¿Qué hay tras del meteórico ascenso de los dramas turcos en Oriente Medio?
La historia en común y la proximidad cultural hacen que los dramas turcos generen furor en la región de habla árabe, superando a la industria del entretenimiento occidental por un gran margen.
Los dramas turcos –o dizi, como se les llama en turco– han sido durante mucho tiempo una opción popular entre los aficionados a la televisión en todo el mundo.
Disponibles y adorados en más de 150 países, se estima que la exportación de dramas turcos recauda casi 500 millones de dólares al año, una cifra que el Gobierno de Türkiye buscó aumentar a 1.000 millones de dólares en 2023. Al ser actualmente uno de los principales exportadores de dramas, el país se proyecta a cerrar aún más la brecha con el principal productor, los Estados Unidos.
También está el hecho de que los dramas turcos son más largos en número de episodios y temporadas que otros programas comparables, lo que significa que los espectadores generalmente pueden disfrutar de un programa con transmisiones diarias y los compradores obtienen más contenido por su inversión.
Entre sus principales mercados de transmisión se encuentran Medio Oriente y el norte de África, dos regiones que han consumido lealmente dizi durante décadas. Cuando los programas se venden al mundo árabe, a menudo se doblan al dialecto sirio del árabe, uno de los más comprendidos en la región, lo que permite a los espectadores sentir que están viendo cualquier otro programa local.
Pero la relación es un poco más compleja que eso.
Proximidad cultural
Una de las principales razones del éxito de los dramas turcos en Oriente Medio es la proximidad cultural entre Türkiye y varias naciones árabes. La religión, la cultura y el manejo de los asuntos de justicia social se superponen considerablemente. Muchos en Occidente incluso consideran que Türkiye es parte de Medio Oriente, que no tiene fronteras políticamente definidas, por razones similares.
Maghie Ghali, periodista y comentarista de arte y cultura radicada en Beirut, dice que los dramas son incluso bastante similares a lo que se produce localmente en el Líbano.
Tomemos, por ejemplo, Cukur, uno de los dizi más populares de Türkiye, que según la revista Forbes recaudó más de 4 millones de dólares en 2019. Según IMDB, el drama gira en torno a una "familia noble de la mafia" cuyo hijo menor debe regresar a casa cuando la familia corre el riesgo de perder el control de su territorio. Tiene una sorprendente similitud con el exitoso programa libanés Al Hayba, en el que una joven viuda regresa a una ciudad fronteriza entre Líbano y Siria para conocer mejor a la familia mafiosa de su difunto esposo. Ha sido elogiado como un espejo de la dinámica de la vida real de estas ciudades fronterizas, que a menudo están gobernadas por familias con estrechos vínculos con las milicias libanesas.
"En términos de tramas dramáticas, desde disputas familiares hasta triángulos amorosos prolongados... a la gente aquí le encantan esas cosas", dice Ghali.
De hecho, una evaluación de los dramas árabes y turcos demuestra que los programas pueden actuar como vehículos para el cambio o, tal vez, como imaginario de cómo podrían ser los paisajes sociales, con dramas que a menudo se centran en los roles de las mujeres y ayudan a normalizar los tabúes.
Poder blando
Por más populares que sean los dizi turcos en el mundo árabe, su capacidad para ser televisados es igualmente precaria.
Decir que el mercado cambió es quedarse corto: en 2018, en medio de tensiones entre Arabia Saudita y Türkiye, ligadas, en parte, a la crisis del Golfo después de que el presidente Erdogan respaldara a Qatar, seis dizi fueron retirados repentinamente del aire en la cadena MBC con sede en Arabia Saudita. Irónicamente, MBC fue la primera emisora árabe en llevar dramas turcos a los hogares del país en 2007.
Cuando los programas fueron retirados del aire, el entonces ministro de Cultura y Turismo de Türkiye, Numan Kurtulmus, condenó la eliminación de los dizi, diciendo que "no son un par de políticos quienes deben decidir desde sus escritorios quién verá qué películas o programas".
La medida fue quizás la mayor prueba de que los dramas turcos son mucho más significativos que en el pasado: de hecho, son un pilar de influencia para Türkiye que ha fomentado un interés único en el país entre los espectadores. Según Gulf News, los programas fueron la razón principal detrás del aumento del turismo árabe en Türkiye durante la última década.
Sin embargo, dado que MBC es el conglomerado de medios más grande del mundo árabe (y los programas están disponibles en casi 20 canales, además de un servicio bajo demanda), la eliminación de los dizi fue suficiente para que el mundo árabe pasara de ser el consumidor número uno de dramas turcos a ocupar el tercer luhar, detrás de América Latina y Europa Central y Oriental.