Rescatistas del Líbano desafían el peligro bajo las bombas de Israel

Los equipos de rescate en el Líbano arriesgan sus vidas para atender a las víctimas de los ataques de Israel en todo el país, con recursos ya agotados tras cinco años de crisis económica.

Tras los ataques aéreos israelíes en los barrios de Ras Al Nabaa y Basta Al Fawqa, los equipos de defensa civil y de emergencia libaneses llevan a cabo una operación de búsqueda y rescate en Beirut, Líbano. / Foto: AA
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Tras los ataques aéreos israelíes en los barrios de Ras Al Nabaa y Basta Al Fawqa, los equipos de defensa civil y de emergencia libaneses llevan a cabo una operación de búsqueda y rescate en Beirut, Líbano. / Foto: AA

El Líbano sigue sufriendo las devastadoras consecuencias de los ataques que Israel intensificó desde el 23 de septiembre, sumiendo a la nación en una situación humanitaria crítica. Solo este lunes, las fuerzas de Tel Aviv mataron al menos a 18 personas en el primer bombardeo contra el norte del país desde que comenzó la escalada, según la Cruz Roja libanesa.

Otras cuatro personas resultaron heridas en el ataque se lanzó sobre el pueblo de Aito, ubicado en una región montañosa de mayoría cristiana lejos de los bastiones tradicionales de Hezbollah, según la organización. Y añadió que se realizaban los esfuerzos para buscar supervivientes bajo los escombros.

En medio de los sucesivos bombardeos, los equipos de rescate de Líbano enfrentan todo tipo de dificultades en su labor para atender y buscar a las víctimas. A lo que se suma el agotamiento de los rescatistas que cuentan con recursos muy limitados para realizar su trabajo, mientras enfrentan el permanente peligro de morir bajo la lluvia de las bombas israelíes, como les ha ocurrido a tantos de sus compañeros.

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Soldados del ejército libanés observan cómo una excavadora despeja los escombros tras un ataque aéreo israelí en Aito, norte del Líbano, el 15 de octubre de 2024. Foto: Joseph Eid. AFP.

Entre las valientes personas que se han sumado como rescatistas voluntarios está Aya Wehbeh, una libanesa que, cuando la llamaron para atender un ataque en el centro de Beirut la semana pasada, se horrorizó ante la posibilidad de que las bombas hubieran impactado la casa de su familia.

"Este momento es realmente duro", dijo la joven de 25 años tras los ataques gemelos contra los distritos de Nweiri y Basta en Beirut, que dejaron al menos 22 muertos. "Podría haber acabado sacando a mi madre, a mi padre, a mi tía o a mi vecino de entre los escombros", señaló.

Aya, quien lleva cinco años como voluntaria en labores de rescate, asegura que “esta ofensiva es muy diferente a la de otros años”. Después de casi un año de enfrentamientos transfronterizos entre Israel y Hezbollah, el total de muertos por los ataques de Tel Aviv en el Líbano aumentó a 2.309, según el Ministerio de Salud local.

Wissam al-Qubeissi, de 29 años, aseguró que está decidido a seguir con los esfuerzos de rescate, a pesar de las dificultades en el terreno. "Somos muchos y estamos muy motivados", afirmó el voluntario en una entrevista con la agencia de noticias AFP. Vestía un uniforme gris que él mismo tuvo que comprarse.

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Un hombre despeja escombros del techo de un edificio en el lugar de un ataque aéreo israelí previo en el pueblo de Aito, en el norte del Líbano, el 15 de octubre de 2024. Foto: Joseph Eid. AFP.

Sin embargo, plantea una pregunta inquietante: "¿Pero qué sentido tiene hacerlo si nos faltan excavadoras, equipos y material de protección?".

En un depósito de almacenamiento, le mostró a AFP cascos oxidados, mangueras contra incendios desgastadas y extintores a punto de expirar. Wissam subrayó que él y sus compañeros están "trabajando con recursos mínimos".

"Si tuviéramos más equipo, cascos y chalecos ignífugos, habríamos podido ayudar más", señaló el voluntario, quien trabaja además en comunicaciones en el sector privado.

“Estamos agotados”

La más reciente ofensiva de Israel contra el Líbano se desató justo en medio de la peor crisis económica que ha sufrido este país y que comenzó en 2019. La devaluación de la moneda local ha debilitado los servicios públicos, dejando a muchos sin capacidad de respuesta.

Youssef Mellah, director de operaciones especiales de defensa civil, destacó que la crisis financiera ha dejado al organismo sin fondos, dificultando enormemente su labor.

"Si algo deja de funcionar, lleva mucho tiempo reemplazarlo", comentó Mellah, quien dirige las operaciones de 8.000 rescatistas en 235 estaciones a nivel nacional. La mayoría de los equipos, incluidas excavadoras, han sido donados por particulares u organizaciones privadas.

El sur del país, especialmente impactado por los ataques aéreos israelíes y los enfrentamientos en la frontera, es donde el trabajo de rescate se torna aún más desafiante.

Anis Abla, jefe de defensa civil en Marjayoun, en la frontera sur, sufrió graves quemaduras en la cara y las manos hace dos meses mientras extinguía un incendio provocado por los bombardeos israelíes. "Nuestras misiones son cada vez más difíciles, los ataques son constantes y nos tienen como objetivo", lamentó Abla. "Estamos agotados".

La situación es crítica para otros equipos también: la Cruz Roja Libanesa informó que algunos de sus paramédicos sufrieron heridas leves el domingo, tras un ataque cuando realizaban una operación de rescate.

También a principios de mes, el ministro de Salud informó que más de 40 paramédicos y bomberos murieron en solo tres días debido al fuego israelí.

Pese a todo, Abla subrayó que los equipos de rescate mantienen su compromiso: "Estamos protegiendo al pueblo del Líbano".

El Consejo de Seguridad exige respetar fuerzas de paz de la ONU

La violencia que Israel ha desatado también se ha extendido a las fuerzas de paz de la ONU que tienen presencia en la frontera. Una serie de agresiones de Tel Aviv contra los cascos azules llevó a que el Consejo de Seguridad instara a todas las partes a respetar la seguridad de este cuerpo.

Este domingo, dos tanques israelíes irrumpieron en una sede de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) y desde que comenzó la ofensiva terrestre israelí las posiciones de esta entidad han sido alcanzadas al menos 20 veces.

Ante esta situación, “los miembros del Consejo de Seguridad expresaron su profunda preocupación después de que varias posiciones de la FPNUL fueran atacadas en los últimos días”, dijo Pascale Baeriswyl, embajadora de Suiza ante la ONU, después de una reunión sobre Líbano.

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Ankara destacó la creciente importancia del papel de la FPNUL en el mantenimiento de la seguridad regional tras los mortíferos ataques de Israel contra el Líbano. / Foto: Archivo AA

Al leer la declaración, Baeriswyl dijo que los miembros del consejo reiteraron su respaldo a la FPNUL, subrayando su papel en el apoyo a la estabilidad regional. "Expresaron también su profunda preocupación por las víctimas y el sufrimiento de los civiles, la destrucción de la infraestructura civil y el creciente número de desplazados internos. Instaron a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario", añadió.

El Consejo de Seguridad también pidió que se aplicara plenamente su resolución 1701, aprobada en 2006 con el objetivo de mantener la paz en la frontera entre el Líbano e Israel y "reconoció la necesidad de adoptar más medidas prácticas para lograr ese resultado".

La FPNUL se creó en marzo de 1978 tras la invasión de Israel al Líbano. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas lo estableció para garantizar la retirada de las tropas de Tel Aviv, restaurar la paz y ayudar al gobierno libanés a restablecer su autoridad en la región.

Actualmente, la FPNUL cuenta con más de 10.500 efectivos de 50 países que operan a lo largo de un tramo de 120 kilómetros conocido como la Línea Azul, que delimita la frontera. Los países que más contribuyen a la fuerza son Indonesia, India, Ghana, Nepal, Italia, Malasia, España, Francia, China e Irlanda.

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