En estos momentos, los latinos ya están iniciando negocios a un ritmo el doble de rápido que la media nacional y sus 5 millones de empresas aportan, actualmente, más de 800.000 millones de dólares a la economía de los Estados Unidos, según un informe de la Agencia Federal de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés).
Las nuevas compañías estadounidenses están impulsadas por “la enorme diversidad de la nación” e incluyen “más empresarios de origen afroamericano y latino que nunca”, según declaró recientemente Isabel Casillas, responsable de la SBA.
Una situación que se ha visto favorecida por las nuevas iniciativas empresariales que, en los últimos tres años, han dado lugar a la creación de 16 millones de nuevos negocios en todo el país.
De todos estos proyectos, es la creación de empresas hispanas la que muestra un ritmo de crecimiento más rápido en la última década, pasando del 7% al 10%, solo entre 2019 y 2022.
A ello ha contribuido la SBA, que respaldó con más de mil millones de dólares en préstamos a los negocios propiedad de latinos, durante el año fiscal 2023, estableciendo un récord histórico.
Constante emprendimiento
Pero para la mayoría de los emprendedores llegar hasta aquí no ha sido fácil.
Muchas de las personas que hoy están detrás de los millones de empresas latinas vinieron a Estados Unidos hace décadas y, en muchos casos, después del desembarco de sus padres.
Es precisamente el alto nivel de emprendimiento el que ha llevado a esta comunidad a situarse, en los últimos años, como el grupo étnico que más negocios per cápita crea en Estados Unidos.
Un ejemplo de ello es la mexicana Carla Mantecón, CEO de Cocolita Food. “Empecé con mi empresa, en 2014, ofreciendo servicios de catering pero ahora lo complemento con otras actividades, como los cursos de cocina”, dice a TRT Español.
“Mi negocio ha ido modificándose con el paso de los años. Ha ido variando en el número de trabajadores y otras circunstancias. Cuando llegué a Estados Unidos, hace diez años, las empresas latinas tenían poco alcance y hasta se sentía discriminación pero ahora las cosas han cambiado”, añade.
La aceptación y conocimiento de los latinos, con los años, ha ido creciendo junto al aumento de las oportunidades.
“En general creo que hay más respeto hacia nuestra comunidad lo que se traduce en más ocasiones de negocio, aunque no es fácil llegar a un sitio donde uno no tiene familia cercana y los comienzos son complicados”, señala Carla.
Falta de reciprocidad
En estos momentos, las empresas de emprendedores de origen hispano ya emplean a más de tres millones de trabajadores, algo que irá al alza según las previsiones basadas, entre otras cosas, en el ritmo de crecimiento de la población y su vocación empresarial.
De hecho, si bien el censo estadounidense de 2023 cifra la población latina en 63’7 millones de personas, para 2060 se espera que alcance los 119 millones.
Sin embargo, esta evolución demográfica y empresarial de momento no es correspondida de la misma manera por la contraparte empresarial estadounidense.
Como señala un informe de McKinsey publicado por Bloomberg, estas compañías aún no muestran suficiente atención al consumidor latino, dando lugar a que un tercio de estos se muestre descontento acerca de la oferta actual de producto.
Esta es una de las causas por las que ciertos productos que resultan atractivos para el consumidor latino son generados, en muchas ocasiones, por dueños de negocios del mismo grupo étnico.
Sin embargo, en juego están cien mil millones de dólares, una cifra nada despreciable que podrían engordar las ganancias de estas empresas si prestaran más atención al nuevo espectro de clientes.
Representación en Wall Street
Si bien la mayoría de los negocios de la comunidad hispana corresponden a pequeños y medianos empresarios, también hay corporaciones gigantes con presencia tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica, que cotizan en Wall Street.
Estas empresas pertenecen en su mayoría al sector minorista, los hidrocarburos, el comercio electrónico, las telecomunicaciones y la banca.
La brasileña Petrobras, la argentina MercadoLibre o Walmart de México, lideran el listado de las más potentes. Su presencia no es numerosa pero ha aumentado en los últimos años, tras décadas de posicionamiento.
Disponer de sólidos recursos económicos, el conocimiento e interpretación de las diferentes culturas de negocio, un crecimiento constante, la construcción del posicionamiento de marca y el potencial de inversión son algunos de los elementos necesarios para que estas empresas hayan podido competir con las corporaciones más potentes del mundo.
Importantes desafíos
Ser miembro de tan exclusivo club no es fácil. En ocasiones las empresas necesitan ser respaldadas por otras corporaciones que, tanto a nivel económico como de confianza, avalen sus proyectos.
El dinamismo y fiabilidad de las iniciativas latinas ha dado lugar que plataformas de capital riesgo, como L'ATTITUDE Ventures, inviertan en empresas innovadoras en su etapa inicial, siempre que sean propiedad o estén dirigidas por latinos estadounidenses.
Y es que los problemas a los que se enfrentan los negocios de la comunidad latina en suelo estadounidenses son numerosos.
Como señala un estudio realizado por Square y Hello Alice, tras una encuesta con 2.700 propietarios de pequeñas empresas, la necesidad de obtener capital mediante financiación a través de los bancos o de otras corporaciones que apuesten por las nuevas empresas, es solo uno de ellos.
Además hay que tener acceso a la materia prima, saber cómo llegar a los clientes, disponer de habilidades para dar a conocer el negocio a través de estrategias de marketing y hacerlo crecer a lo largo del tiempo.
Como señalan en este estudio Elizabeth Gore y Carolyn Rodz, cofundadoras de Hello Alice, la plataforma gratuita que ayuda a crecer a más de un millón de pequeños negocios, “las pequeñas empresas dirigidas por minorías han sido históricamente representadas de forma inadecuada y suelen afrontar una serie única de desafíos al intentar hacer crecer sus empresas”.
Esta es la situación en la que se encuentra la uruguaya de segunda generación Carolina Grace Heinen, creadora de la firma Hozuca. Ella y su socia han montado recientemente esta start-up, para la que buscan financiación, con la idea de renovar casas y convertirlas en viviendas sostenibles y eficientes a nivel energético.
Pero su idea en estos momentos no es solo la búsqueda de financiación para un problema recurrente, como es el de la ineficiencia energética en las viviendas estadounidenses, sino hacerlo “contratando a profesionales latinos y de otras minorías que, desde su óptica de la diversidad, ofrecen una visión más creativa y completa”, señala Carolina a TRT Español.
Es esa “experiencia de vida y la formación de estas personas que vienen de otros lugares la que nos aporta un punto de vista del que carecen ciertos profesionales que solo han vivido en Estados Unidos”, añade Heines, en su búsqueda de nuevas ideas que son “fácilmente aplicables en este país”.