Netanyahu tiene en sus manos un cese del fuego. El mundo mira de cerca

Hamás calificó como “positiva” la propuesta de alto el fuego en Gaza que Estados Unidos presentó. Ahora, el futuro del acuerdo para detener las masacres en Gaza depende de Israel.

Netanyahu aseguró que continuaría la agresión sobre Gaza. / Foto: Getty Images
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Netanyahu aseguró que continuaría la agresión sobre Gaza. / Foto: Getty Images

El mundo mira de cerca el siguiente paso del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sobre un posible cese del fuego en Gaza. En medio de la crisis humanitaria, la atención de los principales líderes se concentra en la propuesta que presentó Estados Unidos para poner fin a la ofensiva en el asediado enclave.

Su primera respuesta llegó este lunes: Netanyahu dijo que la propuesta “está incompleta”, pese a que mandatarios de todo el mundo lo habían instado a aceptarla. En contraste, la iniciativa había recibido una primera respuesta positiva de parte de Hamás.

Posteriormente, el portavoz de Netanyahu, David Mencer, indicó que la guerra se detendrá "con el objetivo de conseguir el retorno de los rehenes" y luego procederán "con otras discusiones", en lo que parecía una reiteración de la negativa de Israel a suspender por completo la ofensiva en Gaza.

Tras el anuncio de la propuesta el viernes, el Gobierno de EE.UU. ha presionado a Israel a aceptarla, al igual que Qatar y Egipto, que han mediado en las negociaciones durante los últimos casi ocho meses.

Hamás la considera “positiva”

A través de un comunicado, Hamás confirmó su “disposición a abordar de manera positiva y constructiva cualquier propuesta que se base en el alto el fuego permanente y la retirada total [de las fuerzas israelíes] de Gaza, la reconstrucción [de Gaza] y el regreso de los desplazados a sus hogares, junto con el cumplimiento de un verdadero acuerdo de intercambio de prisioneros si la ocupación anuncia claramente su compromiso con dicho acuerdo".

Tras estas declaraciones y a la espera de la aceptación oficial por parte del grupo de resistencia palestino, ahora el futuro del acuerdo depende de Israel: el mundo espera que confirme si acepta o no el plan para poner fin a la matanza en Gaza.

Israel dice que “no es un buen acuerdo”

Un asistente de Netanyahu confirmó el domingo que Israel había aceptado la iniciativa para poner fin a la guerra, aunque la describió como defectuosa y que “necesita mucho más trabajo”.

”No es un buen acuerdo, pero queremos desesperadamente que los rehenes sean liberados, todos ellos", afirmó Ophir Falk, principal asesor de política exterior de Netanyahu.

"Hay muchos detalles que resolver", añadió en una entrevista con el Sunday Times de Gran Bretaña, y reiteró que las condiciones israelíes, incluida "la liberación de los rehenes y la destrucción de Hamás" no han cambiado.

Mientras tanto, la oficina de Netanyahu reiteró su intención de continuar la ofensiva del país en Gaza hasta que se logren todos los objetivos bélicos de Tel Aviv.

Tensiones internas en el Gobierno israelí

El retraso en la respuesta de Netanyahu está relacionado también con tensiones internas en el Gobierno. Tanto el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, amenazaron el sábado con dimitir si Netanyahu aceptaba el plan presentado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Sin los partidos de estos dos ministros, la coalición de Netanyahu perdería su mayoría en el Parlamento.

Ben Gvir dijo que su partido "disolvería el gobierno", mientras que Smotrich afirmó que se negaría a "formar parte de un gobierno que acepte el esquema propuesto".

"Exigimos que la guerra continúe hasta que Hamás sea destruido y regresen todos los rehenes", escribió. También añadió que se oponía al regreso de los desplazados palestinos al norte de Gaza y a la "liberación masiva de terroristas" durante un canje de prisioneros.

Por el contrario, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, instó a Netanyahu a atender el llamado de Biden y le ofreció su respaldo en caso de que sus socios de extrema derecha renunciasen al gobierno.

Mientras tanto, alrededor del 40% de los israelíes apoyan la propuesta de Biden, según una encuesta realizada por la Autoridad de Radiodifusión de Israel.

Las claves de la propuesta presentada por Biden

El plan presentado por Biden consta de tres fases y comenzaría con una tregua que incluye el retiro de las tropas israelíes de las “zonas pobladas” de Gaza durante seis semanas, la liberación de algunos rehenes y un aumento significativo de la asistencia humanitaria.

La segunda parte comprende negociaciones que llevarían a "un fin permanente de las hostilidades”. En este periodo el resto de los rehenes serían liberados, así como prisioneros palestinos, mientras que las fuerzas israelíes se retirarían completamente de Gaza.

El acuerdo culminaría con un proceso de varios años para “reconstruir” el enclave ampliamente dañado y el regreso de todos los rehenes, de acuerdo con lo informado por la Casa Blanca.

En la propuesta para reconstruir Gaza, las naciones árabes y la comunidad internacional también participarán de una manera que “no permita que Hamás se rearme”.

Las anteriores propuestas de alto el fuego

En los últimos meses se han presentado varias propuestas de alto al fuego, cada una con marcos similares al que describió Biden el viernes, pero todas fracasaron. El principal punto conflictivo ha sido la insistencia de Israel en que sólo discutirá pausas temporales en los combates hasta que Hamás “sea destruido”.

En enero, una propuesta incluía el cese de las hostilidades durante seis semanas para la liberación de los rehenes israelíes que necesitaran atención médica urgente, incluidos niños, mujeres y ancianos. Se pidió a Israel a cambio que liberara a un número significativo de prisioneros palestinos y aumentara la ayuda humanitaria a Gaza.

La siguiente fase proponía que Hamás liberara al resto de los rehenes y entregara los cuerpos de aquellos que han muerto en el enclave.

Sin embargo, Netanyahu rechazó los términos que planteó Hamás y se comprometió a continuar la guerra hasta “la victoria absoluta”.

En febrero, la Casa Blanca afirmó que Israel había acordado detener los combates durante Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes. Tal tregua no se materializó.

Tampoco el proyecto de acuerdo presentado a principios de marzo tuvo éxito. En este caso, los israelíes habían aceptado un acuerdo de seis semanas de alto el fuego y la liberación de los rehenes vulnerables enfermos, heridos, personas mayores y mujeres.

Asimismo, en mayo, Hamás aceptó una propuesta de cese del fuego que le fue presentada por Egipto y Qatar, pero Israel dijo que no cumplía con sus “demandas centrales” y que continuaría su ofensiva en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.

Al igual que la más reciente, ésta constaba de varias fases de 42 días cada una y la segunda etapa concluiría con un “largo y sostenible período de calma”, así como el levantamiento completo del bloqueo de Gaza.

Israel continúa sus ataques

Israel bombardeó el domingo varios sectores de Gaza, entre ellos Rafah, en el extremo sur del territorio palestino.

Pese a la oposición de la comunidad internacional, el ejército israelí lanzó el 7 de mayo una ofensiva contra Rafah, una zona en el sur de Gaza donde se refugiaban aproximadamente 1,5 millones de palestinos que tuvieron que huir de sus hogares.

En esta ciudad, a fines de mayo bombardeos israelíes mataron al menos 61 palestinos que vivían en tiendas en un campo de desplazados.

Desde el 7 de octubre, la brutal ofensiva de Israel ha causado más de 36.479 personas y al menos 82.777 personas resultaron heridas. Además, se estima que miles de palestinos continúan desaparecidos bajo los escombros.

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