¿Qué quiere Rusia mientras Trump apuesta por terminar la guerra en Ucrania?

Rusia recibió con satisfacción la iniciativa de Trump sobre la guerra en Ucrania, mientras busca la neutralidad de Kiev, concesiones territoriales, desmilitarización y el fin de las sanciones.

Tazas con imágenes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y del presidente de EE.UU., Donald Trump, se exhiben en una tienda de recuerdos en San Petersburgo, Rusia, el 13 de febrero de 2025. Foto/Dmitri Lovetsky / Photo: AP
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Tazas con imágenes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y del presidente de EE.UU., Donald Trump, se exhiben en una tienda de recuerdos en San Petersburgo, Rusia, el 13 de febrero de 2025. Foto/Dmitri Lovetsky / Photo: AP

Mientras acerca el tercer aniversario de la guerra en Ucrania, que se cumple este 24 de febrero, las esperanzas sobre una solución negociada vuelven a encenderse. Esta semana, los presidentes de Estados Unidos y Rusia acordaron reunirse y negociar un acuerdo de paz, luego de una llamada telefónica clave.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ha afirmado repetidamente que podría terminar la guerra en 24 horas, se puso en contacto con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, y aseguró que el líder ruso "incluso usó mi muy fuerte lema de campaña de 'SENTIDO COMÚN'". Según Trump, "este esfuerzo conducirá a una conclusión exitosa, ¡esperamos muy que pronto!"

Por su parte, el Kremlin recibió con agrado la iniciativa de Trump.

El portavoz Dmitry Peskov respondió a la medida de Trump diciendo que la "posición de la actual administración estadounidense es mucho más atractiva". Otros funcionarios y medios de comunicación rusos también elogiaron la iniciativa.

Pero el mensaje de Washington no es del todo conciliador.

En una entrevista con The Wall Street Journal, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, dejó claro que las opciones militares, incluido el despliegue de soldados estadounidenses a Ucrania, siguen “sobre la mesa”.

Es mejor hablar con un presidente que busca “un compromiso” con Rusia sin declarar “ultimátums”, señaló Sergei Markov, politólogo ruso y exasesor de Putin, refiriéndose a la reciente comunicación entre Trump y Putin.

“Donald Trump no tiene ultimátums”, insistió Markov en conversación con TRT World, y agregó que la disposición del presidente de EE.UU. para negociar es “un muy buen resultado” para Moscú. También, desde la perspectiva rusa, es un buen avance que la comunicación entre Trump y Putin haya puesto fin a la “demonización” del líder ruso, lo que ya marca un cambio significativo con respecto a la postura anterior de Washington.

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Trump y Putin tendrán un proceso difícil de negociaciones, pero los rusos están contentos de tener un interlocutor de EE.UU. que los respeta, según el experto Sergei Markov.

A diferencia del expresidente Joe Biden, Trump trató a Putin “con respeto”, lo que puede ayudar a resolver muchos problemas entre los dos países, apuntó Markov.

Y este acercamiento parece estar rindiendo resultados.

El hecho de que Trump haya contactado a Putin también indica que el aislamiento político de Moscú, que “no tuvo éxito a pesar de las sanciones occidentales”, terminará, según Markov.

Este jueves, Trump señaló su apoyo para que Rusia regrese al G7, al señalar: “Me encantaría que volvieran. Creo que fue un error echarlos”.

Los dos líderes también acordaron establecer un grupo de trabajo entre Estados Unidos y Rusia, el cual preparará una cumbre, agregó Markov.

“La elección de Arabia Saudita como sede puede estar influida por la orden de arresto de la CPI contra Putin, pero también refleja el cambiante panorama geopolítico, en el que los aliados occidentales tradicionales están quedando cada vez más marginados, un hecho particularmente preocupante para Europa”, explica Daria Daniels Skodnik, politóloga, excomandante adjunta y decana de la Escuela de Defensa de la OTAN en Roma.

Las exigencias rusas

Las expectativas de Moscú van más allá de lograr el fin de la guerra. También buscan un cambio fundamental en la alineación geopolítica de Ucrania.

Según Markov, los rusos no solo buscan terminar las hostilidades en Ucrania, sino también una solución a sus problemas con la alianza occidental, desde la expansión de la OTAN por su flanco oriental hasta poner fin a los planes del actual gobierno de Zelenskyy de integrarse a la alianza atlántica.

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El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, debe reevaluar sus opciones a la luz de la nueva comunicación Trump-Putin, que puede obligar a Ucrania a hacer algunas concesiones importantes a Moscú, según los expertos.

En esta línea, Trump parece empatizar con Moscú. Ha sugerido que Ucrania no puede unirse a la OTAN mientras exista “un país en la posición de Rusia”.

“Ucrania nunca iba a unirse seriamente a la OTAN desde una perspectiva estadounidense, incluso si algunos de los vasallos europeos piensan así”, indicó Gregory Simons, un experto en política rusa, a TRT World.

“Pero la administración de Biden nunca diría esto abiertamente, sino que estaba feliz de engañar a Ucrania y mantenerla como una ficha contra Rusia”, agregó Simons.

A diferencia de Biden, Trump “no tiene ningún interés en Ucrania”, y pretende recordarle a Volodymyr Zelenskyy que su país “es un objeto, no un sujeto, de los acontecimientos”.

Pero la Dra. Daniels considera que este enfoque es peligroso para el futuro de Europa. “Al enviar señales de concesiones importantes antes de que comiencen las negociaciones, Washington corre el riesgo de envalentonar a Rusia y alejar a aliados clave. Un acuerdo de paz que comprometa la soberanía y la seguridad de Ucrania no solo sería un fracaso estratégico, sino que también amenazaría la estabilidad de Europa a futuro”, dijo a TRT World.

Markov explicó que Ucrania debería adoptar una neutralidad similar a la de Austria, consagrando dicha neutralidad en su constitución mediante un tratado respaldado por la comunidad internacional.

Todos los territorios ucranianos bajo el control de Moscú deberían ser rusos, añadió Markov.

Según la mayoría de las estimaciones, esto equivale a alrededor del 20% del territorio de Ucrania.

El secretario de Defensa de Trump, Pete Hegseth, ya ha reconocido que Ucrania no puede recuperar todo su territorio perdido, algo que calificó de "objetivo ilusorio" que "solo prolongará la guerra y causará más sufrimiento".

El gobierno ruso justifica sus tomas de territorio invocando su deber de proteger a las poblaciones rusoparlantes en el Donbas, una región controlada por separatistas prorrusos incluso antes de la invasión a gran escala, dijo Markov.

Reuters

Moscú controla casi toda la región de Luhansk, en la región de Donbas en Ucrania, que fue declarada parte de la Federación Rusa tras referendos en 2022.

Cuatro provincias ucranianas están actualmente bajo control ruso. Estas regiones han sido anexadas por Moscú, bajo el pretexto de referendos, aunque Kiev y Occidente se niegan a reconocer la anexión rusa de Crimea y Donbas.

“No se trata de territorios”, apuntó Markov. “Se trata de personas que necesitan vivir en seguridad”.

Sin embargo, admitió que ciudades como Zaporizhia y Kherson, que siguen bajo control ucraniano, podrían ser objeto de negociación ya que sus residentes no son ciudadanos rusos.

Más allá de las concesiones territoriales, Rusia también exige que Ucrania sea desmilitarizada para evitar cualquier conflicto futuro, según Markov.

“El ejército ucraniano no debería tener ninguna oportunidad técnica y física de volver a lanzar una agresión contra el Donbas”, continuó.

Eso significa que no debe haber artillería ni cohetes, nada que pueda amenazar las posiciones rusas. Moscú también espera que se levanten todas las sanciones de Occidente.

En el frente interno

Además de las demandas geopolíticas, Rusia está presionando para que se produzcan cambios dentro de Ucrania.

Markov señaló que el ruso debería convertirse en el segundo idioma oficial de Ucrania.

Kiev también debería restablecer la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, que recientemente fue prohibida por sus vínculos con la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Moscú también quiere que Ucrania libere a los presos políticos prorrusos. “Deberían pasar de las cárceles al parlamento ucraniano”, dice Markov.

Por último, pide que se ponga fin a la glorificación de figuras históricas como Stepan Bandera, a quien Rusia retrata como un colaborador nazi. Esto, sostuvo el experto, sería parte de la “desnazificación” de Ucrania.

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Activistas de varios partidos nacionalistas portan antorchas y un retrato de Stepan Bandera durante una manifestación en Kiev, Ucrania, el 1 de enero de 2022. Foto: Efrem Lukatsky

¿No hay acuerdo sobre Kursk?

Zelenskyy sugirió recientemente la idea de un intercambio de tierras: intercambiar partes controladas por Ucrania de la región rusa de Kursk por territorios que actualmente están en manos de Moscú.

El Kremlin ha rechazado esta idea de plano.

“Rusia no quiere ninguna negociación sobre Kursk”, dice Markov. “Los soldados ucranianos que estén allí se retirarán, serán asesinados o se convertirán en prisioneros de guerra”.

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