Gaza es un “infierno viviente", mientras Netanyahu entorpece posible tregua
Mientras una agencia de la ONU advierte sobre “la pesadilla” de los civiles en Gaza, el primer ministro Netanyahu siembra dudas sobre el posible alto el fuego que respalda Estados Unidos.
Gaza ha sido diezmada y se convirtió en un "infierno viviente" para más de 2 millones de personas por cuenta de los incesantes ataques israelíes, advirtió Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), este lunes.
Su alerta llega apenas horas después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, pusiera en duda la viabilidad del cese del fuego que respalda Estados Unidos, al asegurar que solo está dispuesto a aceptar una tregua “parcial” que no ponga fin a la guerra.
En una entrevista transmitida la noche del domingo en el Canal 14, una estación israelí conservadora y pro-Netanyahu, el mandatario dijo que estaba "preparado para hacer un acuerdo parcial --esto no es ningún secreto-- que nos devolverá a parte de la gente", en referencia a los aproximadamente 116 rehenes que aún se encuentran en Gaza.
"Pero estamos comprometidos a continuar la guerra después de una pausa, para completar el objetivo de eliminar a Hamás. No estoy dispuesto a renunciar a eso", insistió.
Aunque los comentarios de Netanyahu no se desviaron drásticamente de lo que ya había dicho anteriormente en términos de un acuerdo de alto el fuego, sí llegan cuando la crisis humanitaria en el enclave se ha intensificado a niveles sin precedentes y las organizaciones advierten sobre las condiciones extremas de los palestinos.
De hecho, durante sus declaraciones este lunes, Lazzarini sostuvo que "en los últimos nueve meses, hemos sido testigos de fracasos sin precedentes de la humanidad en un territorio marcado por décadas de violencia”.
A eso se suma que al describir la situación como "una pesadilla" de la que los habitantes de Gaza no pueden despertar, lamentó que "niveles catastróficos" de hambre en el sitiado territorio sean el resultado de la acción humana.
"Los niños están muriendo de desnutrición y deshidratación, mientras los alimentos y el agua potable esperan en los camiones", afirmó.
La ruptura del orden civil ha resultado en saqueos y contrabando desenfrenados que impiden la entrega de la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente.
También se refirió a la situación en Cisjordania ocupada, advirtiendo que "otra tragedia se está desarrollando" bajo la sombra de Gaza, ya que más de 500 palestinos han sido asesinados desde el 7 de octubre.
Respecto a los millones de refugiados palestinos que están en territorio palestino ocupado, en Líbano, en Siria y en Jordania, Lazzarini dijo que la mayoría ha vivido durante generaciones "a menudo con derechos limitados y en una pobreza extrema, esperando una solución política que ponga fin a a su difícil situación."
"Hoy son testigos de la mayor tragedia palestina desde la Nakba", sostuvo.
La UNRWA pagó un "precio terrible" en Gaza
Lazzarini señaló que 193 trabajadores de la agencia han muerto en Gaza desde el 7 de octubre. "La agencia ha pagado un precio terrible", aseveró.
También advirtió que el espacio operativo de la agencia se está "reduciendo" en la ocupada Cisjordania mientras las medidas arbitrarias impuestas por Israel "restringen severamente" la presencia y el movimiento del personal.
"Además de estos ataques estamos siendo testigos de un esfuerzo concertado para desmantelar la UNRWA con el objetivo de cambiar los parámetros políticos establecidos para la paz en el territorio palestino ocupado", afirmó.
"Este esfuerzo incluye propuestas legislativas que buscan socavar nuestras operaciones amenazando con el desalojo de nuestro complejo y etiquetando a la UNRWA como una organización terrorista".
Lazzarini destacó que la agencia está bajo la mira por "su papel en la salvaguardia de los derechos de los refugiados palestinos" y porque "encarna un compromiso internacional con una solución política".
Israel y EE.UU. parecen distanciarse por Gaza
Israel y Estados Unidos parecen estar cada vez más distanciados por el alto el fuego en Gaza, a medida que Netanyahu ha insistido en continuar la guerra para perseguir su meta de eliminar a Hamás, un objetivo considerado como inverosímil por muchos expertos.
Los comentarios del primer ministro israelí sobre el cese del fuego en Gaza contrastan marcadamente con las líneas generales de una propuesta que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el mes pasado para desescalar la ofensiva en el enclave. Justamente, un importante esfuerzo diplomático que semanas después parece no estar rindiendo frutos.
Las declaraciones públicas de Netanyahu podrían tensar aún más los vínculos de Israel con Estados Unidos, su principal aliado, que ha insistido públicamente en un cese del fuego.