¿Qué significa y qué pasará con Netanyahu tras orden de arresto de la CPI?
La Corte Penal Internacional ordenó arrestar a Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza. Pero, ¿qué pasará ahora?. Aquí las claves.
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este jueves órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant. Se los acusa de crímenes de guerra y de lesa humanidad, dado su rol directo en la ofensiva contra la población civil en Gaza, así como de asesinatos, persecución y otros actos inhumanos contra los palestinos.
La orden de arresto había sido solicitada en mayo por el fiscal de la corte, Karim Khan. Ahora, los tres jueces del tribunal determinaron que existen fundamentos sólidos para considerar que tanto Netanyahu como Gallant –quien estuvo en el cargo de ministro de Defensa desde el inicio de la ofensiva israelí hasta principios de noviembre de este año–, tienen “responsabilidad criminal” por utilizar el hambre en Gaza como arma de guerra. Esto incluye restricciones sistemáticas al suministro de alimentos y ayuda humanitaria desde el 7 de octubre de 2023.
Estas son las claves de lo que podría pasar tras la orden de arresto.
Netanyahu y Gallant, ¿serán arrestados?
Aunque la emisión de las órdenes es un avance clave a nivel simbólico, la posibilidad de que las detenciones se ejecuten y el caso se concrete sigue siendo incierta. La CPI no cuenta con una fuerza policial propia, por lo que, según sus estatutos, los 124 Estados parte tienen la obligación de arrestar y entregar a cualquier individuo sujeto a una orden de arresto, si este entra en su territorio.
Aún así, las consecuencias por no cumplir estas órdenes son principalmente diplomáticas: podrían remitir al país al órgano rector de la CPI y, en última instancia, al Consejo de Seguridad de la ONU. Por lo tanto, la eficiencia real de la orden de arresto depende de la colaboración de los Estados parte.
Entre estos países se encuentran los miembros de la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, Japón, Brasil, Australia, Palestina y Jordania. Países como Canadá y España ya han confirmado que cumpliran con la orden.
No obstante, es importante recordar que ni Israel ni Estados Unidos son miembros. Este último ha defendido incesablemente el derecho de Israel a su legítima defensa, y reiterado su apoyo incondicional a su aliado de Oriente Medio.
¿Pueden viajar Netanyahu y Gallant?
Aunque la orden de arresto no implica una prohibición formal de viajar, Netanyahu y Gallant pueden enfrentar riesgos si visitan un Estado miembro de la CPI, ya que podrían ser arrestados. Esto podría influir en sus decisiones sobre desplazamientos internacionales.
Además, aunque no existen restricciones para que líderes políticos, legisladores o diplomáticos de países miembros se reúnan con los acusados, el hacerlo podría generar percepciones públicas negativas.
Si se emiten las órdenes de detención, Netanyahu y Gallant serían acusados de “someter a civiles a sufrir hambruna hasta la muerte como método de guerra”, lo que se considera un crimen de guerra. / Foto: Archivo de Reuters
¿Influirá en el caso de la Corte Internacional de Justicia?
No de manera directa, pero tal vez de forma indirecta. La solicitud de la CPI es un asunto separado de, por ejemplo, los casos judiciales que exigen un embargo de armas contra Israel o el caso de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU, que acusa a Israel de violar la Convención sobre el Genocidio en Gaza.
Sin embargo, una decisión de los jueces de la CPI de que existen motivos razonables para creer que Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant están cometiendo crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza podría fortalecer el caso de Sudáfrica ante la CIJ, ya que esa corte también toma en cuenta las determinaciones de otros tribunales.
La decisión de emitir una orden de arresto también podría fortalecer los desafíos legales que exigen un embargo de armas en otros lugares, ya que numerosos estados tienen disposiciones contra la venta de armas a países que puedan usarlas de maneras que violen el derecho internacional humanitario.
Presión para los aliados occidentales
El Gobierno israelí ha expresado indignación por la medida y anunció que ha comenzado preparativos legales para contrarrestar las acciones de la CPI. Las órdenes podrían tener consecuencias en la política interna de Israel, intensificar las divisiones internas e influir en la imagen pública de Netanyahu y su gabinete. Pero más allá de esto, esto podría escalar en confrontaciones legales y políticas con países aliados que respaldan la independencia de la CPI.
Algunos de sus aliados más importantes son países que, a partir de ahora, por su estatus de miembros de la CPI están obligados a arrestar y entregar a Netanyahu y Gallant si entran en sus territorios.
Entre estos se encuentran Reino Unido, Canadá, Australia, Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Países Bajos y Noruega, que han estado apoyando a Israel proporcionando armamento y cobertura diplomática, permitiendo así la perpetuación de las atrocidades en contra de los palestinos, a pesar del rechazo internacional al genocidio.
Civiles buscan supervivientes entre los escombros, tras el bombardeo cercano al Hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza. | Foto: AFP
Reacciones internacionales
Tras conocerse la orden de arresto, varios líderes de la comunidad internacional y grupos reaccionaron inmediatamente.
El enviado de Palestina en Reino Unido, Husam Zomlot, aplaudió las órdenes de arresto, calificándolas como "un paso hacia la justicia", y pidió la aplicación de "todo el peso de la ley" por igual sobre los "criminales de guerra israelíes".
Además, el grupo de resistencia palestino Hamás instó a la CPI a ampliar la rendición de cuentas a todos los líderes de la ocupación. También recordó que, si bien es un paso importante hacia la justicia, este avance sería "limitado y simbólico" si no cuenta con el respaldo práctico de todos los países.
Asimismo, las naciones europeas han expresado reacciones encontradas, mientras que el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó que las órdenes de arresto de la CPI no son una decisión política, sino judicial, y que la decisión de la Corte debe ser respetada e implementada.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Türkiye, Hakan Fidan, eligió la decisión por ser un paso positivo hacia "la realización de la justicia". Agregó que esta decisión representa un paso vital para llevar a la justicia a los oficiales israelíes responsables del genocidio.
Por el contrario, algunos países rechazaron firmemente la medida. Entre ellos, el gobierno argentino emitió un comunicado en el que dijo que la orden "ignora el legítimo derecho de Israel a defenderse".
Estados Unidos, el gran aliado
Cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló ante el Congreso de Estados Unidos a principios de este año, fue recibido con ovaciones y aplausos de los legisladores. Ahora, tanto de la administración del presidente Joe Biden como del entorno del mandatario electo, Donald Trump, reaccionaron inmediatamente contra la decisión de la CPI.
Biden tildó de "escandalosa" la decisión de la Corte y aclaró que Estados Unidos siempre estará "junto a Israel contra las amenazas a la seguridad", según un comunicado oficial.
Asimismo, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, añadió: "Rechazamos rotundamente la decisión del tribunal de emitir órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes".
El congresista Mike Walz, elegido como asesor de seguridad nacional para el futuro gobierno de Trump, también criticó duramente al tribunal por su decisión.
"Israel ha defendido legalmente a su pueblo y sus fronteras de los terroristas genocidas. Se puede esperar una fuerte respuesta al sesgo antisemita de la CPI y la ONU en enero", dijo, dejando entrever que, una vez que Trump llegue al poder, podría confrontar a la CPI.
El entonces presidente estadounidense, Donald Trump, junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Nueva York, Estados Unidos
Varios senadores republicanos también reaccionaron contra la medida, entre ellos, Lindsey Graham quien prometió “represalias” contra los países que cooperen con la decisión.
Además, afirmó: "Si no actuamos con firmeza contra la CPI tras su escandalosa decisión... estaremos cometiendo un gran error". Enfatizó que ni Israel ni Estados Unidos son miembros de la CPI, y que la no respuesta reconocería implícitamente su jurisdicción en el país norteamericano.