Inmigrantes impulsan economía de EE.UU., no “roban” empleos como dijo Trump
El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, aseguró durante su campaña que los inmigrantes "ocupan" empleos de los estadounidenses. Expertos y cifras contradicen su afirmación.
Con una retórica cada vez más dura, la inmigración irregular ha sido uno de los temas predilectos del expresidente y candidato republicano, Donald Trump, durante su campaña presidencial. Ha prometido las mayores deportaciones de la historia de Estados Unidos si gana las elecciones de este 5 de noviembre, un plan que defiende con el argumento que los inmigrantes en el país se están robando empleos de los estadounidenses. Pero esta afirmación es refutada tanto por los expertos como por las cifras.
“Muchos de los empleos que ustedes tienen los están ocupando estas personas que vienen. La población hispana está perdiendo empleos ahora porque millones de personas están llegando”, aseguró Trump el 16 de octubre en un programa de TelevisaUnivision en Florida.
“Van a atacar, y ya lo están haciendo, los empleos de la población negra, los empleos de la población hispana”, dijo el expresidente, añadiendo que los migrantes que cruzan la frontera desde México no solo lo hacen para supuestamente “cometer delitos”, sino también para “quedarse” con los empleos de los estadounidenses.
Sin embargo, economistas y centros de investigación aseguran que tanto el trabajo de los migrantes en situación irregular como el de aquellos con permiso de residencia no le quitan el empleo a nadie. Por el contrario, muestran que sus actividades laborales son clave para el crecimiento económico del país.
Gráficos sobre inmigración ilegal en EE. UU. mientras Donald Trump habla en la Convención Nacional Republicana (RNC) en Milwaukee el 18 de julio de 2024. Foto: Hannah Beier. Getty Images.
Los inmigrantes no “roban” puestos de trabajo
En 2022, más de 30 millones de inmigrantes formaban parte de la fuerza laboral estadounidense, según el Centro de Investigaciones Pew. La mayoría de ellos, 22,2 millones exactamente, eran inmigrantes regulares. Otros 8,3 millones de trabajadores inmigrantes no estaban autorizados.
La presencia de nuevos trabajadores inmigrantes a menudo mejora las perspectivas de empleo de los locales, pues los dos grupos con frecuencia tienen competencias diferentes y conocimientos de idiomas distintos, explicó a la agencia de noticias AP Giovanni Peri, economista laboral en la Universidad de California y director del Global Migration Center.
En este marco, y teniendo en cuenta que no existe un número fijo de empleos en el país, los inmigrantes, tanto legales como irregulares, tienden a contribuir a que empresas que ya existen puedan sobrevivir, añadió Peri, quien ha realizado investigaciones sobre el impacto de la llegada de inmigrantes. Esto se debe a que los trabajos que desempeña la población inmigrante en la mayoría de los casos son labores que los estadounidenses no quieren ejercer.
En contraste con el discurso de Trump, tres cuartas partes de los votantes encuestados por el Pew en agosto señalaron que los inmigrantes indocumentados ocupan en su mayoría puestos de trabajo que los ciudadanos estadounidenses no desean. Mientras, una proporción menor (61%) dice lo mismo de los inmigrantes en situación regular.
Esto se da especialmente en sectores como agricultura, pesca y construcción. De acuerdo al Pew, los inmigrantes constituían alrededor de una cuarta parte de los trabajadores de estas áreas en 2022.
Sin embargo, también hay que destacar que muchos de ellos son científicos, ingenieros e innovadores que contribuyen al crecimiento de la productividad. Un artículo de investigación de 2020 de la Oficina Nacional de Investigación Económica concluyó que los inmigrantes tienen un 80% más de probabilidades de convertirse en empresarios que los trabajadores estadounidenses.
¿Puede prescindir EE.UU. de la fuerza laboral de los inmigrantes?
En este marco, el economista Peri estima que la fuerza laboral formada por personas que están en EE.UU. de forma irregular representa cerca del 4% del PIB anual. Por lo tanto, una deportación masiva supondría unas pérdidas de aproximadamente un billón de dólares.
Por su parte, Justin Gest, politólogo y profesor de la George Mason University, asegura que los inmigrantes "son el alma" y "la columna vertebral" del país, porque de ellos dependen muchas industrias como la alimentaria, los servicios, la construcción, la agricultura, la sanitaria, "indispensables para el funcionamiento de cualquier sociedad". Privar a estos sectores de su mano de obra "tendría un efecto crítico en todo" Estados Unidos, dijo a la agencia de noticias AFP en mayo de este año.
En este sentido, sin los trabajadores extranjeros "el costo de la mano de obra subirá, por lo que los salarios pueden aumentar, lo que también conduce a presiones inflacionarias que conllevan que los precios suban para todos los estadounidenses", explica el politólogo.
Si dejaran de trabajar "sería absolutamente cataclísmico en algunas industrias" y tendría un "efecto dominó que afectaría a toda la economía", coincide Heidi Shierholz, presidenta del Instituto de Política Económica.
Asimismo, un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en abril que la inmigración, junto con la innovación y la energía, son los tres factores que actualmente benefician la economía del país.
Donald Trump pronuncia un discurso sobre inmigración en un evento de campaña en Grand Rapids. Foto: Spencer Platt. Getty Images.
“Estados Unidos se beneficia de la abundante mano de obra que cruza la frontera”, dijo la directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva. “Esto crea un problema político interno, y no todos los que cruzan la frontera aportan algo positivo a la economía, pero esa oferta de mano de obra también da a Estados Unidos otra ventaja comparativa”, señaló.
Indicó también que parte del crecimiento de EE.UU., que fue del 2,5% en 2023 según el FMI, se debe a que la inmigración permite que no se eleven los salarios y, por lo tanto, no suba el costo laboral para las empresas.
Por otro lado, también debe considerarse que los inmigrantes contribuyen con una gran cantidad de impuestos. Según el Instituto de Impuestos y Política Económica, en 2022, unos 10,9 millones de indocumentados pagaron 96.700 millones de dólares en impuestos federales. Además son consumidores, lo que aumenta la demanda de bienes y servicios, que a su vez impulsa la demanda de mano de obra.
La Oficina Presupuestaria del Congreso, una agencia oficial independiente, asegura que un repunte de la inmigración impulsaría la economía de Estados Unidos en unos 7 billones de dólares durante la próxima década, al proporcionar fuerza laboral y aumentar la demanda, recoge AFP.
En la recta final hacia las elecciones presidenciales, que se celebrarán el 5 de noviembre, Trump y la actual vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, enfilan hacia los latinos sus campañas. Sin embargo, los reiterados ataques de Trump contra los inmigrantes no se traducen como un aumento de los votos de los latinos para Harris, quien tiene una postura más flexible en este tema.
La comunidad latina cuenta con 36,2 millones de potenciales votantes (15% del electorado), según proyecciones del Centro de Investigaciones Pew. Para el 85% de ellos, la economía es el factor que decide su voto. Una economía para la cual la fuerza laboral de los inmigrantes es clave, de acuerdo a los informes.