¿A quién afecta la subida del precio del cacao?

Aunque los precios del cacao en los mercados financieros se han disparado, el aumento beneficia en medida desigual a los productores de cacao, a los procesadores de granos, a los especuladores y a los chocolateros.

Los precios del cacao han subido porque la oferta no ha satisfecho la demanda por tercer año consecutivo.
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Los precios del cacao han subido porque la oferta no ha satisfecho la demanda por tercer año consecutivo.

Los precios del cacao se dispararon a más de 10 mil dólares por tonelada desde el mes de marzo debido a una cosecha deficiente en África Occidental, provocada por adversidades climáticas y plagas que afectaron severamente a las plantaciones. Desde entonces, aunque el precio ha descendido desde su máximo histórico, aún se mantienen tres veces más altos en comparación con el año pasado.

Amplias brechas entre los mercados

En Costa de Marfil y Ghana, los mayores productores de cacao del mundo, las autoridades fijan los precios en octubre basándose en los de los meses anteriores.

Pero para ese momento, las cosechas "ya han sido en su mayoría vendidas", afirmó Tancrede Voituriez, de la organización francesa de investigación y cooperación agrícola CIRAD.

Esto reduce el impacto de las fluctuaciones del precio del cacao, ya sea hacia arriba o hacia abajo.

Como resultado, los pequeños productores, que generalmente ganan apenas lo suficiente para vivir, no se beneficiaron inmediatamente del aumento del precio.

A su vez, las autoridades aumentaron el precio de la cosecha en abril en un 50% entre 2.300 y 2.500 dólares por tonelada. Un aumento modesto en comparación con lo que los agricultores podrían cobrar en los intercambios internacionales.

En países con sistemas menos regulados, como Camerún, Nigeria, Ecuador y Brasil, los productores lograron sacar más provecho de esta tendencia.

Allí, a los agricultores se les ha permitido vender sus granos a compradores dispuestos a acercarse a los precios pagados en los mercados financieros.

Pero ese enfoque desregulado conlleva sus propios riesgos.

"El aumento de los precios ha hecho más atractiva la producción", dijo a la agencia AFP David Gonzales, coordinador de la Cámara Peruana del Café y del Cacao.

El temor es que habrá un exceso de cacao dentro de tres a cinco años, el tiempo que necesitan los agricultores que esperan sacar provecho de los nuevos árboles cultivados, y de esa forma, los precios vuelvan a caer.

Intermediarios a la caza

Los principales procesadores que muelen los granos de cacao para obtener mantequilla, licor o polvo (en particular, las empresas Barry Callebaut de Suiza, Cargill de Estados Unidos y Olam de Singapur) generalmente negocian una gran parte de sus suministros por adelantado.

Pero algunos contratos no han sido cumplidos, lo que los ha obligado a buscar el cacao que se necesita con urgencia a un alto costo y, en algunos casos, a reducir la producción.

Barry Callebaut informó a principios de abril que había retirado más de lo habitual de sus reservas de efectivo para financiar las compras de granos, pero que tenía suficiente cacao disponible para satisfacer la demanda.

A otros intermediarios más pequeños les puede resultar difícil adelantar los fondos necesarios para adaptarse a precios más altos.

Sin embargo, hay un grupo de intermediarios que habrían estado encantados con el aumento de precios.

"A los contrabandistas les habría ido muy bien allí", dijo a la Agencia AFP Steve Wateridge, de la empresa de productos básicos Tropical Research Services.

Dijo que los comerciantes del mercado negro podrían haber aprovechado el sistema en Costa de Marfil y Ghana comprando cacao a un precio ligeramente superior a los precios fijos y vendiendo los granos en el mercado abierto en Togo, Guinea, Liberia o Sierra Leona.

Surtes variadas en los mercados

Los precios del cacao han aumentado porque la oferta no ha satisfecho la demanda por tercer año consecutivo, según la Organización Internacional del Cacao.

Los fondos de inversión que percibieron el cambio de tendencia apostaron por precios más altos, obteniendo una ganancia en el proceso.

Pero a partir de enero, los precios se volvieron muy inestables, incluso más de lo que les gusta a los fondos con apetito por la especulación.

Muchos inversores se retiraron por completo del mercado: el número de contratos negociados cayó de 334.000 a mediados de enero a 146.000 en abril, según Ole Hansen de Saxo Bank.

"No se puede culpar a los especuladores por inflar artificialmente los precios", añadió Wateridge.

Por otro lado, las casas comerciales y los fabricantes de chocolate tienden a protegerse contra las reversiones de los precios apostando contra los mercados financieros, en este caso a la caída de los precios.

Después de que los precios se dispararan, varios tuvieron que depositar más fondos para cubrir sus posibles pérdidas.

Otros con escasez de efectivo han tenido que abandonar sus apuestas, lo que técnicamente los obliga a recomprar contratos en el mercado.

Esto, a su vez, eleva automáticamente el precio del cacao aún más.

Los chocolateros se adaptan

Dado el desfase entre la cosecha del cacao y la producción de una barra terminada, el costo del chocolate en los estantes de los supermercados, en teoría, no debería haberse disparado para los gigantes de la industria Mars, Mondelez, Nestlé, Hershey's y Ferrero.

"Estamos cubiertos en gran medida por nuestros contratos a plazo para el resto del año", confirmó en abril el director general de Nestlé, Ulf Schneider.

Pero a medida que pasa el tiempo, el aumento de los precios del cacao en bruto acabará afectando a sus resultados.

Para evitar trasladar el costo a los consumidores ya afectados por la creciente inflación, los fabricantes podrían alterar sus recetas (aumentando la proporción de avellanas en Nutella, por ejemplo) o reducir el tamaño de las porciones.

Incluso para los fabricantes de chocolate artesanal, el coste del cacao en bruto representa sólo una pequeña parte del producto acabado.

"Hay un gran margen" para las barras de chocolate, afirmó a la AFP Sébastien Langlois, cofundador de la French Cocoa Company, amortiguando el impacto del aumento de los costes de los granos.

Su empresa, que vende productos orgánicos y de comercio justo, aún no ha aumentado sus precios, añadió.

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