Sangre y lluvia: refugiados en Gaza sufren inundaciones bajo ataque israelí

A las bombas de Israel, que han caído sin cesar sobre Gaza por casi un año, ahora se les suman intensas lluvias que inundaron las tiendas de campaña de cientos de familias ya desplazadas.

Las tiendas de campaña improvisadas en las que viven desde hace casi un año se han deteriorado y ya no se pueden utilizar./ Foto: AP / Photo: AFP
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Las tiendas de campaña improvisadas en las que viven desde hace casi un año se han deteriorado y ya no se pueden utilizar./ Foto: AP / Photo: AFP

Mientras la atención internacional se centra en los ataques contra el Líbano, la brutal ofensiva de Israel sobre Gaza no se detiene: al menos cinco personas murieron en el bombardeo a una escuela que albergaba a palestinos desplazados en Nuseirat, uno de los ocho campos de refugiados históricos del enclave, según informaron autoridades de salud locales.

El lunes, otro ataque aéreo, dirigido contra una vivienda familiar, se cobró la vida de cinco personas, entre ellas una mujer y cuatro niños, en la ciudad de Deir al Balah, donde se refugian un millón de personas.

Ahora, al asedio de las bombas israelíes se le suman las intensas lluvias que este lunes cayeron sobre Gaza, empeorando las ya precarias condiciones de los 2 millones de desplazados en el territorio palestino. El agua inundó las tiendas de campaña, arrasó algunas de ellas y las dejó prácticamente inservibles.

Para intentar sortear el mal tiempo, algunas personas colocaron cubos de agua en el suelo con el objetivo de proteger los colchones de las filtraciones y cavaron zanjas para drenar el agua de sus tiendas.

Sin mencionar que el precio de las nuevas tiendas y de las láminas de plástico para evitar las filtraciones se disparó.

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Niños palestinos se encuentran en su tienda de campaña improvisada en un campamento instalado en el patio de una escuela en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde se han refugiado la mayoría de los civiles, el 13 de diciembre de 2023. Foto: AP.

Sobreviviendo a las lluvias y a los ataques

Ahmed Al-Burai, de 30 años, relató que muchas familias construyeron sus tiendas de campaña con sacos de harina usados, ropa gastada y bolsas de nailon. En cuanto empezó a llover, el agua y el viento se llevaron muchas tiendas e inundaron otras.

"Todo se inundó, las mantas, la comida y hasta las personas en apenas unas horas de lluvia", dijo Burai a la agencia Reuters vía telefónica desde Al Mawasi, una zona designada como humanitaria en el sur de Gaza.

"La mayoría de los desplazados no tienen cómo pagar los nuevos precios de las tiendas de campaña y las lonas de plástico. Hace apenas dos días, el precio de las lonas de plástico oscilaba entre 27 y 54 dólares y hoy ha subido entre 189 y 216 dólares debido a la avaricia de los comerciantes", dijo Burai.

Para hacer frente a esta nueva emergencia, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) hizo un llamado a apoyar con más recursos a los palestinos de Gaza.

"La población de Gaza se enfrenta a un nuevo desafío: la lluvia. La temporada de otoño ha llegado y pone en peligro a la población, que no cuenta con infraestructura ni recursos para aislarse. Necesitan asistencia”, declaró en la red social X.

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Un invierno infernal por delante

Además, con el inminente frío que ya empieza a llegar, y tras casi un año desde que comenzó la brutal ofensiva de Israel, los palestinos de Gaza se preparan para soportar su segundo invierno bajo asedio.

Las tiendas de campaña improvisadas en las que viven desde hace casi un año se han deteriorado y ya no se pueden utilizar. Así lo señaló un comunicado reciente del gobierno de Gaza el 14 de septiembre.

El comunicado señala que el 74% de las tiendas de campaña donde se encuentran los desplazados están inutilizables y que 100.000 de las 135.000 tiendas necesitan ser reemplazadas urgentemente debido al desgaste.

Muhammad Abdullah Kobi, quien se mudó al campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, con su familia para vivir en una tienda de campaña, describió cómo estos lugares están desgastados y rotos, y el suelo donde las instalaron no es apto para vivir.

Kobi explicó que incluso un breve aguacero fue suficiente para inundar las tiendas y que no recibieron lonas impermeables ni suministros de organizaciones internacionales para ayudarlos a sobrevivir el invierno.

"Llovió durante una hora y este es el resultado. ¿Qué haremos cuando llueva durante días? No tenemos ningún lugar seguro ni habitable al que podamos ir: no tenemos casa, ni siquiera una caravana. Ni siquiera tenemos medicamentos para nuestros hijos cuando se enferman", insistió.

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Campamento de refugiados en Rafah, Gaza

“¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta tragedia?

Las mismas escenas se produjeron en la ciudad de Deir al Balah, otra zona afectada por la lluvia.

Ahmed Abdullatif, cuyos colchones y mantas quedaron empapados por la lluvia, expresó su frustración: "Nuestro sufrimiento continúa y nadie mueve un dedo. La gente parece disfrutar del dolor de nuestras mujeres y niños".

En otra tienda, Fatma intentaba coser su refugio destrozado mientras su marido, Khalid, luchaba por salvar sus pertenencias de las aguas de la inundación.

"¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta tragedia?", preguntó Khalid.

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