A 23 años del 11-S, la islamofobia sigue creciendo en Estados Unidos
A más de dos décadas de los ataques del 11 de septiembre, la islamofobia en Estados Unidos sigue en aumento, afectando a la comunidad musulmana. Después del 7 de octubre de 2024, aumentó hasta un 70%.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus actos de conmemoración marcaron un capítulo crucial en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, a dos décadas de esos trágicos eventos, la comunidad musulmana estadounidense sigue enfrentando las duras secuelas de una islamofobia exacerbada por la tragedia.
“Los musulmanes siguen siendo objeto de odio, acoso y discriminación como resultado de los estereotipos perpetuados” después de los atentados, explicó Hussam Ayloush, director ejecutivo de la sección de Los Ángeles del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR-LA).
Sólo durante la primera mitad de este 2024, la discriminación y los ataques contra musulmanes han aumentado un 70%, en medio de una oleada de odio que comenzó tras el 7 de octubre y creció durante la brutal ofensiva de Israel en Gaza, según informó el Consejo.
El aumento de crímenes de odio tras el 11-S
La islamofobia, que se define como el rechazo o el prejuicio contra el islam y los musulmanes, tiene una fuerte presencia en Estados Unidos.
Según las estadísticas del FBI, los crímenes de odio contra los musulmanes se dispararon inmediatamente después del 11 de septiembre, aumentando un 1.617% entre 2000 y 2001. Esta cifra es una de las más altas de crímenes de odio islamófobos en la historia de Estados Unidos.
Asimismo, el 62% de los musulmanes afirman haber sentido hostilidad por parte de otros debido a su religión y el 65% se han sentido irrespetados, según explicó Zahra Jamal, directora asociada del Instituto Boniuk para la Tolerancia Religiosa, de la Universidad Rice en Houston, a la Agencia Anadolu, en 2022.
“Ese porcentaje es casi tres veces mayor que el de los cristianos”, añadió, detallando que “los judíos (60,7%) y los musulmanes (61,7%) tienen el doble de probabilidades que los cristianos y los adultos estadounidenses en general de ser objeto de ataques verbales”.
“Ambos grupos presentan tasas más altas de sufrir violencia física, persecución, o daños a la propiedad debido a su religión”, añadió.
Asimismo, más del 80% de los musulmanes informaron que “otros asumían cosas sobre ellos”, y el 21% de los adultos musulmanes denunciaron acoso policial.
Cambiando la narrativa
Sin embargo, CAIR-LA enfatizó que la única manera de combatir la islamofobia, los estereotipos y la discriminación que aumentó tras el 11 de septiembre es abordarlos directamente.
“Es importante responsabilizar a las personas que perpetúan el racismo, la intolerancia y la xenofobia por sus palabras y acciones de odio en todos los sectores, ya sea en la frontera, en el aeropuerto, por parte de las fuerzas del orden o de un político”, dijo Ayloush.
Luego, apuntó a que “sigamos combatiendo el racismo institucional y construyendo el poder político musulmán para influir en las políticas y la legislación, así como trabajar para abordar la islamofobia a nivel estatal o del Congreso, ya sea en forma de acoso, discriminación, injusticia a manos del gobierno o vigilancia del FBI”.
También lamentó que: “Los musulmanes no son el primer grupo, y lamentablemente no serán el último, que se enfrenta al odio y la discriminación en Estados Unidos”.
“Nuestro país tiene una larga historia de deshumanización y marginación de diversos grupos étnicos y religiosos, ya sea que se trate de comunidades negras, indígenas estadounidenses, judías, asiáticas, isleñas del Pacífico u otras”, señaló Ayloush.
“Al aprender y reconocer la historia de nuestro país y su falta de aceptación y tolerancia, todos podemos trabajar para cambiar la narrativa”, sostuvo.
“Es importante recordar que los actos de intolerancia no sólo afectan a quienes los cometen, sino que nuestra reacción ante ellos se convierte en un reflejo de nosotros como nación. ¿Somos compasivos y nos guiamos por la justicia? ¿O somos egoístas y apáticos?”, reflexionó.
El efecto Trump
Sin embargo, el informe del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas sostuvo que las estadísticas no son inesperadas, considerando el gran daño causado por la perpetuación del odio por parte del expresidente Donald Trump durante su mandato.
“La presidencia de Trump hizo que fuera socialmente aceptable ser abiertamente antimusulmán”, explicó Ayloush, de CAIR-LA.
“Además de retuitear a entidades islamófobas desde su cuenta de Twitter, y de afirmar durante su campaña que cree que 'el islam nos odia', también hizo múltiples comentarios y políticas xenófobas sobre los inmigrantes y refugiados musulmanes”, explicó.
Una de las más polémicas decisiones que tomó el expresidente, fue la del “veto al viaje de los musulmanes” en la que “se prohibió a los viajeros de varios países de mayoría musulmana ingresar a Estados Unidos”, sostuvo Ayloush.
“Aunque la administración actual revocó la prohibición, todavía estamos lidiando con sus ramificaciones hasta el día de hoy, con muchas familias que siguen separadas”, agregó.
Cómo se sustenta la islamofobia
Existe una larga lista de falsedades que afectan a la comunidad musulmana. Sin embargo, el Consejo enfatizó un estereotipo que considera que impacta más duramente.
“La falsedad más flagrante es la idea de que los musulmanes son de alguna manera más propensos a la violencia que otros grupos o religiones”, dijo Ayloush.
“Esta ideología peligrosa e inexacta presenta a los más de 2.000 millones de seguidores del islam de una manera que, en última instancia, los deshumaniza”, explicó
O peor aún, “ha dado lugar a políticas gubernamentales y prácticas de vigilancia a la comunidad musulmana” por ser considerada sospechosa de ataques, añadió.
Después de los ataques, explicó Ayloush, se produjo “una tormenta perfecta: el pueblo estadounidense y su gobierno necesitaban un “enemigo”.
Según Zahra, otros estereotipos frecuentes contra los musulmanes incluyen: “Los musulmanes discriminan a las mujeres, son hostiles a los EE.UU., son hostiles a los judíos y cristianos, son menos civilizados que otras personas, son parcialmente responsables de los actos de violencia llevados a cabo por otros musulmanes, están tratando de suplantar la Constitución de los EE.UU. con la Sharia (ley canónica islámica basada en las enseñanzas del Corán), y están en contra de la libertad religiosa”.