Israel cierra centro donde palestinos sufrían torturas para ocultar pruebas

Organizaciones de derechos humanos afirman que el gobierno israelí busca ocultar la evidencia de abuso sistemático que sufrieron los palestinos en el centro de detención Sde Teiman.

Esta reconstrucción de las instalaciones militares de Sde Teiman, hecha a partir de testimonios de primera mano, ofrece una mirada al interior del infame centro de detención donde retuvieron a palestinos. / Foto: CNN vía X
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Esta reconstrucción de las instalaciones militares de Sde Teiman, hecha a partir de testimonios de primera mano, ofrece una mirada al interior del infame centro de detención donde retuvieron a palestinos. / Foto: CNN vía X

La decisión de Israel de cerrar el centro de detención Sde Teiman, usualmente comparado con la prisión de la Bahía de Guantánamo, tiene como objetivo evadir la rendición de cuentas y ocultar las pruebas de los terribles abusos cometidos contra los detenidos palestinos.

El gobierno israelí anunció el pasado 11 de junio el cierre gradual de este centro, ubicado en el desierto de Negev y administrado por militares, luego de que varios medios de comunicación publicaran relatos desgarradores de torturas y violaciones de derechos humanos que ocurrieron en sus instalaciones.

La difusión de estos relatos aumentó la presión sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu, que ya acumula varias acusaciones de llevar a cabo una “guerra genocida” contra los palestinos desde el 7 de octubre.

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Organizaciones israelíes de derechos humanos, incluida la Asociación por los Derechos Civiles en Israel, presentaron el pasado 23 de mayo una petición ante la Corte Suprema israelí exigiendo respuestas sobre la condición de los reclusos en este centro. Pidieron también el cierre de las instalaciones debido a las condiciones inhumanas y los maltratos que violaban tanto el derecho israelí como el internacional.

En este marco, el gobierno israelí dijo que para finales de junio todos los detenidos serán reubicados en otras prisiones dentro de Israel o liberados en Gaza.

Sin embargo, grupos de derechos humanos dicen que la decisión del gobierno israelí tiene como objetivo eludir las demandas de transparencia y rendición de cuentas por los abusos cometidos contra los detenidos.

También ven esta medida como un intento de ocultar pruebas que podrían ser descubiertas mediante una investigación exhaustiva.

"La ocupación israelí quizás piense que al transferir a los detenidos de Sde Teiman a otras prisiones se librará de la responsabilidad de sus crímenes", explicó Abdullah Al Zaghari, director de la Sociedad de Prisioneros Palestinos. "Sin embargo, no será así", afirmó Al Zaghari a TRT World.

Asimismo, Al Zaghari señaló que, a partir de los testimonios de los exdetenidos, la comunidad internacional ahora es consciente de que se cometieron “crímenes graves” en Sde Teiman.

“Entonces, si efectivamente lo han cerrado y ya no hay detenidos palestinos allí, esto sólo ratifica que la ocupación israelí cometió crímenes de lesa humanidad y crímenes médicos contra los detenidos allí y ahora busca encubrirlos”, añade.

Un campo de concentración en medio del desierto

Sde Teiman, que originalmente era una base militar ubicada a 30 kilómetros del muro de Gaza, se convirtió en un centro de detención similar a un campo de concentración durante la ofensiva israelí sobre Gaza.

Allí mantuvo cautivos a muchos de los palestinos que fueron detenidos arbitrariamente en sus hogares.

El gobierno israelí notificó al Tribunal que, de los 700 palestinos detenidos, 500 ya han sido trasladados a las prisiones militares de Ofer y Ktzi'ot. Se desconoce la situación actual de los otros 200 cautivos.

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En este sentido, Milena Ansari, investigadora de Human Rights Watch (“Observatorio de Derechos Humanos”) especializada en Israel y Palestina, explica a TRT World que la detención y el traslado de palestinos a prisiones dentro de Israel violan el derecho internacional humanitario, en particular la prohibición de detener a personas protegidas fuera del territorio ocupado.

"Esto también puede equivaler al crimen de guerra de deportación y traslado forzoso", indica Ansari.

A finales de mayo, el ejército israelí anunció que formaría un comité asesor, a cargo de su jefe, Herzi Halevi, para examinar las condiciones de los detenidos en las prisiones controladas por militares.

El 3 de junio, un periódico israelí informó que la policía militar había iniciado 48 investigaciones penales, en su mayoría relacionadas con la muerte de detenidos, incluidos 36 palestinos que murieron en Sde Teiman y dos detenidos de Gaza que murieron cuando eran trasladados al centro.

Sin embargo, no se han presentado cargos penales y no se ha arrestado a ningún sospechoso en esta investigación.

Por su parte, Al Zaghari argumentó que estas medidas fueron tomadas en respuesta a la presión internacional y que son parte de la propaganda israelí. De esta forma, se presenta como un sistema democrático que toma medidas para corregir sus acciones.

“En realidad, si el traslado de los detenidos del campo a otras prisiones se lleva a cabo, se trata de un intento del sistema de ocupación israelí de detener la investigación del equipo”, aseguró.

Torturas y abusos sistemáticos

Informes de medios de comunicación y de organizaciones de derechos humanos, así como testimonios de detenidos han revelado detalles horrendos de torturas y abusos sistemáticos contra los palestinos retenidos en el campamento del desierto.

Los detenidos denunciaron haber sido amenazados con el asesinato de miembros de su familia, con ser lesionados o detenidos indefinidamente si no proporcionaban la información solicitada.

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Originalmente una base militar, Sde Teiman se convirtió en un centro de detención similar a un campo de concentración durante la invasión israelí de Gaza. CNN

Algunos también denunciaron haber sido encerrados en jaulas y atacados por perros, según Jonathan Fowler, director superior de comunicaciones de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Los testimonios incluyen relatos de otros abusos físicos y psicológicos, por ejemplo períodos prolongados de arrodillamiento con los ojos vendados y las manos atadas, privación del sueño, exposición al frío extremo y negación de necesidades básicas como comida, agua y atención médica.

Además, tanto hombres como mujeres denunciaron incidentes de violencia sexual y acoso por parte de soldados israelíes mientras estaban detenidos.

Otros métodos de malos tratos denunciados por los detenidos incluyeron insultos y humillaciones, como obligarlos a comportarse como animales o echarles orina encima, utilizar música y ruidos muy altos, negarles el derecho a orar y utilizar durante mucho tiempo esposas fuertemente cerradas, lo que les provocaba heridas y lesiones, anotó Fowler.

“Suenan las alarmas”

Pero esta no es la única prisión en los territorios palestinos ocupados donde se han producido torturas y malos tratos continuos contra los detenidos palestinos. Hay al menos otras 25 prisiones que han funcionado con este objetivo durante décadas.

Por eso, el traslado de los cautivos palestinos a otras prisiones no garantiza que mejore su situación.

"El sufrimiento de los presos continúa en otras prisiones, donde las condiciones de vida no son humanas. Los testimonios provenientes de varias prisiones, entre ellas Negev, Megiddo, Nafha, Ramon, Gilboa y Ofer, indican que las vidas de los detenidos son un infierno", subrayó Al Zahgari.

Las condiciones en el resto de las prisiones no han hecho más que empeorar desde el 7 de octubre y, además, se ha informado de la muerte de al menos 18 palestinos bajo custodia israelí.

Según datos del Servicio Penitenciario de Israel, más de 9.000 palestinos se encuentran recluidos en diversos centros de detención, y sólo 2.070 se encuentran bajo estatus de "prisioneros". El resto está clasificado en categorías como "detenidos por motivos de seguridad", "detenidos administrativos" y "combatientes ilegales".

Además, muchos palestinos se encuentran bajo detención administrativa, lo que permite una detención prolongada sin juicio ni cargos, a menudo basada en cargos poco específicos como incitación o pruebas secretas, y permanecen incomunicados.

"Human Rights Watch documentó recientemente que trabajadores de Gaza fueron detenidos y permanecían incomunicados en la base militar de Anatot y en la prisión de Ofer, donde sufrieron tratos humillantes”, explicó Ansari, añadiendo que Sde Teiman, al igual que Anatot, “es una base militar no apta para la detención y que carece de una supervisión adecuada”.

“Teniendo en cuenta el historial de décadas de tortura de Israel a detenidos palestinos y su completo aislamiento del mundo exterior, están sonando las alarmas ante la gravedad de la situación dentro de las prisiones israelíes”, concluyó.

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