Ataque iraní recuerda a Israel los costos de guerra: ¿Qué hará Netanyahu?

El ataque de Irán buscaba poner a Tel Aviv en alerta. Tras arrasar Gaza e invadir el Líbano, el próximo movimiento de Netanyahu podría desencadenar un nuevo conflicto en Oriente Medio.

Soldados israelíes caminan junto a tanques, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbollah e Israel, en el norte de Israel, el 27 de septiembre de 2024. / Foto: Reuters.
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Soldados israelíes caminan junto a tanques, en medio de hostilidades transfronterizas entre Hezbollah e Israel, en el norte de Israel, el 27 de septiembre de 2024. / Foto: Reuters.

Irán lanzó este martes un ataque con misiles contra Israel, dirigido contra instalaciones militares en una operación denominada “True Promise 2”.

La primera “True Promise” se realizó en abril, después de que Tel Aviv atacó al consulado iraní en Damasco, en Siria.

Estados Unidos afirmó que el ataque de esta semana tenía “casi el doble de alcance” que el de abril, ya que Irán lanzó casi 200 misiles balísticos contra distintas ciudades y bases aéreas de Israel.

Tras el ataque, Irán advirtió que si Israel decidía tomar represalias, destruiría toda la infraestructura israelí. Irán justificó el ataque diciendo que Israel ha estado amenazando su propia seguridad, política y estabilidad durante el último año.

Objetivos de Netanyahu

El asesinato del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y de otros cargos políticos y militares que formaban parte de la cúpula iraní sugiere que Israel está intentando destruir la red de Irán en Oriente Medio.

Además, los agresivos ataques de Israel contra las bases de Hezbollah en el sur del Líbano y la reciente invasión del país envían un mensaje claro: tras destruir Gaza y no lograr su objetivo de erradicar a Hamás, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, decidió extender su ofensiva hacia Hezbollah. Y, después de ir por Hezbollah, la tercera etapa consistirá en atacar a Irán.

Irán parece ser muy consciente de la triple estrategia de Netanyahu. Por lo tanto, parece haber atacado a Israel para desafiar este plan, cuyo objetivo era reordenar Oriente Medio, según afirmó el propio Netanyahu tras el asesinato de Nasrallah.

Los ataques del martes tenían como objetivo bases militares, pero el mensaje de Irán era que si el Gobierno israelí tomaba alguna medida en su contra, habría una respuesta contundente. Irán también envió un mensaje claro a los aliados de Israel: si Tel Aviv recibía algún tipo de apoyo militar para perjudicar a Irán, Teherán también tomaría represalias contra esos países, considerado un mensaje dirigido especialmente a Estados Unidos.

La amenaza de Irán

La pregunta del millón ahora es: ¿cuál será la respuesta de Israel? Para responder a esto, es importante recordar que durante los últimos 20 años, Netanyahu ha considerado a Irán como una amenaza central para su estrategia política y de seguridad en Oriente Medio.

Esta percepción de amenaza ha sido moldeada por la negativa de Irán a reconocer a Israel, su decisión de apoyar los movimientos de resistencia y su desafío a las capacidades militares israelíes mediante el desarrollo de programas nucleares y de misiles balísticos.

El potencial conflicto con Irán impulsó a Netanyahu a negociar los Acuerdos de Abraham en 2020, que implicaban forjar acuerdos con los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Además, Netanyahu intentó sabotear el resultado de la conferencia de paz de Madrid de 1991 y el proceso de Oslo de 1993.

También Netanyahu intentó disolver el proyecto de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Medio (UNRWA). Y en un esfuerzo por limitar el papel de Irán en Oriente Medio, Netanyahu se ha esforzado por acabar con el poder y la influencia de Hamás y Hezbollah en Gaza y el sur del Líbano.

En vista de los esfuerzos mencionados, es poco probable que Israel se abstenga de responder a los ataques de Irán. Por lo tanto, tal vez la pregunta debería ser: ¿cuál podría ser la naturaleza de esa respuesta?

La estrategia de Israel

Es probable que Israel intentará perseguir dos objetivos principales en Irán que podrían proporcionar a Tel Aviv la legitimidad y el apoyo de Estados Unidos y otros países europeos: las bases de misiles balísticos de Irán y las instalaciones nucleares.

Si este escenario se convierte en realidad, es probable que Irán también responda. Y, teniendo en cuenta su ataque a Israel esta semana, Teherán seguramente ha considerado la posibilidad de represalias y ha reforzado la seguridad de esas instalaciones.

Además, Netanyahu probablemente atacará a individuos y políticos vinculados con Irán o tal vez del propio Irán. Esto brindará un rápido apoyo psicológico al público israelí, lo que le permitirá a Netanyahu recuperar parte del capital político que perdió ya que no rescató a muchos rehenes.

Sea cual sea su estrategia, la respuesta de Israel podría abrir un nuevo capítulo de conflicto en Oriente Medio. Dicho esto, hay que añadir que es probable que Estados Unidos intente evitar una intervención directa antes de las elecciones que se celebrarán el 5 de noviembre.

Para concluir, aunque Israel y Estados Unidos afirman que el ataque de Irán fracasó esta semana, se espera que esta actitud socave cualquier reivindicación de victoria que puedan hacer Irán y sus aliados.

El propio ataque puso en entredicho la estrategia de Netanyahu de atacar a Irán tras la incursión terrestre en el sur del Líbano. Es probable que este tipo de ataque abra la región a una mayor incertidumbre política y de seguridad y a un círculo vicioso de ataques y contraataques en Oriente Medio.

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