El auge mexicano en la industria global de semiconductores

Enmarcado por tensiones comerciales y líneas de suministro en crisis, México se prepara para surgir como un eslabón decisivo en el mercado global de esta codiciada mercancía.

México apuesta por el mercado de los semiconductores. / Foto: Getty Images
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México apuesta por el mercado de los semiconductores. / Foto: Getty Images

Aunque actualmente el país latinoamericano no sea referente en el mercado de semiconductores, el Gobierno mexicano ha llevado a cabo inversiones clave dentro de su industria en los últimos años, atrayendo la atención de grandes jugadores en la cadena de suministros de semiconductores.

A su vez, la urgencia estadounidense por asegurar autosuficiencia en la producción de semiconductores y posicionarse como líder en esta industria, ante los gigantes del este asiático controlando el mercado actualmente, ha impulsado el suelo mexicano a ser preparado para la llegada de fuertes inversiones en el sector.

Dotando de vida a smartphones, computadores, automóviles, utensilios domésticos y centros de datos, los semiconductores son esenciales para la vida diaria.

Después de un breve auge en su demanda durante la pandemia de COVID-19 en el 2020, las líneas de suministro de semiconductores se vieron fuertemente golpeadas por la guerra comercial entre China y Estados Unidos y el cierre de industria durante la contingencia sanitaria por la pandemia, ocasionando una grave escasez global.

En México (como en el resto del mundo), el desabasto resultó en una reducción en la manufactura de vehículos, una de las actividades económicas más críticas para el país. En 2021, se dejaron de producir en México 581.513 automóviles. En conjunto, Estados Unidos, México y Canadá dejaron de producir casi 2,5 millones de vehículos por la crisis de semiconductores.

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Un joven en un centro de fabricación de semiconductores.

La crisis sacudió a la industria y evidenció las limitaciones en la región para satisfacer las necesidades del mercado doméstico. ​​Las presiones derivadas de la dependencia a mercados extra-regionales, sobre todo los asiáticos, llevó a los socios de Norteamérica a buscar alternativas que llevaran a la autosuficiencia en el hemisferio.

A través del nearshoring- estrategia que recae en la ubicación geográfica de México, la proximidad de puntos industriales con Estados Unidos y el tejido de rutas comerciales conectándolos, el Gobierno estadounidense está apoyándose de su vecino del sur para asegurar sus objetivos en la industria.

Estados Unidos busca la delantera

En Agosto del 2022, la administración estadounidense liderada por el presidente demócrata Joe Biden anunció la entrada en vigor de la CHIPS and Science Act, ley aprobada por unanimidad en el Congreso, que asegura más de 200 billones de dólares en cinco años para ayudar a Estados Unidos a recuperar una posición de liderazgo en la fabricación de semiconductores.

A través de un comunicado de la Casa Blanca, Washington anunció esta nueva ley como un contrarresto a la hegemonía china, refrendando que, a pesar de ser un invento estadounidense, actualmente Estados Unidos produce solo el 10% de la oferta mundial mientras que Asia del Este produce el 75%.

Para el profesor en economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México, Raúl Felíz, la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha trazado un camino claro para el futuro de la industria de semiconductores.

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Armado de una placa con microchips y semiconductores. (GETTY IMAGES)

“Yo no creo que Estados Unidos quiera ayudar a China. Entonces, si la posición de China es instalarse en México para exportar (semiconductores) a Estados Unidos, pues no creo que funcione, porque Estados Unidos va a tratar de bloquear esas inversiones”, comenta Felíz.

Además, la CHIPS and Science Act remite a productores a trabajar explícitamente con aliados de Estados Unidos, así como con productores ubicados en países aliados como es el caso de Samsung en Corea del Sur y el productor más grande del mundo la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).

Actualmente TSMC aseguró fondos por 40 billones de dólares del Chips and Science law para construir una fábrica de semiconductores en el estado de Arizona.

El rol de México

El 18 de febrero de 2023, el presidente López Obrador dio un importante aviso en el estado de Sonora. En el noroeste mexicano, estado colindante con Arizona (Estados Unidos), Obrador anunció la construcción de una cadena de producción de semiconductores entre Arizona y Sonora, “los famosos chips”, dijo el presidente.

El centro binacional que ha ser construido en el desierto sonorense será potenciado por el Plan Sonora, iniciativa impulsada por el Presidente Obrador que está transformando al estado del norte en una potencia fotovoltaica, habiendo inaugurado para febrero la fábrica más grande de toda Latinoamérica en este tipo de energía, la cuál servirá para alimentar la cadena de producción de semiconductores de Arizona.

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El gobierno mexicano anunció la construcción de un centro de desarrollo de semiconductores en Sonora.

Sobre la misma costa oeste, los estados de Jalisco y Baja California anunciaron en abril que tres fábricas de chips se instalarán en sus centros industriales. Alberto Bustamante, director de la Industria Nacional de Autopartes de México dijo en conferencia de prensa que las tres empresas se dedicarán a la fabricación y reprogramación de semiconductores para la industria automotriz.

La inversión ha movilizado los sectores educativos e industriales de Jalisco, estado que en agosto anunció una inversión de más de 2 millones de dólares para el desarrollo del talento especializado en diseño y prueba de semiconductores, esperando preparar a 100 profesionales en la materia.

Además, hasta 20 empresas taiwanesas han mostrado su interés en México para la cadena de suministros de chips. En junio, una misión compuesta por una veintena de empresas, tres asociaciones y un centro de investigación de los sectores eléctrico, microchips y tarjetas de circuitos impresos arribó al país para conocer las ventajas que México ofrece.

A finales de septiembre, los gobiernos de México y Estados Unidos sostuvieron El Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), en Washington, donde los aliados cimentaron el futuro de la industria de semiconductores y la integración regional en su producción, invirtiendo en educación e infraestructura encaminada a los semiconductores a la par que Estados Unidos concreta la Chips and Science Act.

“Yo no veo que en el corto plazo podamos tener un gran desarrollo tecnológico, excepto en los procesos simples”, dice Felíz. “Pero tenemos la gran ventaja de que estamos al lado de Estados Unidos y por razones de seguridad nacional necesitan que los chips se fabriquen lo más cerca posible y México está levantando la mano”, concluye.

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