¿Qué es el virus Oropouche que alarma en Latinoamérica y cómo se transmite?
La Organización Panamericana de la Salud declaró alerta epidemiológica por un nuevo brote del virus Oropouche que ya infecta a miles de personas en América Latina. Estas son las claves.
Con más de 8.000 casos confirmados en cinco países de América Latina, la preocupación por el virus Oropouche en la región se ha disparado. Este brote reciente llevó a que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitiera una alerta epidemiológica para la región el 1 de agosto de 2024.
Los países más afectados por este virus, que se propaga principalmente a través de la picadura de insectos, son Brasil con 7.284 casos, Bolivia con 356, Perú con 290, Colombia y Cuba con 74 cada uno, según el informe más reciente de la OPS, publicado el pasado 3 de agosto. Sin embargo, la entidad advirtió que debido a la falta de monitoreo existe la posibilidad de que el número de personas infectadas sea mayor.
La alerta epidemiológica de la OPS elevó a “alto” el nivel de riesgo para Latinoamérica, debido al “primer reporte de muertes asociadas a la infección”. También por la identificación de casos de “transmisión madre-hijo que han causado muertes fetales y microcefalias en recién nacidos”, según informó la organización.
¿Cómo se transmite y cuáles son sus síntomas?
Este virus, cuya sigla es OROV, se propaga mediante la picadura del insecto conocido como jején (culicoides paraensis) y también de algunas especies del mosquito culex (culex quinquefasciatus).
Hasta el momento, no hay evidencia de que se pueda transmitir por otras vías, como el contacto de la piel o a través del aire.
Los síntomas de la enfermedad que produce este virus son similares a la infección por dengue. Entre ellos, fiebre, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, dolores y molestias. En algunos casos también se presenta fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes. En raras ocasiones, la sintomatología puede ser grave con meningitis aséptica.
La duración de los síntomas puede extenderse hasta siete días y la recuperación completa puede tardar varias semanas. La evaluación por parte de un profesional de la salud es clave para el manejo adecuado de los síntomas y la evolución de la enfermedad.
El virus lleva este nombre porque los primeros casos fueron documentados cerca del río Oropuche, en Trinidad y Tobago, en el año 1955. Desde entonces se han registrado brotes esporádicos en Brasil, Ecuador, Guyana Francesa, Panamá y Perú.
¿Cuál es el tratamiento para este virus?
Actualmente no existe un tratamiento o vacuna específica para el Oropouche. Además del reposo y la hidratación, el tratamiento puede incluir medicamentos para reducir la fiebre y el dolor, según informa la OPS.
Asimismo, el Oropouche se confirma mediante pruebas de laboratorio, aunque no existe un test rápido como ocurre para otros virus.
Brasil, uno de los más afectados
En Brasil, las autoridades reportaron dos muertes atribuidas al Oropouche. Es la primera vez que se registran fallecimientos por este virus. También se informó de cuatro casos de transmisión de mujeres embarazadas a los fetos, que causaron muerte fetal, y cuatro casos de malformaciones congénitas.
En este país el 76% de los casos se concentró en la Amazonía. Entre las demás regiones con infecciones hubo algunas que reportaron casos por primera vez. Esto indica que la propagación aumenta rápidamente y empieza a llegar a más lugares.
La infección también alcanzó Europa, donde hay reportes de casos del virus. Entre junio y julio se notificaron por primera vez casi 20 casos importados del virus en 3 países: 12 en España, 5 en Italia y 2 en Alemania, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Todos ellos habían viajado recientemente a Cuba o Brasil.
¿Cómo se puede prevenir el virus del Oropuche?
Si bien los brotes actuales siguen bajo investigación, la OPS aconseja a los países afectados que implementen acciones de prevención y control de los insectos transmisores. También recomienda disminuir las poblaciones de mosquitos peligrosos para ayudar a prevenir el incremento de casos.
Además llama a crear conciencia entre la población sobre las estrategias para protegerse, con especial énfasis en las mujeres embarazadas, ancianos y enfermos.
Las acciones recomendadas incluyen proteger las viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas, ventanas y camas; usar ropa que cubra brazos y piernas, y aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o icaridina.
Asimismo, la OPS advirtió que el riesgo de propagación y transmisión del OROV está aumentando debido al cambio climático, la deforestación, la urbanización descontrolada no planificada y otras actividades humanas que afectan los hábitats de los reservorios y favorecen las interacciones entre el insecto transmisor y el potencial afectado.