Los 7 estados que pueden definir las elecciones presidenciales en EE.UU.

Los estados “péndulo” tienen un rol fundamental a la hora de determinar el resultado de las elecciones. Cuáles son y por qué podrían definir quién será el próximo presidente de Estados Unidos.

Trump y Harris en el debate del martes 10 de septiembre / Photo: Reuters
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Trump y Harris en el debate del martes 10 de septiembre / Photo: Reuters

Más de 244 millones de personas votarán en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero solo entre 150.000 y 200.000 decidirán si será la vicepresidenta Kamala Harris o el expresidente Donald Trump quien llegue a la Casa Blanca. Estos votantes pertenecen a siete estados clave, conocidos por sus patrones de votación impredecibles, que suelen ser decisivos para determinar al próximo presidente.

En la mayoría de los estados de EE.UU., los resultados son bastante predecibles, ya que su resultado no suele variar entre los dos principales partidos. Por ejemplo, California suele inclinarse hacia los demócratas, mientras que Texas apoya mayoritariamente a los republicanos.

Por eso, el resultado de la elección generalmente depende de un pequeño grupo de estados donde está la verdadera competencia. Estos estados, conocidos como “pendulares” o “bisagras”, se caracterizan por tener una población electoral dividida casi equitativamente entre las diferentes tendencias políticas.

Cada cuatro años, los estados de Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia se convierten en protagonistas, ya que son los que oscilan de forma impredecible entre diferentes candidatos o partidos.

Por qué la clave está en el sistema electoral y los delegados

Más allá del número total de votantes, la relevancia de estos estados clave radica en el sistema electoral de Estados Unidos.

Los ciudadanos no eligen directamente a un candidato, sino que votan por delegados que luego emitirán su sufragio. Así, el candidato que gana la mayoría de los votos en un estado se lleva los votos de todos sus delegados, incluidos los que fueron a su oponente. Cada estado tiene un número diferente de delegados que en total suman 538.

De esta forma, ganará el candidato que logre sumar 270 de los delegados totales.

Según los recuentos de delegados actualizados basados ​​en el censo de 2020, Pensilvania es el mayor “premio” entre los estados en disputa, con 19 delegados. Carolina del Norte y Georgia aportan 16 delegados, Michigan tiene 15, Arizona 11, Wisconsin 10 y Nevada 6.

Ahora bien, si un candidato lograra ganar, por ejemplo, en Pensilvania, Carolina del Norte y Michigan, conseguiría un total de 50 delegados sólo de esos tres estados. Por el contrario, perder cuatro de los siete estados clave reduciría drásticamente sus posibilidades de ganar la elección.

En las elecciones de 2016, Donald Trump ganó a pesar de obtener menos votos totales que su oponente, Hillary Clinton, porque aseguró 304 delegados, gracias a que enfocó gran parte de su campaña en los estados clave.

Hoy, las encuestas muestran que Trump y Harris están increíblemente cerca en estos siete estados, según informó la agencia de noticias Reuters. Por eso, en la recta final hacia la Casa Blanca, ambos candidatos concentran sus esfuerzos en estos estados pendulares.

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