston). Pero el hecho más destacado de su reconocimiento actual está en el retrato que desde hace relativamente poco tiempo cuelga de las paredes del Capitolio estadounidense.
Un cuadro que, a pesar del compromiso adquirido por los Padres Fundadores del país, hace casi dos décadas y media por su labor en el nacimiento de los Estados Unidos, no formó parte de los retratos históricos del Capitolio hasta 2014, cuando el entonces presidente Barack Obama concedió la Ciudadanía Honoraria a Gálvez, a título póstumo.
La llegada del cuadro a las paredes de la sala de honor de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado no fue fácil. Hubo que esperar 231 años para ello y la artífice fue una ciudadana española, Teresa Valcarce, una mujer de 45 años en ese momento que llevaba algunos años viviendo en Bethesda (Maryland), la zona metropolitana de Washington.
Periplo
Valcarce había recibido en 2014 un artículo de periódico enviado por su madre, desde España, que recogía el compromiso incumplido por parte del Congreso estadounidense. Y, dado que “vivía cerca” y pensando que “sería fácil”, decidió ir a “solucionarlo”, señala a TRT. “Empecé a llamar a puertas, localicé a mi congresista (ya que era también ciudadana americana) quien se interesó por el tema y, durante seis meses trabajamos en ello. Hasta que al final me dijo que el cuadro estaba perdido pero que si conseguía localizarlo o me hacía con una copia, lo colgarían en el Capitolio”.
El siguiente paso de Teresa Valcarce fue contactar con la Asociación Bernardo de Galvez, con sede en Málaga, quien se comprometió a donar una reproducción del cuadro original que Carlos III regaló a Galvez, cuando este fue a darle el informe de sus hazañas, y que se atribuye a Maella, pintor de la corte en ese momento.
Una vez solucionado el tema de la nueva versión del cuadro, Valcarce retomó el contacto con la Cámara de Representantes, que respondió con el tibio compromiso de colgarlo en una exposición temporal. Algo que no le gustó por lo que decidió empezar de cero para que la figura de Gálvez tuviera su representación permanente. “Así que me fui al Senado. En ese momento ya se hablaba de la mujer que iba por los pasillos con una carpeta, pidiendo reconocimiento de la labor de un héroe español de la Guerra de la Independencia, me llamaban the lady of the portrait”, declara.
Tras conseguir captar la atención de Roberto Menendez, entonces senador por New Jersey, y tras casi dos años de gestiones el retrato quedó alojado de forma permanente en uno de los principales salones del Capitolio. Un logro que reivindica no solo la figura de Gálvez, sino el hecho de que “los españoles y la comunidad hispana en general, no llegamos a Estados Unidos desde hace solo unos años, sino que hemos sido parte de este país antes, durante y después de su creación”, añade Valcarce.

Teresa Valcarce frente al Capitolio de Estados Unidos, Washington DC. Foto cortesía de Teresa Valcarce.
El héroe
En 1776, Bernardo de Gálvez fue enviado como gobernador interino de la Luisiana. Como explica la asociación Hispanic Council (think tank dedicado a la misión de difundir la herencia cultural hispana de los Estados Unidos), desde su toma de posesión como gobernador el 1 de enero de 1777, el militar andaluz comienza a despegar su apoyo a la independencia de las colonias con el fin de contrarrestar el dominio británico. Entre otras ayudas, Gálvez prestó 74.000 dólares a los americanos y envió provisiones por valor de 25.000 doblones. Armas, municiones y mantas son algunos de los cargamentos que, Mississippi arriba, llegan a los ejércitos sublevados, a los que ayudó proporcionando la victoria, personalmente, en batallas decisivas.
Sus episodios de valor fueron varios, como el protagonizado durante el envío de diez mil libras de pólvora desde Nueva Orleans, en un barco con bandera y tripulación españolas, sorteando la vigilancia de los ingleses y haciendo posible la derrota británica en la zona. El propio general y luego presidente de los Estados Unidos, George Washington, declaró que las victorias del militar y político español ante los británicos durante la Guerra de la Independencia fueron “decisivas” para la victoria.
Así lo recordó también el presidente del Comité de relaciones Exteriores del Senado, Robert Menendez, el día que el cuadro de Gálvez fue incorporado al Congreso. “Hoy celebramos la contribución a la historia de esta república de uno de nuestros más tempranos aliados, Bernardo de Gálvez”...“un español que ayudó al nacimiento de Estados Unidos y simboliza la alianza histórica entre los dos países”.
Legado
Y es que el impacto de Gálvez fue más allá de la ayuda económica aportada y su brillante visión de estratega militar. Fomentó la colonización de los Estados Unidos con el establecimiento de poblaciones de inmigrantes a lo largo del enorme territorio que entonces abarcaba la Luisiana y favoreció los asentamientos de canarios, donde se ubica aún la colonia de San Bernardo, en la que todavía se habla castellano y se mantiene la herencia cultural española.
El malagueño además fundó varias poblaciones, como Barataria, Nueva Iberia y Galveztown, denominada así en su honor y rebautizada como Galveston, en Texas. Fue pionero en la formación de un ejército multicultural, al que incorporó indios de las distintas naciones ya establecidas en el territorio americano.
Si bien su memoria ha sido eclipsada en parte por la figura de Lafayette, erigido también Ciudadano de Honor de Estados Unidos por su contribución a la independencia de Inglaterra, las actividades de reivindicación de la figura de Galvez no han parado de crecer en los últimos años, según se van conociendo datos sobre la magnitud de su legado.