¿Podrá Trump cumplir su promesa de “terminar las guerras” en Oriente Medio?
Los analistas señalan que las promesas del ahora presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre llevar paz a zonas de conflicto en todo el mundo son principalmente “declaraciones políticas”.
El “gran regreso” del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca marca una sorprendente recuperación de la fortuna política del líder republicano, quien enfrenta múltiples casos penales.
Trump desafió las predicciones de las encuestas y de los medios de comunicación sobre una contienda reñida ante su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. Con un amplio margen en su victoria, se convirtió en el segundo presidente en la historia de Estados Unidos, desde Grover Cleveland en 1892, que gobierna por dos mandatos no consecutivos.
A medida que se calman las aguas de la elección y las tensiones bajan, una gran pregunta captará el foco de atención: ¿qué sigue ahora?
¿Cómo el sorprendente ascenso de Trump al cargo político más poderoso del mundo impactará la brutal ofensiva de Israel en Gaza y otros conflictos en el Oriente Medio?
Desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos se ha involucrado cada vez más en los múltiples conflictos que asolan la región, especialmente en los enfrentamientos entre Israel e Irán.
Trump transmitió un mensaje de paz durante su discurso de victoria este miércoles: "No voy a empezar guerras, voy a detener guerras".
Sin embargo, los analistas afirman que estas palabras del presidente electo deben tomarse con cautela.
"Todavía es demasiado pronto para saber si Trump cumplirá sus promesas de ponerle fin a los conflictos en Oriente Medio y en el mundo", señala Yousef Alhelou, analista político palestino.
En esa línea, Alhelou llama la atención sobre la terrible posibilidad de que Trump pueda incluso "acelerar" la ofensiva contra Gaza, al permitir que Israel intensifique su represión hacia los palestinos.
Niños palestinos deambulan entre las ruinas de sus casas en Gaza. Foto: AP
Ahora bien, los palestinos no esperan que Trump sea un presidente a favor de su causa porque creen que "poner fin a la guerra" es simplemente un eslogan político destinado a servir a su campaña electoral, según Alhelou.
Los palestinos acusan a Washington de complicidad en los crímenes de guerra y genocidio que perpetra el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Gaza, continúa Alhelou. Y agrega que las personas en los territorios ocupados por Tel Aviv querrían que la nueva administración de Trump obligara a Israel a poner fin a la ocupación y a cumplir con las leyes internacionales y reglas de derechos humanos.
¿Puede Trump ser diferente?
Los palestinos consideran que todos los presidentes de Estados Unidos –ya sean demócratas o republicanos–han seguido siempre las mismas políticas cuando se trata de la ocupación de sus tierras por parte de Israel, añade el analista.
"Pero tal vez Trump nos sorprenda. Veremos si está realmente interesado en terminar la ofensiva", puntualiza Alhelou en conversación con TRT World.
La comunidad árabe-estadounidense de EE.UU. votó en gran medida por Trump porque espera que él pueda tener un motivo real para terminar con la ofensiva israelí, explica el analista palestino. Y esto podría haber desempeñado un papel crítico para que algunos lugares como Michigan, un estado en disputa, se inclinaran a favor del republicano.
Durante una interacción pública en Dearborn, Michigan, que tiene una población árabe-estadounidense considerable, Trump habló sobre la ofensiva en Gaza al responder una pregunta: "Tiene que parar. Tenemos que hacer algo para que todo funcione. Lo que queremos es la paz”.
Ecaterina Matoi, investigadora del Instituto Político y Económico de Oriente Medio, explica que durante su primer mandato Trump tomó muchas decisiones a favor de Israel, entre ellas reconocer a Jerusalén como su capital, aceptar la soberanía israelí sobre los Altos del Golán ocupados y mediar en los Acuerdos de Abraham entre varios estados del Golfo y Tel Aviv. Sin embargo, advierte que es posible que esta vez adopte un enfoque diferente.
Pero también aclara que un cambio en el enfoque no necesariamente significa la aceptación de un Estado palestino, porque muchos de quienes apoyan financieramente la campaña de Trump son grupos sionistas que defienden los intereses israelíes y una postura dura contra Irán y sus aliados.
En este sentido, las relaciones de Irán con Rusia y China, así como su admisión en la alianza no occidental de los BRICS, también podrían tener una influencia en las acciones de Trump durante su segundo mandato con respecto al conflicto palestino, indica Matoi.
Y agrega: “Todo esto revela una cierta dosis de incertidumbre e imprevisibilidad con respecto a la política exterior de Estados Unidos bajo el nuevo Gobierno de Trump en la región”. “Sin embargo, esperemos que Trump cumpla su palabra y al menos detenga las guerras y la masacre en Gaza… y para todos los demás temas, recurrirá a la diplomacia y la negociación”, completa.
Tras la victoria de Trump, algunos analistas también han señalado que el líder republicano podría estar tentado a cumplir su promesa de desempeñarse como pacificador para terminar los conflictos en diferentes partes del mundo.
Matoi apunta a que Trump aprovechó “palabras mágicas” como “detener guerras” –incluido el conflicto de Ucrania– para cortejar a los estadounidenses que sienten que la administración de Biden utilizaba sus impuestos para llenar los cofres bélicos de Israel y Ucrania.
“El Gobierno de Biden descuidó las preocupaciones de un segmento de la población que simpatizaba con las personas en Gaza”, dice Matoi a TRT World.
Según Sami al Arian, un destacado académico palestino, al menos 25 millones de votantes activos “decidieron boicotear estas elecciones porque no pudieron votar por ninguno de los candidatos”, lo que es “la gran historia de estas elecciones”, ofreciendo así un análisis similar al de Matoi.