Esperanza por alto el fuego en Gaza: familias empiezan su regreso a casa
Luego de más de 15 meses de destrucción en Gaza, los palestinos comenzaron a regresar a sus hogares con la esperanza de una paz duradera y decididos a reconstruir sus vidas.
Una extraña oleada de emoción y esperanza se extiende por Gaza, un sentimiento inusual en un territorio devastado por 15 meses de la feroz ofensiva israelí. Es una sensación fuera de lo normal en medio de la destrucción generalizada de infraestructura y vidas.
Para Raed Abu Jihad, uno de los más de dos millones de desplazados en Gaza por los ataques israelíes, el sonido de disparos de celebración mezclado con los cánticos de “Allahu Akbar” (“Dios es el más grande”) ya no parece fuera de lugar. Los ecos resonaron por los caminos de tierra que rodean su tienda de campaña en Jan Yunis, donde las familias desplazadas se reunieron después del atardecer, con sus voces llenas de esperanza.
El sueño largamente esperado de regresar a casa se ha hecho realidad tras el anuncio de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás.
Abu Jihad, de 52 años, ha soportado la angustia de la pérdida y el desplazamiento desde que comenzó la ofensiva israelí en octubre de 2023. Los ataques aéreos incesantes obligaron a su familia de 10 a huir de su hogar en Beit Lahia, en el norte de Gaza, en busca de una seguridad relativa en el sur del enclave.
Hablando con TRT World, dijo: “Cuando llamé a mi amigo periodista para confirmar la noticia, me aseguró que era cierto. Por primera vez en meses, sentí que había luz al final de este túnel”.
En efecto, el túnel ha sido largo y oscuro.
“La vida volverá”
Antes de que las negociaciones para un alto el fuego avanzaran, la crisis humanitaria en Gaza alcanzó niveles catastróficos. Más del 90% de la población sufre inseguridad alimentaria aguda, y casi todos los habitantes han sido desplazados.
Actualmente, muchas personas se preparan para regresar a sus hogares, incluso si estos han sido arrasados.
“Algunos preguntan, ¿cuál es la diferencia entre una tienda y otra?”, dijo Yassin Qassad, un padre de siete hijos que construyó un puesto de verduras para sobrevivir.
En conversación con TRT World, añadió: “Una tienda de desplazamiento significa que la ofensiva continúa; estás lejos de tu tierra, tu barrio, tus seres queridos. Pero una tienda sobre los escombros de tu hogar implica que la vida volverá, que la ofensiva se ha detenido y que la amargura del desplazamiento ha terminado. Significa la vida misma”.
La familia de Qassad estaba lista para volver a su hogar en cualquier momento. “Lo que haya construido aquí no importa. Lo que importa es estar cerca de nuestras viejas calles, nuestros recuerdos y nuestros vecinos”, completó.
Otros, como Mohamed Yousef Abu Taha, compartieron la misma determinación. Desplazado desde mayo, ha pasado por varios refugios antes de llegar a la casa dañada de sus suegros, donde acondicionó una sola habitación para su familia. La noticia del alto el fuego lo llenó de determinación.
“Nuestro vecindario está casi completamente destruido. Pero ninguno de nosotros esperará un segundo ahora que la tregua es oficial. Regresaremos, incluso si tenemos que caminar o arrastrarnos”, sostuvo.
¿Qué contempla el acuerdo de alto el fuego?
La primera fase del acuerdo de alto el fuego prevé la liberación de 33 de los 90 rehenes israelíes en Gaza. La liberación incluirá a mujeres, niños, ancianos y enfermos. A cambio, Tel Aviv liberará a 30 prisioneros palestinos por cada rehén israelí y a 50 detenidos palestinos por cada soldado israelí femenina que Hamás entregue.
El acuerdo también establece que 600 camiones de ayuda humanitaria entren a Gaza cada día del cese del fuego, 50 de ellos con combustible, y 300 camiones destinados al norte.
Esta fase estará acompañada de una retirada parcial de las tropas israelíes durante un período de 60 días. La segunda etapa, que se prevé que comience el día 16 días después del inicio del alto el fuego, busca abordar la liberación de los 61 rehenes restantes, incluidos hombres en edad militar, y la repatriación de los fallecidos, culminando en una retirada militar total de Israel.
Los palestinos en Gaza —hambrientos, desplazados y traumatizados— se aferran a la posibilidad de una paz duradera. Este miércoles, una creciente multitud de hombres, mujeres y niños se reunió en Jan Yunis, sosteniendo linternas, portando banderas y coreando: “¡Se acabó, se acabó! ¡Regresamos al norte!”. Abu Jihad también se unió, junto a tres de sus hijos.
“Para nosotros, una tregua significa regresar a lo que queda de nuestros hogares. Aunque sea escombro, es nuestro. Es a donde pertenecemos”, dijo a TRT World.
El camino de regreso a casa
No muy lejos del jubiloso padre, otros enfrentaban emociones encontradas. Familias que han perdido a seres queridos en el implacable bombardeo israelí se encontraron atrapadas entre la tristeza y la esperanza agridulce de regresar a casa.
Se pueden ver vehículos en las habitualmente vacías calles de Jan Yunis, mientras las personas desplazadas se dirigen a sus hogares destruidos, en anticipación a un alto el fuego. Foto: Mohamed Solaimane.
“Es difícil celebrar cuando sabes que las personas que dejaste atrás ya no están”, reflexionó un hombre. “Pero al menos podremos visitar sus tumbas, despedirnos como es debido: eso ya es algo”.
Desde que Israel desató su destrucción sobre Gaza en octubre de 2023, en respuesta a una incursión transfronteriza del grupo de resistencia Hamás, los residentes de Gaza han sufrido una violencia implacable.
Más de 46.000 palestinos han perdido la vida y casi 2,3 millones han sido desplazados. Una breve tregua de seis días en noviembre de 2023 ofreció un efímero respiro. Desde entonces, no ha habido más que muerte.
El sentido de unidad entre los desplazados es innegable. En asentamientos improvisados y calles llenas de escombros, las reuniones nocturnas y los desfiles espontáneos reflejan la esperanza de un mañana mejor.
En el área cercana de Mawasi, las familias se reunieron alrededor de refugios temporales, intercambiando gritos llenos de esperanza en la distancia. “¡Se acabó, todo el mundo, prepárense!”, gritó un hombre, provocando un coro de respuestas entusiastas: “¡Estamos listos! ¡Estamos listos!”.
La iniciativa de la comunidad
Las autoridades locales también están trabajando para apoyar a los que regresan, limpiando escombros, reabriendo caminos y restaurando la infraestructura.
Se están movilizando equipos con transportes básicos, como carretas tiradas por animales, para ayudar a las familias a llevar sus pertenencias de regreso a sus vecindarios.
“Hemos recibido solicitudes diarias de familias que ya han regresado o se están preparando para hacerlo”, dijo Saeb Luqan, portavoz del municipio de Jan Yunis. “Nos piden que despejemos caminos bloqueados, rellenemos grandes cráteres y reconstruyamos las redes de agua. Todos estos son signos del regreso masivo que estamos anticipando”, completó.
Sin embargo, la Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza advirtió el miércoles a los residentes que no regresen a casa demasiado pronto, por temor a las bombas sin detonar u otros restos de la ofensiva israelí. “Manténganse alejados de las zonas devastadas que han sido fuertemente bombardeadas. Eviten los hogares destruidos que han sido atacados”, indicó.
La destrucción es abrumadora: el 37% de Jan Yunis y casi toda Rafah están en ruinas, y el 61% de los edificios de Gaza están dañados o destruidos. Sin embargo, la voluntad de regresar sigue siendo inquebrantable.
“Reconstruiremos desde la nada”, dijo Abu Taha. “Pero estar cerca de nuestras viejas calles, nuestros vecinos y lo que queda de nuestras casas, eso es lo que importa. Es un paso hacia recuperar nuestras vidas”.
Este artículo ha sido publicado en colaboración con Egab.