Netanyahu ofrece al próximo presidente de EE. UU. un "regalo de sangre"
En plenas elecciones de EE.UU., la destitución del ministro de Defensa refuerza el control de Netanyahu, lo que le permitirá intensificar la agresión sobre Gaza y toda la región.
Aunque las elecciones presidenciales de Estados Unidos están llegando a su fin, uno de los temas más candentes han sido las ofensivas que Israel libra sobre Gaza y Líbano. Desde el 7 de octubre de 2023, puede decirse que las agresiones regionales de Israel se han convertido en un factor clave para muchos votantes estadounidenses.
En medio de este torbellino electoral, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado un golpe calculado al destituir al ministro de Defensa, Yoav Gallant. Su reemplazo será Israel Katz, mientras que la cartera de Relaciones Exteriores será ocupada por Gideon Sa'ar, su exrival y ahora aliado.
Aunque Gallant citó desacuerdos sobre la obligatoriedad del servicio militar para los ciudadanos ultraortodoxos como la razón de su destitución, el verdadero motivo es la determinación de Netanyahu de eliminar el último obstáculo en su ofensiva. De hecho, los rumores sobre la destitución de Gallant habían circulado desde septiembre, pero el estallido del conflicto en Líbano retrasó la decisión. La noticia sobre la posible destitución de Gallant surgió ya en septiembre, pero el estallido de la agresión en Líbano pospuso la decisión.
Lo más relevante no es tanto el despido en sí, sino el momento en que se produce. Como Netanyahu señaló en su comunicado, "emergieron diferencias significativas entre Gallant y yo en la gestión de la guerra, y estas discrepancias estuvieron acompañadas de declaraciones y acciones que contradecían las decisiones del gobierno y del gabinete".
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Netanyahu despide a Gallant, solo para luego revertir la decisión. Esto, por tanto, no debe verse únicamente como un asunto interno.
La motivación de Netanyahu
En primer lugar, Netanyahu busca consolidarse como el único punto de contacto con Estados Unidos, enviando un mensaje claro al próximo presidente: "solo necesitas convencerme a mí, no a Gallant ni al miembro de la Knéset, Benny Gantz".
Ambos son figuras bien valoradas en Washington. Según un alto funcionario de la Casa Blanca: "Nos sorprendió el despido de Gallant; parece que Netanyahu eligió deliberadamente un momento en el que la atención estaba puesta en otro lado".
En resumen, Netanyahu está centralizando el poder rodeándose de políticos que le sean más fáciles de controlar.
Las figuras que lo reemplazan son perfectas para cumplir este propósito. Katz, quien no ha tenido logros políticos destacados, ha pasado su carrera en la sombra de Netanyahu, siendo conocido más por sus exageradas publicaciones en redes sociales, muchas veces acompañadas de imágenes generadas por inteligencia artificial de baja calidad.
A diferencia de Gallant, quien mantenía una relación relativamente colaborativa con las fuerzas militares, Katz ofrece a Netanyahu la oportunidad de controlar todos los hilos de poder. El cargo de Katz probablemente no será más que una función simbólica bajo el control directo del primer ministro.
Israel Katz, nuevo ministro de Defensa, toma las riendas de la ofensiva sobre Gaza, mientras Netanyahu centraliza el poder para intensificar la agresión en la región. Foto: AA.
Por otro lado, Sa'ar, que es relativamente más carismático que Katz, ha sido colocado en una especie de "trampa de miel" dentro del gabinete. En Israel, a diferencia de otros países, el Ministerio de Relaciones Exteriores carece del prestigio e influencia de otros cargos, como el Ministerio de Defensa o incluso la dirección de instituciones como el Mossad y el Shin Bet.
Recordemos que el propio Netanyahu llegó a ocupar temporalmente este cargo en algún momento. Es muy probable que, en cuanto se presente la oportunidad—quizás en unas elecciones anticipadas tras la ofensiva—Netanyahu transfiera esta posición a otra persona.
Ambiciones regionales
Por supuesto, la principal motivación detrás de esta reorganización es sorprender a EE. UU. y sentar las bases para políticas que permitan a Israel mantener su postura agresiva en la región.
A pesar de los crímenes que Gallant y Netanyahu cometieron juntos y de la ofensiva genocida en curso en Gaza y Líbano, Gallant estaba abierto a poner fin a los ataques mediante un intercambio de prisioneros y tenía en cuenta el creciente costo para las fuerzas israelíes. En contraste, Netanyahu está plenamente comprometido a intensificar la agesión y preparado para una ocupación prolongada en Gaza, Líbano, y posiblemente más allá. Para este objetivo, Katz es la pieza perfecta.
Sin duda, algunos medios occidentales enmarcarán estas designaciones como un conocido “desliz hacia el autoritarismo” o un “retroceso democrático”.
Una gran multitud se reúne en la autopista Ayalon, bloqueando el tráfico, mientras la gente toma las calles para protestar por la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv, Israel, el 5 de noviembre de 2024. / Foto: AA
Pero cabe preguntarse: ¿cuándo fue realmente "democrática" Israel? Ya no se trata de un tema para el análisis político convencional, sino de uno que requiere una comprensión arraigada en la psicología y la historia. La historia de la región está marcada por las ruinas dejadas por políticas despiadadas como las que Netanyahu persigue sin tregua.
Con la victoria de Trump en la elección en EE. UU., Israel parece decidida a recibir a su aliado más fuerte con nada menos que "un regalo de sangre."