La ONU insta al régimen de Siria a poner fin a la tortura "a gran escala"
Las denuncias de tortura en Siria continúan seis meses después de que la Corte Internacional de Justicia emitiera medidas provisionales al respecto.
Una relatora de la ONU instó al régimen de Siria a implementar las medidas provisionales que ordenó la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y tomar medidas para erradicar todas las formas de tortura y malos tratos en el país.
"Me alarman los informes que indican que todavía se practica la tortura a gran escala en Siria", advirtió este lunes Alice Jill Edwards, relatora especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
"Esto ocurre a pesar de la orden muy clara de la CIJ de poner fin a la tortura de inmediato", dijo Edwards. Luego agregó: "Más de seis meses después, no hay ninguna señal de que se esté abordando el problema de la tortura en el país".
El máximo tribunal de la ONU emitió medidas provisionales el pasado 16 de noviembre, en las que le ordenó a Siria tomar todas las acciones necesarias para prevenir actos de tortura al tiempo que instruyó al régimen a garantizar que nadie bajo su control pueda cometer tales actos y que se preserve la evidencia de las denuncias.
"La información disponible indica que la tortura sigue practicándose ampliamente, con flagrante desprecio por la vida y la salud física y psicológica de miles de personas que se encuentran en centros de detención operados por el régimen sirio", afirmó la relatora.
La CIJ impuso las medidas provisionales a raíz de una solicitud conjunta de Canadá y los Países Bajos contra Siria por presuntas violaciones y falta de cumplimento de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de la que son parte los tres estados.
La solicitud, que aún examina la CIJ, contiene numerosas denuncias de trato inhumano a detenidos, condiciones insalubres en lugares de detención y otras formas de tortura o malos tratos, incluida la tortura sexual y el abuso contra niños.
También se documentó el uso de armas químicas prohibidas internacionalmente, que han causado numerosas muertes, heridos y graves sufrimientos físicos y mentales a los afectados.
La relatora denunció que, a pesar de haber presentado unas 30 comunicaciones al régimen de Bashar al Asad desde el año 2011 sobre denuncias de torturas y malos tratos, sólo ocho han tenido respuesta de las autoridades sirias hasta la fecha.
La tortura en Siria
Las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia sirios, además de otras autoridades estatales, han perpetrado torturas y otros malos tratos durante décadas, según ha documentado el monitoreo de la Red Siria de Derechos Humanos.
“Desde el comienzo de las protestas en 2011, el país ha sido testigo de un aumento sin precedentes en las campañas de represión por parte de las fuerzas de seguridad y un aumento exponencial de las violaciones graves de los derechos humanos”, se lee en el informe “‘Esto rompe lo humano’: tortura, enfermedad y muerte en las cárceles de Siria” de la organización Amnistía Internacional.
Esto ocurre en medio de una total falta de rendición de cuentas por parte de los sistemas judiciales y las instituciones internacionales, denunció también el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
“Las atrocidades cometidas durante el conflicto sirio y el estado de terror y pánico han silenciado las voces de los detenidos y sus familias, impidiendo que su difícil situación sea conocida y atendida” se explica en el prólogo del último informe del observatorio, publicado en 2023.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación para la República Árabe Siria de Naciones Unidas ha recopilado evidencias para registrar que la tortura y otros malos tratos son algo habitual en los centros de detención gubernamentales.
Estas pruebas, incluyen testimonios de exdetenidos y familiares de detenidos, así como de civiles y militares que anteriormente trabajaron en centros de detención. Estos testigos, tras escapar del país, proporcionaron pruebas creíbles que ilustran el espantoso panorama de la realidad de los detenidos sirios.
La Agencia Anadolu reportó que, desde 2011, se ha detenido arbitrariamente a 156.757 personas, entre ellas 5.235 niños y 10.205 mujeres, aunque las estimaciones sobre el número de personas detenidas y posibles víctimas de tortura ascienden a unas 400.000 personas.
Hasta la fecha del 28 de junio, un total de 15.074 personas, incluidas 95 mujeres y 190 niños, han muerto a causa de la tortura por parte del régimen sirio y otros grupos, según datos de la Red Siria de Derechos Humanos, aunque esta explica que la cifra real es mucho superior, debido al paradero desconocido de miles de sirios desaparecidos.
Una ley para blanquear la tortura
Frente a la creciente presión internacional, el régimen sirio aprobó una ley contra la tortura que entró en vigor por decreto presidencial el 30 de marzo de 2022 tras debatirse en el Parlamento sirio por primera vez.
Lynn Maalouf, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, calificó dicha ley como “una ley contra la tortura que no aborda la totura”.
“La nueva ley blanquea de forma efectiva decenas de violaciones de derechos humanos sancionadas por el Estado”, añadió en una entrevista para el portal de la ONG.
La ley, dijo Maalouf, no ofrece reparación a las víctimas de tortura, no incluye medidas de protección para los testigos, y no explicita ningún tipo de reparación a los sobrevivientes de tortura. “Y, lo que es fundamental, no menciona ninguna medida para prevenir la tortura en los centros de detención y las prisiones en el futuro”, añadió.