Los desafíos de América Latina de cara a una nueva expansión del BRICS

La nueva Cumbre del BRICS se celebra la próxima semana en Rusia y será la primera desde su ampliación del 2023. Hay 30 países que aspiran a sumarse al bloque. ¿Qué puede aportar América Latina?

Las banderas de los miembros del BRICS antes del anuncio de que Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita se unirían al grupo. (Getty Images)
Getty Images

Las banderas de los miembros del BRICS antes del anuncio de que Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita se unirían al grupo. (Getty Images)

Entre el 22 y el 24 de octubre de 2024 se llevará a cabo la decimosexta Cumbre del BRICS en Kazán, Rusia, con la participación de los cinco países que se incorporaron al bloque hace un año: Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Esta será la primera vez que veremos la foto de los 10 mandatarios reunidos en el marco de una cumbre.

Más allá de los debates y las posturas sobre la actualidad mundial que suelen resultar de las cumbres del bloque, la atención internacional está puesta en la expansión del BRICS. En el punto 92 de la Declaración de 2023 se instó a los ministros de Relaciones Exteriores a desarrollar una lista de posibles países adicionales para integrar el bloque y a realizar una propuesta para la próxima Cumbre de 2024, siguiendo los principios rectores, estándares, criterios y procedimientos para la expansión de la membresía acordada en la anterior reunión en Johannesburgo.

Según señaló la presidencia rusa, alrededor de 30 países manifestaron su intención de incorporarse al bloque. Entre ellos, potencias emergentes de gran importancia geopolítica y económica como Türkiye, Indonesia, Pakistán, Argelia, Bangladesh, Vietnam, Bielorrusia, Kazajstán y Nigeria.

Países de América Latina y el Caribe también expresaron su interés de incorporarse al BRICS. Tras la invitación y posterior rechazo de Argentina a integrar el bloque, países como Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba manifestaron rápidamente su intención de adherirse y enviaron sus respectivas solicitudes. México, en tanto, desmintió abiertamente los rumores sobre su intención de incorporarse, aunque esa decisión podría cambiar durante el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum.

Getty Images

Después de que Javier Milei asumió la presidencia, Argentina rechazó la invitación para integrarse a los BRICS. (Getty Images)

¿Qué condiciones hay que cumplir para integrar el BRICS?

Más allá de manifestar su adscripción a los principios de respeto y comprensión mutuos, solidaridad, defensa del multilateralismo, promoción de la reforma del sistema internacional y apoyo a una mayor representación de los países emergentes y en desarrollo en los espacios de toma de decisiones globales, hay dos grandes requisitos para ser miembro del BRICS.

Los estados deben ser considerados por sus pares como países emergentes o en desarrollo y con influencia regional y estratégica global. Esto significa: tener una fuerte posición económica y un influjo a nivel regional y global. Ser miembro de las Naciones Unidas que apoye el multilateralismo. Tener relaciones diplomáticas y amistosas con todos los estados miembros BRICS existentes. Comprometerse a contribuir al fortalecimiento de los BRICS y a promover la paz y la seguridad internacionales y regionales, entre otros.

Por otro lado, para ser aceptado se requiere del consenso de diez miembros actuales. Si no existe unanimidad en la propuesta, más allá de que se cumplan los requisitos establecidos en el papel, es poco probable que se avance en su membresía. Por ello, cada país interesado en integrar el bloque debe desplegar una nutrida y dinámica agenda diplomática tendiente a generar los consensos necesarios con los actuales BRICS para ser incluido formalmente.

Leer más
Leer más

¿Qué son los BRICS y cuál es su impacto en el poder global?

Ampliar la representación de Latinoamérica en el BRICS: un desafío y una necesidad

La incorporación de nuevos países de América Latina y el Caribe al BRICS seguramente sea un tema de debate en la próxima cumbre. Es que, con el plantón de Argentina, el bloque actual quedó conformado por tres países africanos, tres de Oriente Medio, dos asiáticos, uno euroasiático y uno latinoamericano. Sumar al bloque a más países de la región contribuirá no solo a ampliar la voz y representación de Latinoamérica, sino que también resultará en una mayor legitimidad del BRICS, pues América Latina y el Caribe constituye una región emergente que puede aportar importantes miradas.

Getty Images

El presidente Vladimir Putin habla a través de un enlace de video durante una conferencia de prensa en el día de clausura de la cumbre BRICS en el Centro de Convenciones de Sandton el 24 de agosto de 2023. (Getty Images)

A su vez, aplazar la incorporación de países de América Latina y el Caribe podría generar un sesgo importante de los debates del bloque hacia asuntos económicos y de seguridad euroasiáticos y africanos, al tiempo que lesionaría el desempeño del tercer pilar de la cooperación BRICS, el de los intercambios culturales y pueblo a pueblo. La región latinoamericana, con 662 millones de habitantes, 19,2 millones de km² de superficie (el 15% del total mundial), 33 países de gran diversidad cultural distinta al resto de los países BRICS, debería tener mayor representación en el bloque, si este aspira a fortalecerse como espacio de debate sobre el nuevo orden internacional en transición.

Los cuatro países latinoamericanos que se han postulado para ingresar al BRICS cumplen con las condiciones para su ingreso, a excepción de “tener una fuerte posición económica e influencia a nivel regional y global”. De hecho, Bolivia ocupa el puesto 92 en el ranking de PBI mundial, Nicaragua el 132, mientras que Venezuela y Cuba no son contabilizados en los registros del Banco Mundial. A pesar de ello, los cuatro han manifestado una clara sintonía con los postulados del BRICS y seguramente realizarán, en el caso de ser incluidos, grandes aportes al grupo. La palabra de Brasil, uno de los miembros fundadores del BRICS, tendrá un peso significativo en la decisión sobre la inclusión o no de otros países de la región en el bloque.

La postulación de Colombia, comunicada por su presidente Gustavo Petro en conjunto con Lula da Silva, es interesante. Ocupa el puesto 44 dentro del ranking del PBI global y es el cuarto más grande de Latinoamérica, por debajo de Brasil, México y Argentina. Colombia es el tercer país más poblado de América Latina, y su ubicación como nexo entre Sudamérica y Centroamérica, es estratégica.

AA

 La palabra de Brasil, uno de los miembros fundadores del BRICS, tendrá un peso significativo en la decisión sobre la inclusión o no de otros países de la región en el bloque. (AA)

Desafíos de cara a una nueva ampliación

Desde su ampliación, el BRICS se ha convertido en un bloque estratégico en la disputa por el rediseño del orden internacional. Una nueva lógica sustentada en los principios de la cooperación ganar-ganar, el respeto por los modelos de desarrollo adoptados por cada estado, la no injerencia en asuntos internos de terceros estados y la paz y el diálogo como mecanismo exclusivo de solución de diferencias. Un orden, a su vez, que esté basado en el respeto, la coexistencia y el diálogo de la diversidad de civilizaciones que conforman la humanidad.

La decisión del BRICS de avanzar en la ampliación de sus integrantes ha mostrado, a su vez, que es una referencia para gran parte del mundo emergente y en desarrollo. Hablamos de que alrededor de 50 países son o quieren ser parte del BRICS.

Pero la ampliación no es una tarea sencilla. La misma conlleva debates, contrapuntos y desacuerdos que los países del bloque deberán sortear con la sensatez necesaria para que la misma redunde en un fortalecimiento de sus capacidades.

La decisión de Argentina de rechazar la invitación del bloque representó un golpe para el BRICS, ya que lo privó de contar con uno de los países más importantes de Sudamérica, pero también porque sentó un precedente peligroso. Si entrar o salir del BRICS es considerado como algo que no tiene consecuencias, podría alentar a otros países a tomar la misma decisión ante eventuales cambios de gobierno.

El 2024 será un año de grandes desafíos para el bloque. La presidencia rusa pone al país euroasiático ante la posibilidad de fortalecer su imagen internacional. Seguramente, este año habrá nuevos balances sobre la dirección y objetivos de una nueva ampliación, donde la región latinoamericana debe ser una prioridad.

Route 6