Carbón ecológico: cómo Burkina Faso aborda la crisis climática
El carbón vegetal verde está surgiendo como una alternativa al uso generalizado del carbón tradicional para cocinar en África.
Mucho antes de que los aviones encogieran el mundo y la crisis climática se convirtiera en una preocupación global, había algo curiosamente romántico en que los pilotos de locomotoras transportaran carbón a la cámara de combustión de una máquina de vapor, mientras el tren silbante avanzaba a través de paisajes pastorales, lanzando humo hacia el cielo.
Lo cierto es que el carbón, una de las fuentes de energía más antiguas del mundo, también se encuentra entre los principales emisores de dióxido de carbono, representando el 40% de las emisiones responsables del calentamiento global.
Por el contrario, su accesibilidad y utilidad en la industria, hacen que parezca difícil prescindir del carbón. Pero la entrada de carbón ecológico o verde, es una fuente de energía alternativa que está impulsando una revolución ecológica y económica en algunas partes de África.
Ya sea de origen sedimentario o adquirido mediante la quema de madera, el carbón ha estado entre las fuentes de energía más utilizadas para usos domésticos e industriales desde que los primeros humanos descubrieron el fuego.
Ousmane Doumbia, a quien le gusta preparar buena comida los fines de semana, utiliza a menudo carbón vegetal, que cuesta una media de 2.500 francos por bolsa en su Mali natal. "Utilizo carbón para infundir sabor, un olor que me recuerda al pescado que solía comer en ciertas ocasiones en mi pueblo", le dice a TRT Afrika.
Al igual que Ousmane, residente de Bamako, la capital de Malí, 850 millones de africanos utilizan carbón vegetal.
El carbón también se encuentra entre los principales emisores de dióxido de carbono y representa el 40% de las emisiones responsables del calentamiento global. (Foto: TRT Afrika)
Problemática mundial
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el consumo anual de leña o carbón vegetal se acerca al metro cúbico por persona en el Sudeste Asiático, África y América del Sur. La cifra disminuye en los países donde los bosques son cada vez más escasos.
En términos de consumo de carbón industrial (a menudo del tipo sedimentario), el sector eléctrico es el principal usuario. La Agencia Internacional de Energía (AIE) informa que para 2023, la demanda mundial de carbón aumentará a 8,53 mil millones de toneladas.
La escala de consumo está creciendo a pesar de que la industria y los científicos coinciden en que el consumo de carbón es responsable de casi el cuarenta por ciento de las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global.
En este contexto, Armel Kabore, consultor agrícola de Burkina Faso, está convencido del potencial económico y medioambiental del carbón verde.
"No se puede hablar de carbón verde o de carbón ecológico sin hablar de biocarbón, porque a partir de biocarbón se producen briquetas de carbón verde", afirma a TRT Afrika.
La demanda mundial de carbón aumenta. (Foto: TRT Afrika)
Múltiples beneficios
El biocarbón tiene más de siete funciones, incluida la regulación del nivel de pH. También aumenta la retención de agua en el suelo y proporciona a la planta los elementos minerales necesarios.
El carbón vegetal verde o carbón ecológico es la culminación del trabajo realizado por el empresario keniano Tom Osborn.
"La idea de crear esto le surgió a Tom cuando observó los riesgos para la salud que enfrentan las personas en su comunidad mientras cocinan con carbón", dice Kabore, quien experimentó lo mismo mientras crecía en el pueblo de Koudiere, a pocos kilómetros de la ciudad capital de Uagadougoú.
"A Osborn le preocupaba que su madre inhalara humo todos los días y terminara con infecciones respiratorias causadas por la quema de partículas de madera".
El carbón ecológico no emite humo. (Foto: TRT Afrika)
Kabore cree que la producción de carbón ecológico a escala no ha llegado demasiado pronto. ''El carbón ecológico es mejor que el carbón convencional. Se enciende más rápido que el carbón común y es más económico", afirma Kabore.
Batalla por la aceptación
Cada año, Burkina Faso celebra días nacionales de reforestación para garantizar que el país tenga una cubierta arbórea decente. Son los mismos bosques que se talan para producir carbón vegetal.
"Para que la gente pueda comer, tiene que llover para producir cultivos y cereales. Por lo tanto, si talamos árboles, es posible que no llueva. Tendremos nuestro carbón común, pero no tendremos comida”, le dice Kabore a TRT Afrika.
Desde 2019, Kabore aporta su granito de arena a través de campañas de sensibilización y la formación que imparte sobre técnicas de elaboración de carbón vegetal verde. Con una visión más allá de Burkina Faso, fundó "Nature Afrique" para impulsar el cambio. "Es un trabajo de equipo. Llevamos a cabo la capacitación in situ: en el campo, en la carretera y con las poblaciones destinatarias, incluidos hogares rurales", explica Kabore.