Mujeres de Gaza se aferran a su fe en mezquitas de tiendas de campaña
Antes se reunían diariamente en las mezquitas de sus barrios. Ahora, las palestinas desplazadas se juntan en una tienda de campaña en el centro de Gaza y se aferran al Corán como “su único compañero”.
En medio del caluroso y sofocante verano de Gaza, un grupo de niñas y mujeres se dirigen a una mezquita improvisada con tiendas de campaña en Deir Al Balah, al lado de calles inundadas de aguas residuales y repletas de ruinas causadas por los bombardeos israelíes.
El pasado 4 de junio, esta mezquita fue testigo de un acontecimiento significativo: seis mujeres recitaron el Corán completo y de memoria en una sola sesión. Shaymaa Abualatta, de veinte años, decidió documentar el acontecimiento.
"Cuando las niñas terminaron de recitar, todas lloramos y agradecimos a Alá por esta gran bendición", dice Shaymaa. “Me sentí increíblemente agradecida de ver a personas que tenían el Corán en sus corazones, especialmente durante estos tiempos tan difíciles”.
Antes de la guerra, Shaymaa estudiaba tercer año de ingeniería informática en la Universidad Islámica de Gaza. Su vida giraba en torno a la universidad, el barrio y la familia. Sin embargo, la guerra lo ha destruido todo.
Shaymaa vivía con su familia en Sheyahía, uno de los barrios más grandes de Gaza. Su casa fue destruida por bombardeos y ataques aéreos israelíes, y su familia tuvo que ser evacuada. Pudieron llevarse solamente una bolsa con pertenencias.
Shaymaa dice que se habían desplazado tantas veces que perdió la cuenta, pero recuerda tres ocasiones en las que sobrevivió a experiencias cercanas a la muerte durante ataques aéreos, algunos de los cuales impactaron cerca y rompieron sus ventanas.
Después de llegar a Deir Al Balah, en el centro de Gaza, y vivir durante más de seis meses en campamentos de tiendas superpoblados y montados de forma improvisada, sin acceso a electricidad, agua potable ni protección contra el calor extremo, Shaymaa, su familia y otras personas en el campamento sintieron que "tenían que hacer algo para mantener su cordura".
“Necesitábamos recuperar algo de la esencia de nuestras vidas anteriores. Nuestra rutina se convirtió en ataques aéreos, bombardeos y duelo por la pérdida de seres queridos”, expresa. Shaymaa perdió a 70 miembros de su familia, entre ellos su abuela, primos y tíos.
Debajo del nombre de la mezquita de la tienda de campaña se encuentra escrita una cita del Corán: “Sin duda, en el recuerdo de Alá se consuelan los corazones”.
Una mezquita para todos
En el proceso de la búsqueda de algo de normalidad, Shaymaa y otros en el campamento primero se dedicaron a estudiar y enseñar a los niños.
“Pero algo que nos dio mucha fuerza fue el Corán, por eso volvimos a él”, indica.
Inicialmente se reunieron en la tienda de Shaymaa, pero a medida que más personas se unieron a su círculo o Halaqa (una reunión religiosa para estudiar el islam y el Corán) necesitaron un espacio más grande. Fue entonces cuando surgió la idea de construir una mezquita con tiendas de campaña.
Su tía, Jadiya, que también es su profesora de Corán, pidió financiación a organizaciones y, a finales de febrero, pudieron construir una tienda de campaña dedicada a las oraciones y la recitación del Corán. La denominaron “Salón de Oración del Círculo de la Buena Palabra”.
La mezquita de la tienda de campaña tiene capacidad para hombres y mujeres de todas las edades, desde niños de tres años hasta personas mayores de entre 70 y 80 años. Las sesiones de mujeres se llevan a cabo los martes y jueves desde las 10:00 a. m. hasta el llamado a la oración del mediodía alrededor de las 12:30 p. m., donde alrededor de 100 estudiantes se reúnen para memorizar y recitar el Corán.
Shaymaa añade que algunas personas llevaban mucho tiempo en el proceso de memorización del Corán, pero muchas otras comenzaron a hacerlo durante la guerra.
“Lo que nos motiva es la idea de que podemos morir en cualquier momento. Queremos que lo último que hagamos sea encontrarnos con Alá teniendo el Corán en nuestro corazón”, afirmó.
Muchas mujeres que perdieron a sus seres queridos encuentran consuelo en que su recitación y su memorización del Corán recompense a los seres que han perdido.
En la mezquita de la tienda, las recitaciones diarias del Corán son comunes, pero hay un día especial donde toda la comunidad se prepara para la recitación de todo el Corán en una sola sesión.
“Tenemos este día una vez cada mes, en el que nos reunimos para escuchar a las participantes recitar tanto como puedan", dice Shaymaa.
Para Iman, Afnan y Aya, el 4 de junio fue su gran día.
Iman Asem, de 34 años y licenciada en derecho islámico, se encontraba entre las seis mujeres que recitaron el Corán del tirón. Desplazada de su hogar en el barrio de Al Zaitun, en el norte de Gaza, vive ahora en el campamento de Abu Ammar Al Zawaida, donde se encuentra la mezquita de tiendas de campaña.
Aunque su vida ahora es drásticamente diferente y las condiciones son duras en la tienda; las temperaturas superan los 35 grados, sin descanso ni seguridad en medio de los bombardeos, Iman dice que sigue agradecida por su mezquita improvisada.
“Dios nos ha bendecido con una mezquita-tienda de campaña, que es un regalo que nos ha concedido para tener un lugar de oración en un campo de desplazados. Muchos campos carecen de estas instalaciones”, afirma Iman.
Iman, Afnan y Aya estaban entre las seis mujeres que recitaron el Corán en una sola sesión. / Foto: TRT World
“El Corán es compañero y amigo de quienes no tienen compañero. Siempre que nuestras almas y corazones se sienten débiles, acudimos al Sagrado Corán para que nos proporcione la energía y la capacidad de permanecer firmes ante esta gran prueba”.
Afnan Heles, una estudiante de secundaria en la ciudad de Gaza antes de la guerra, ahora pasa la mayor parte de su tiempo en la mezquita.
“Después de que empezó la guerra, todas nuestras actividades cotidianas, incluida la educación, se paralizaron. Pero Alá nos recompensó en nuestro campamento con una tienda para rezar”, dice.
"Aunque es sólo una tienda de campaña, paso todo el tiempo allí memorizando, repasando, recitando y enseñando el Corán a los estudiantes".
Para Aya Qalaja, de 29 años, la mezquita de tienda de campaña es una luz y una guía. Después de haber recitado todo el Corán de memoria dos veces antes, la tienda de campaña la ayuda a solidificar su memorización.
Aya atribuye su compromiso de memorizar el Corán al apoyo de su maestra, Jadiya, quien la anima a continuar a pesar de las circunstancias adversas.
Shaymaa agrega que Jadiya siempre les recuerda que deben recitar con sinceridad, pidiendo a Alá que ponga fin a la guerra y alivie sus problemas.
Ella dice: "Creemos que cuanto más cerca estemos del Corán y cuanto más lo memoricemos, más cerca estaremos de poner fin a la guerra y al sufrimiento, si Dios quiere".