Estudiantes sirios en Türkiye, un puente entre Ankara y Damasco
Los estudiantes sirios en universidades turcas se han consolidado como una fuerza silenciosa de poder blando de Ankara, moldeando los lazos futuros entre ambas naciones.
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Türkiye consolida su estatus como destino educativo global al convertirse en el séptimo destino más popular para estudiar en el extranjero. / Photo: TRT World
En las concurridas aulas de las universidades de Türkiye se está formando una silenciosa pero firme fuerza diplomática. La cantidad de estudiantes internacionales en el país se ha multiplicado por seis en una década, impulsada en gran medida por los sirios.
De los 336.000 estudiantes extranjeros en Türkiye, más de 60.000 son de Siria, lo que los convierte en el grupo de estudiantes internacionales más grande del país. Esto representa un aumento de treinta veces desde 2013, con los sirios constituyendo casi una quinta parte del total.
Estos jóvenes académicos representan más que una inversión en educación: son un posible puente entre Ankara y Damasco, influyendo en el futuro de ambas naciones más allá del aula. Un ejemplo claro de esta dinámica es el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asaad Hassan al Shaibani, quien se graduó en la Universidad Istanbul Sabahattin Zaim.
Shaibani, que aún cursa su doctorado en la misma institución, escribió su tesis de maestría sobre la política exterior de Türkiye hacia Siria, lo que refleja el intercambio intelectual y político en curso.
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Shaibani fue designado como ministro de Relaciones Exteriores en la nueva administración, después de la caída del régimen Bashar al Assad en diciembre de 2024. (AA)
Pero no es un caso aislado: el recién nombrado gobernador de Alepo, Azzam al-Gharib, también es egresado de Estudios Islámicos de la Universidad de Bingol, en el este de Türkiye.
Estos graduados, ahora parte de la estructura política siria, ejemplifican lo que el académico estadounidense Norman Kiell llamó en 1951 “embajadores no oficiales”. A medida que más estudiantes sirios regresen a su país, muchos ocuparán puestos de influencia, llevando consigo no solo una formación académica, sino también un conocimiento profundo de la visión estratégica de Türkiye.
Otros grupos estudiantiles importantes provienen de Azerbaiyán, Irán, Turkmenistán e Iraq, un reflejo de la profundización de los lazos educativos de Türkiye en la región.
De estudiantes a diplomáticos, comerciantes y académicos
Más allá de la política, estos estudiantes están fortaleciendo los lazos económicos y culturales entre Damasco y Ankara.
Según la Agencia de Planificación de Estambul, los estudiantes internacionales aportan casi 2.900 millones de dólares a la economía turca cada año, y los sirios representan aproximadamente 522 millones.
El año pasado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, destacó en un evento en la Universidad de Mármara el creciente impacto de los estudiantes extranjeros en el país, no solo como impulsores de la economía, sino también como un puente con el mundo. Remarcó que el 95% de ellos financia su propia educación, lo que subraya el papel de Türkiye como un centro educativo global.
El número de universidades ha aumentado de 76 en 2002 a 208 en la actualidad, mientras que las oportunidades de becas –como las otorgadas por la Presidencia de Turcos en el Extranjero y Comunidades Relacionadas– han convertido a Türkiye en el séptimo destino más popular para estudiar en el extranjero, después de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Francia y Alemania.
Los estudiantes y exalumnos internacionales ya está fomentando relaciones comerciales más sólidas. Muchos egresados, familiarizados con el mercado y las prácticas empresariales turcas, establecen vínculos comerciales tras regresar a sus países.
En este sentido, los exalumnos sirios tienen el potencial de convertirse en “embajadores comerciales” para Türkiye en la etapa de reconstrucción de su país.
Y el panorama académico también está cambiando. La presencia de más de 60.000 estudiantes sirios ha enriquecido la educación superior turca, promoviendo un ambiente de aprendizaje más internacional. A medida que estos graduados se integren en las instituciones sirias, es probable que faciliten más intercambios académicos, colaboraciones en investigación e iniciativas diplomáticas futuras entre ambos países.
En este contexto, para aprovechar al máximo este potencial, Türkiye puede desarrollar una estrategia definida para sus estudiantes y egresados sirios.
Türkiye debería adoptar un enfoque estratégico que fortalezca su red de exalumnos sirios, siguiendo el modelo, por ejemplo, de Estados Unidos o del Reino Unido. En la actualidad, hay al menos 54 ciudadanos formados en EE.UU. que han llegado a ocupar altos cargos en sus respectivos países. Otro caso destacado es Reino Unido, donde se ha formado al menos un dirigente de alto nivel de 53 países diferentes.
Para reforzar su vínculo con los estudiantes internacionales, que contribuyen al país de múltiples formas, Ankara debe fomentar activamente las redes de exalumnos. Esto garantizaría una línea de comunicación y colaboración directa, sin depender de intermediarios.
Al invertir en la educación de estos jóvenes, Türkiye no solo está formando una nueva generación de estudiantes, sino que también está sentando las bases para una asociación regional duradera.
Así, a medida que Türkiye consolida su posición como destino educativo global, estos jóvenes van moldeando no solo la economía, sino también el papel del país en la diplomacia cultural.