Un futbolista de Gaza sueña con triunfar en España y salvar a su familia
Khaled Dader fue futbolista profesional en Palestina y emigró antes del genocidio que Israel perpetra en Gaza. Desde Madrid, donde juega en el Vallecas, lanzó una campaña para salvar a su familia.
Una infancia de terror y el refugio del fútbol
Al recordar su infancia en Gaza, Khaled se emociona. "Mi niñez estuvo llena de guerra, destrucción, asedios y cortes de electricidad", relata a TRT Español. “En Gaza no te sientes como un niño.”
No es de extrañar que haya dedicado su vida al deporte: su padre, Jamil Dader, fue jugador y entrenador de baloncesto. Y su tío Ibrahim Abu-Al Sheikh era futbolista en el Club Deportivo de Gaza.
Entre bombardeos y opresión, Khaled encontró un refugio en el fútbol. “Lo es todo para mí. Podría decir que soy adicto a este deporte. El fútbol es mi mayor motivación en la vida”, explica.
A los 17 años debutó en la primera división de Gaza. Sus entrenadores Ghassan Al-Balaawi y Hani Al-Masdar, estrella del fútbol de Gaza y entrenador del equipo olímpico palestino que fue asesinado en un bombardeo israelí, le dieron todo su apoyo.
“Debutar tan joven fue muy importante para mí”, narra Khaled con nostalgia. “El fútbol significa mucho para los palestinos. Es un escape del asedio y la guerra. Toda la gente de Gaza esperaba con emoción el comienzo de temporada. El ambiente en los estadios es precioso. Tuve la suerte de jugar para equipos como el Khadamat Al-Shatea Club, que contaba con muchos simpatizantes. Y los cánticos de las tribunas te llenaban el espíritu. Espero que la guerra termine pronto y el fútbol pueda volver”, comparte.
"Khaled Dader, futbolista palestino, ahora juega en el CD Independiente de Vallecas tras huir del conflicto en Gaza". Foto: Khaled Dader.
De representar a la selección de Palestina a las trabas de la ocupación israelí
En 2022, Khaled viajó a Ramala, en Cisjordania ocupada, para jugar en el Club Al-Amari y sumarse a la Liga Profesional Palestina, lo que le abrió la posibilidad de competir profesionalmente en el extranjero y representar a la selección nacional Palestina. Jugó en las categorías júnior, juvenil y sub-23.
Su carrera futbolística no fue fácil. La ocupación israelí, aún antes del genocidio, impuso continuamente trabas en su camino. “El contrato de un futbolista nunca era suficiente para construir un futuro y formar una familia en Gaza. Además, las restricciones de movimiento hacían difícil viajar a los entrenamientos y a los partidos de la selección. Esto también me privó de la oportunidad de jugar profesionalmente en equipos extranjeros, algo con lo que sueña cualquier futbolista”, se lamenta Khaled.
“La vida en Gaza antes del genocidio era complicada pero, a pesar de las dificultades, éramos capaces de vivir con ello. Pero ahora, con la guerra, se ha vuelto imposible”, sostiene.
Su sueño de consagrarse en el fútbol local se desvaneció el fatídico 7 de octubre de 2023. Khaled estaba en Ramala: “Ese día, tuve miedo por mi familia en Gaza, porque sabíamos que inevitablemente vendría la destrucción”, recuerda.
“Los momentos más duros fueron cuando mi familia tuvo que separarse: mi hermano y mi madre en un lugar y mi padre en otro, y de repente se cortó la comunicación y el internet. No podía dormir, pensando en cómo estaban”.
Más de un año después, se estima que más de 45.000 palestinos han sido asesinados y alrededor de 105.538 han sido heridos en bombardeos israelíes sobre Gaza. Y, según Human Rights Watch, Israel ha desplazado forzosamente al 90% de los palestinos en el enclave. Además, la destrucción de miles de viviendas ha dejado a la población en una situación crítica, con acceso limitado a recursos de necesidad básica como agua potable, alimentos, electricidad o suministros médicos.
"‘El único rayo de esperanza para mi familia’: Khaled recauda fondos para ayudar a sus seres queridos desplazados en Gaza". Foto: Khaled Dader.
Buscando ayuda para su familia
“Nuestra casa fue bombardeada y destruida, y mi familia ha sido desplazada más de una vez. Ahora viven en tiendas de campaña sin agua ni electricidad. Sus vidas se han vuelto como las de los hombres primitivos. Se enfrentan al frío, la lluvia, el hambre y no pueden cubrir las necesidades básicas como comprar alimentos, agua y medicina”, sostiene Khaled.
Para ayudar a su familia lanzó en internet una campaña de recaudación de fondos. Bajo el lema 'El único rayo de esperanza para mi familia', pide al mundo cualquier aporte, por pequeño que sea. “Esto no solo salvará vidas”, dice Khaled, “también devolverá la dignidad y esperanza a mi familia".
"‘Por muy lejos que estés, uno añora su tierra natal’, dice Khaled mientras sueña con volver a Palestina". Foto: Khaled Dader.
El fútbol de luto en medio de los bombardeos
El fútbol en Gaza fue arrasado. “La mayoría de mis compañeros de equipo fueron martirizados y muchos resultaron heridos. Incluso los entrenadores murieron. Todos los clubes y estadios se han destruido y hasta asesinaron a presidentes de clubes”, relata.
Entre los compañeros que Khaled ha perdido está Mohammed Khalifa, un jugador palestino de 20 años con el que compartió filas en el club Al-Hilal Gaza y quien también compitió en la selección juvenil nacional de Palestina. “Era brillante, un jugador fantástico y una gran persona, llena de vida y alegría”.
Mohammed fue asesinado por Israel en un bombardeo sobre el campo de refugiados de Nuseirat en el centro de Gaza junto a su hermano Mahmoud, también futbolista, y siete miembros de su familia. Su historia es una más en una cadena de atropellos donde nadie está a salvo. Tampoco los atletas.
Según Alexandra Xantakhi, relatora especial de la ONU sobre derechos culturales, Israel detiene arbitrariamente a jugadores palestinos y ha allanado clubes israelíes en Cisjordania ocupada. Además, afirmó que la ONU tiene informes que indican que “las fuerzas israelíes han disparado deliberadamente a los pies de futbolistas palestinos con munición real”, utilizando el deporte “como arma de guerra”.
Desde que Israel comenzó su brutal ofensiva en Gaza, cerca de 550 atletas han sido asesinados, entre ellos 353 futbolistas de los cuales 91 eran niños, según publicó recientemente la Asociación de Fútbol Palestina (PFA).
"‘Nuestra casa fue destruida y mi familia ha sido desplazada varias veces. Ahora enfrentan el frío, el hambre y la falta de recursos básicos’, lamenta Khaled". Foto: Khaled Dader.
Huída forzada y un club que lucha contra el racismo
Muchos jugadores profesionales palestinos intentaron fichar en clubes árabes para huir del genocidio y seguir jugando. Pese a las dificultades, Khaled consiguió ir a Libia. Allí jugó en el Al-Najma de Bengasi.
En julio de 2024, gracias a la Cruz Roja, pudo trasladarse a España con visado oficial y solicitar asilo político. Ahora, en Madrid, espera su permiso de residencia.
En el municipio de El Escorial, donde vive, se encuentra a gusto. “Todo el mundo, en cuanto sabe que soy palestino, me dice que aman Palestina. La gente es muy amable”.
Sin embargo, la soledad y la distancia de sus seres queridos, acechados por los ataques israelíes, son una carga pesada. "La vida lejos de tu familia y amigos es difícil. Sientes la falta de cariño que solo te aporta tu familia, pero sí siento un gran apoyo del pueblo español a través de las manifestaciones en apoyo a Palestina en Madrid", afirma Khaled quien ya domina el español y se entiende mejor con sus compañeros.
En un futuro, después de pasar por el fútbol profesional, quiere trabajar en el ámbito del derecho, carrera que estudió en Gaza, y a la par, prepararse para ser entrenador de fútbol.
"‘Mi niñez estuvo llena de guerra, destrucción y asedios’, relata Khaled Dader sobre su infancia en Gaza". Foto: Khaled Dader.
Mientras tanto, cada día se calza los botines y se reúne con sus compañeros en el CD Independiente de Vallecas, un club que entiende este deporte, según la web de la institución, como "una herramienta para plantar cara al fascismo, la homofobia, el machismo o el racismo".
El club colabora con diversas asociaciones y entidades, como SomosRed EntrePozo VK, Cruz Roja o ACCEM. Y considera el fútbol también como un modo de acogida e integración.
Aunque se siente a gusto en Madrid, Khaled sueña con volver a casa, en Palestina. “Mi prioridad es sacar a mi familia de allí porque están sufriendo”, concluye. “Por muy lejos que estés, uno añora su tierra natal, y espera reencontrarse lo más pronto posible con sus seres queridos".
"‘El único rayo de esperanza para mi familia’: Khaled recauda fondos para ayudar a sus seres queridos desplazados en Gaza". Foto: Khaled Dader.