Hamás elimina banda de ladrones de ayuda humanitaria protegidos por Israel
Las fuerzas de seguridad de Gaza realizaron una operación contra bandas organizadas que asaltaban convoyes de ayuda humanitaria. Los delincuentes actuaban con la connivencia de los soldados israelíes.
Israel emplea el hambre como arma de guerra. Esto se desprende de un informe de la ONU que asegura que las tácticas militares que emplea en Gaza son consistentes con las características de genocidio. Diversas organizaciones alertan sobre el riesgo de hambruna en el enclave, mientras que un estudio de la Universidad de Brown, de EE.UU., estima que más de 62.000 palestinos han muerto por inanición provocada por Tel Aviv.
De acuerdo con un informe del Consejo Noruego de Refugiados, Israel bloquea el 83% de los alimentos que llegan a Gaza. A su vez, ha eliminado toda posibilidad de producir alimentos en el enclave: ha destruido el 70% de la red de agua, todas las plantas potabilizadoras y el 90% de la infraestructura sanitaria. También ha provocado el desplazamiento forzado de casi dos millones de personas, la totalidad de la población del enclave.
Ante esta situación, la población del enclave depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Según las leyes internacionales, Israel, como fuerza ocupante, tiene la obligación de garantizar que esta ayuda llegue a sus destinatarios. Sin embargo, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no solo impide la entrada de ayuda humanitaria, sino que, cuando lo permite, deja que esta sea saqueada por bandas de delincuentes.
Un informe de la ONU al que tuvo acceso el diario The Washington Post asegura que Israel permite que bandas organizadas asalten los camiones de ayuda humanitaria. Testigos presenciales entrevistados por el medio de noticias Drop Site News dicen que los soldados israelíes protegen y alientan a estos grupos.
“Los miembros de las bandas actúan en cooperación con los soldados israelíes”, asegura Basem Naim, miembro de la oficina política de Hamás y exministro del gobierno en Gaza.
Las bandas armadas que actúan en connivencia del ejército israelí están formadas por criminales que ya operaban previamente en el enclave, según explica Naim. Estas se aprovechan de la necesidad generalizada causada por el deterioro del sistema de seguridad causado por los incesantes bombardeos y de la protección de los soldados israelíes.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel están permitiendo que palestinos armados saqueen los convoyes de ayuda que entran en Gaza y les extorsionan para que paguen por protección”, según una investigación reciente del diario israelí Haaretz. El ejército de ese país no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, aunque luego negó la acusación a Haaretz y otros medios, diciendo que han llevado a cabo “contramedidas selectivas” contra los saqueadores.
Israel ha acusado repetidamente a Hamás de secuestrar convoyes de ayuda para acaparar bienes para sus combatientes o para obtener beneficios vendiéndolos a precios exorbitantes.
Los palestinos se reúnen para recibir comida cocinada en una cocina benéfica, en medio de la escasez de suministros de ayuda.
Esta narrativa se ha utilizado para justificar la restricción de alimentos y utilización del hambre como arma de guerra por parte de Israel contra el pueblo palestino. Netanyahu justificó recientemente los ataques israelíes cerca de camiones de ayuda como parte de un esfuerzo para impedir que los funcionarios del gobierno local y las fuerzas de seguridad en Gaza cumplan con sus funciones básicas.
Pero la reciente operación llevada a cabo por los servicios seguridad de Hamás, en la cual han muerto 20 miembros de estas bandas de delincuentes, niega esta narrativa.
Las fuerzas de seguridad palestinas mataron el lunes al menos a una veintena de miembros de una banda organizada acusada de saquear camiones de ayuda humanitaria en el sur de Gaza, según un comunicado del Ministerio del Interior del enclave.
La actuación de las fuerzas de seguridad locales se produjo dos días después de que casi 100 camiones fueran saqueados violentamente tras cruzar hacia el sur de Gaza en una de las mayores incursiones de este tipo desde el comienzo de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023.
“La operación de seguridad de hoy no será la última, y es el comienzo de una maniobra de seguridad mayor que se ha planeado durante mucho tiempo y que se ampliará para incluir a todos los implicados en el robo de camiones de ayuda”, dijo una fuente del Ministerio del Interior citada por el medio Al-Quds Al-Arabi.
Añadió que los servicios de seguridad habían monitoreado las comunicaciones entre las bandas y las fuerzas de ocupación israelíes a las que acusan de “encubrir las actividades de los delincuentes, dirigir sus misiones y proporcionarles protección por parte de los agentes del Shin Bet [el servicio de seguridad interior de Israel]”.