El caído régimen de Assad usó más de 70 métodos de tortura en 50 prisiones

La Red Siria de Derechos Humanos denuncia que las fuerzas del régimen de Assad detuvieron al menos a 1,2 millones de personas durante la guerra civil y los sometieron a diversos métodos de tortura.

Los cuerpos de quienes fueron torturados hasta la muerte en la prisión de Sednaya son trasladados a un hospital en Damasco / Foto: AA
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Los cuerpos de quienes fueron torturados hasta la muerte en la prisión de Sednaya son trasladados a un hospital en Damasco / Foto: AA

Durante el derrocado régimen del partido Baaz en Siria, miles de personas fueron sometidas a tortura en decenas de prisiones, más allá de la infame cárcel de Sednaya.

Desde el comienzo de las protestas en marzo de 2011, el régimen de Bashar al Assad, ahora derrocado, habría torturado y asesinado a miles de personas. Sin embargo, se teme que los casos no documentados puedan ascender a decenas de miles.

Según la Red Siria de Derechos Humanos (SNHR), las fuerzas del régimen detuvieron al menos a 1,2 millones de personas durante la guerra civil, sometiéndolos a una variedad de métodos de tortura.

A pesar de que el régimen proclamó más de 20 decretos de supuestas amnistías durante la guerra civil, organizaciones internacionales de derechos humanos afirman que las detenciones de sirios continuaron de manera sistemática. Diversos informes de agencias internacionales coinciden en que muchos de los detenidos fueron asesinados bajo tortura.

La agencia de noticias Anadolu ha recopilado detalles sobre los centros y métodos de tortura utilizados por el régimen del Baaz, que gobernó Siria durante 61 años.

72 métodos de tortura diferentes

De acuerdo con un informe exclusivo que la SNHR compartió con Anadolu, el régimen empleó 72 métodos de tortura que incluían violencia física, psicológica y sexual.

También sometió a los detenidos a trabajos forzados y aislamiento, violando derechos humanos fundamentales.

La tortura física incluía verter agua hirviendo sobre los cuerpos de las víctimas, simular ahogamientos sumergiendo las cabezas en agua, electrocutar a las personas con porras eléctricas y colocar a los detenidos desnudos sobre sillas metálicas electrificadas.

Otras prácticas inhumanas eran fundir bolsas plásticas sobre los cuerpos, apagar cigarrillos en la piel y quemar dedos, cabellera y orejas con encendedores.

El régimen también utilizaba métodos brutales como arrancar uñas con alicates, arrancar cabellos, amputar partes del cuerpo con herramientas afiladas, y clavar clavos en áreas sensibles como manos, lenguas y narices.

El informe del SNHR también indica que los centros de tortura del régimen se clasificaban en cuatro categorías: prisiones civiles, prisiones militares, centros de detención secretos y no oficiales, y centros de interrogatorio de las unidades de seguridad.

Se calcula que existieron más de 50 de estos centros en casi todas las provincias del país.

Prisiones bajo el control del Ministerio del Interior

En las ciudades tomadas por los grupos opositores que derrocaron al régimen del partido Baaz, su primera acción fue liberar a los detenidos, la mayoría de los cuales eran miembros de la oposición.

Se liberaron a personas recluidas en las principales cárceles, incluidas las prisiones centrales de Alepo, Hama, la de Adra en Damasco, la de Homs y la de Suwayda.

Sin embargo, los prisioneros de las cárceles centrales de Tartus y Latakia todavía esperan su liberación.

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Un hombre sostiene una cuerda en la prisión de Sednaya, donde se decía que miles de personas fueron detenidas y torturadas por el régimen de Assad durante la última década, mientras las familias llegaban para buscar información sobre sus familiares detenidos y desaparecidos el 9 de diciembre de 2024 en Damasco, Siria. Foto: Getty Images.

Centros de crimen

Decenas de miles de personas fueron torturadas durante años en prisiones militares dependientes del Ministerio de Defensa.

Entre ellas, Sednaya, Mezzeh y Qaboun en Damasco, y Al-Balloon y Tadmur en Homs destacaban como centros de tortura extrema. Nunca más se volvió a saber sobre muchos de los detenidos en esos lugares.

Tras la caída del régimen a manos de los grupos opositores, los prisioneros de las cárceles de Mezzeh y Qaboun también fueron liberados.

La prisión de Mezzeh, ubicada en el aeropuerto militar del distrito Mezze de Damasco, era administrada por unidades de inteligencia militar dependientes del Ministerio de Defensa.

Centros de detención secretos y no oficiales

También existieron centros donde el régimen detenía a sus opositores, pero estos eran prácticamente secretos.

Según el SNHR y otras organizaciones de derechos humanos, el objetivo de establecer estos lugares secretos era llevar a cabo torturas aún más graves. Aquellos que terminaban en estos centros no tenían ninguna posibilidad de supervivencia.

Estas instalaciones operaban bajo la Cuarta División, comandada por el hermano de Bashar Al-Assad, Maher Al-Assad.

A principios de 2012, el régimen también convirtió casas, villas y estadios en centros de detención. Uno de estos lugares fue el Campo Deir Shmeil, en el noroeste de Hama.

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Los equipos buscan túneles secretos en la prisión militar de Sednaya después tras la caída del régimen de Assad, el 9 de diciembre de 2024.

Centros de detención y tortura

Las unidades de seguridad vinculadas al régimen también desempeñaron un papel activo en la operación de centros de interrogatorio y detención.

El sistema de seguridad estaba compuesto por cuatro servicios principales de inteligencia: el Servicio de Inteligencia Militar (conocido como "seguridad militar"), el Servicio de Seguridad Política, la Dirección General de Inteligencia (conocida como "seguridad del Estado") y la Dirección de Inteligencia Aérea.

El Servicio de Inteligencia Militar, la red más grande del país, contaba con al menos 20 divisiones.

El Servicio de Seguridad Política mantenía instalaciones en la mayoría de las provincias, mientras que la Dirección General de Inteligencia operaba seis sedes principales en Damasco.

La Dirección de Inteligencia Aérea ocupaba el segundo lugar en detenciones, después del Servicio de Inteligencia Militar. Con divisiones en casi todas las provincias, esta dirección estaba especialmente activa en las zonas con aeropuertos militares.

Estas unidades estaban bajo el control de la Oficina Nacional de Seguridad Siria, establecida en 2012. Los detenidos en ellas normalmente eran transferidos a los principales centros de Damasco después de varios días, donde podían permanecer presos durante años.

En todo el país, las unidades de seguridad operaban más de 45 sucursales de detención, de las cuales 18 estaban ubicadas en Damasco.

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