La “generación de cristal”, al rescate en la tragedia de la DANA en España

La alerta por nuevas inundaciones sigue activa en varias regiones de España, mientras jóvenes voluntarios se movilizan para ayudar a la recuperación y desafían la imagen de apatía de su generación.

Voluntarios limpian el barro en Paiporta, Valencia, tras las devastadoras inundaciones de noviembre de 2024, mientras miles protestan por la gestión de las autoridades. Foto: Jose Jordan. AFP.
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Voluntarios limpian el barro en Paiporta, Valencia, tras las devastadoras inundaciones de noviembre de 2024, mientras miles protestan por la gestión de las autoridades. Foto: Jose Jordan. AFP.

Las devastadoras e históricas inundaciones que han arrasado España en las últimas semanas, debido al fenómeno de la DANA, han cobrado la vida de al menos 223 personas y causado estragos en decenas de municipios. Sin embargo, esta catástrofe también ha sido el escenario de una ola de solidaridad sin precedentes. Y hay un grupo que ha destacado por su compromiso: la llamada “generación de cristal”, nacida tras el año 2000, que con la ayuda que está prestando desafía los estereotipos.

Descritos a menudo como apáticos y excesivamente enfocados en el mundo digital, los jóvenes sorprendieron a muchos con su disposición a tomar acción ante la tragedia. “Se han portado estupendamente”, afirma a la agencia de noticias AFP Noelia Sáez, vecina de 48 años del pueblo de Catarroja, en Valencia, quien ha sido testigo del trabajo incansable de los voluntarios.

Desde que las lluvias torrenciales azotaron España el 29 de octubre, jóvenes de diversas partes de la región se han desplazado a las zonas más afectadas, algunos recorriendo kilómetros a pie, con botas, palas y mochilas cargadas de comida y agua.

Organizados a través de las redes sociales y con una profunda indignación por la lentitud de las labores de rescate, han demostrado su compromiso al repartir suministros esenciales, y limpiar las calles y viviendas de los afectados. Pusieron manos a la obra para poder suplir las carencias que las autoridades eran incapaces de atender con la urgencia necesaria.

"Los mayores siempre dirán que la gente de nuestra generación es peor, pero ahora que hemos tenido la oportunidad de ayudar… hemos respondido muy bien", explica Ángela Noblejas, de 19 años y estudiante de ingeniería industrial, a AFP.

A sus 19 años, Ángela suele acudir con sus amigas para ayudar en Algemesí, a unos 40 minutos de la ciudad de Valencia, en tiempos normales. Pero puede que haya triplicado esas visitas desde las inundaciones, debido al mal estado de las carreteras.

En medio de la emergencia, la “generación de cristal”, un término acuñado con frecuencia para describir a jóvenes apáticos y excesivamente sensibles, está desafiando estos estereotipos.

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Desde que las lluvias torrenciales azotaron España el 29 de octubre, jóvenes de diversas partes de la región se han desplazado a las zonas más afectadas, algunos recorriendo kilómetros a pie, con botas, palas y mochilas cargadas de comida y agua. Foto: AFP.

Y muchos han demostrado que se preocupan por su comunidad y la sociedad en general. Gisela Huguet, estudiante de informática y matemáticas de 19 años, refuta las acusaciones sobre su generación: "Nos preocupa la sociedad", asegura. Y luego recuerda que los afectados por las inundaciones son "gente de nuestro pueblo, compañeros de universidad".

Teresa Gisbert, vecina de 62 años de Sedaví, uno de los pueblos más afectados, no duda en calificar a los jóvenes de "ángeles". "Nos traen comida, nos han ayudado", cuenta, con gratitud por la rápida respuesta de los voluntarios que se han presentado para ofrecer su apoyo.

Por otro lado, José Antonio López-Guitián, humorista valenciano de 61 años y residente en Massanassa, una de las localidades afectadas, mantiene una opinión ambigua. "Son jóvenes blandos", afirma, aunque también reconoce que "son gente de su época, y con sus móviles, y no tienen por qué ser como de los de antes, cada uno pertenece a una época distinta".

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Voluntarios limpian el barro en Paiporta, Valencia, mientras 130.000 personas marchan en protesta por la gestión de las autoridades tras las peores inundaciones en décadas, que dejaron al menos 222 muertos. Foto: AFP.

La DANA continúa y se activa la alerta roja

A pesar de los esfuerzos que estos jóvenes, y que gran parte de la sociedad continúa realizando, parece que la tragedia aún no ha terminado. Este jueves, la Agencia Estatal de Metereología (AEMET), activó la alerta roja de nuevo por el riesgo importante de precipitaciones en todo el litoral del Levante, al este del país, además de zonas como el sur y suroeste del país, en Andalucía.

Según la AEMET, el peligro es "extremo" y advirtió a la población sobre posibles desbordamientos de ríos y graves inundaciones. La alerta permanecerá activa desde las 9:00 p.m., hora local del miércoles, hasta las 11:59 a.m. del jueves. En su mensaje en la red social X, la agencia instó a la ciudadanía a evitar desplazamientos durante este período crítico.

La DANA (que corresponde a las sigles Depresión Aislada en Niveles Altos) es un fenómeno meteorológico caracterizado por una masa de aire frío en altura que se aísla de la circulación general de la atmósfera. Este tipo de sistema puede generar fenómenos meteorológicos intensos, como lluvias torrenciales, tormentas y vientos fuertes, debido a la inestabilidad atmosférica que provoca.

En las últimas semanas, los efectos devastadores de esta DANA han marcado un hito en la historia reciente del país, catalogándose como “la peor del siglo”. Su persistencia está poniendo a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y de los habitantes, quienes siguen luchando para hacer frente a las graves consecuencias de un fenómeno que ha dejado más de 200 muertos y hasta el momento 17 desaparecidos, además de causar daños irreparables en las infraestructuras.

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