Tiene 28 años y es la primera mujer guardiana del océano en Türkiye
Ayşenur Ölmez era pescadora en Türkiye. Tras ver el impacto de la contaminación en el mar, se transformó en protectora del océano. Hoy dirige patrullas e inspira a mujeres a seguir su ejemplo.
En Gökova Bay, un pequeño pueblo costero en Muğla, Türkiye, ubicado en el estrecho golfo del mar Egeo, creció una guardiana del mar llamada Ayşenur Ölmez. "De niña, el mar era mi mundo”, recuerda en conversación con TRT Español. “Me daba paz y me hacía sentir segura".
Su rutina incluía paseos por la costa, pescar con la familia y nadar en la bahía. Hoy, a sus 28 años, la confianza de Ayşenur refleja los años que ha pasado bajo el sol del Egeo, navegando sus cálidas aguas. Ella ha sellado un compromiso de larga data con la protección del medioambiente marino.
El mar ya no es lo que era
Como la mayoría de su familia, Ayşenur comenzó su carrera como pescadora a los 12 años. Luego, en 2021, se graduó en lengua turca en la Universidad Muğla Sitki Koçman.
Después de completar sus estudios, el deseo de regresar al océano fue demasiado fuerte. Y, así, Ayşenur volvió a Gökova Bay. Aguardaba, tras una estadía lejos de casa, reencontrarse con el mar vírgen que había visitado de niña, pero algo había cambiado. Y no era bueno.
"Las aguas claras que antes reflejaban el cielo ahora ahora estaban llenas de residuos”, recuerda, “y los peces que solían poblar la bahía comenzaron a desaparecer".
Las especies invasoras y la contaminación provocada por los turistas empezaron a afectar la vida en la zona. Lo que incluyó a poblaciones de peces y especies como la Posidonia oceánica, una planta submarina vital para los ecosistemas marinos. "Esto representa una amenaza seria para todo el ecosistema marino", advierte Ayşenur.
Y así fue cómo, ante el panorama desolador de un océano acechado por basura y extinción, Ayşenur decidió convertirse en guardiana del mar.
A sus 28 años, Ayşenur combina su amor por el Egeo con su labor como guardiana del mar en Türkiye. / Foto: Mohammad Bashir Aldaher.
De la pesca a la conversación
"El primer paso fue el más difícil para mí”, explica. “Hacer la transición de la pesca a la conservación no fue una decisión fácil".
Luego se sumó la Mediterranean Conservation Society (MCS), una organización sin fines de lucro que desde 2012 se dedica a salvaguardar el medioambiente marino en el mar Mediterráneo de Türkiye.
Con el tiempo, Ayşenur asumió el papel de organizadora de guardianes marinos para hacer cumplir las medidas de conservación. Esto marcó el comienzo de una nueva fase en su carrera: se transformó en la primera mujer guardiana del mar de su país.
"Empecé a ver el mar de una manera diferente como un tesoro que debe ser protegido", relata.
Hoy, su objetivo es prevenir la pesca ilegal en áreas cerradas, frenar la sobrepesca y controlar la contaminación, mientras limpia el fondo marino y realiza estudios para preservar la zona.
"¿Puede una mujer conducir un bote?", era una pregunta común. Hoy, Ayşenur demuestra que las mujeres tienen un lugar en la conservación marina. / Foto: Mohammad Bashir Aldaher.
Luchar contra los estereotipos
Para Ayşenur, la experiencia no ha estado exenta de desafíos, en los que ha tenido que enfrentarse a algunos estereotipos sólo por ser mujer.
"Cuando era pescadora me preguntaban: '¿Puede una mujer conducir un bote?’ o ‘¿puede una mujer trabajar en la pesca?', porque la sociedad rechazaba la idea de que las mujeres trabajaran en este campo", recuerda Ayşenur. Ella buscó, justamente, "romper estas barreras".
Hoy, le llegan comentarios elogiosos de otras mujeres inspiradas por su historia, que también luchan por proteger el océano. Y, de hecho, trabaja en la actualidad con muchas de ellas.
"Desempeño un papel esencial en motivar a las mujeres a participar en este trabajo”, se entusiasma. “Me considero un modelo a seguir para aquellas que aspiran a contribuir a la protección del medioambiente marino. Hoy, las mujeres están más presentes en el mar y dicen 'estamos aquí'. Esto es maravilloso, y espero ser una inspiración para ellas".
Ayşenur Ölmez, símbolo de determinación y amor por el mar, enseña que una sola persona puede marcar la diferencia. / Foto: Mohammad Bashir Aldaher.
Una historia de determinación
"Gökova Bay nos ha dado tanto”, advierte “Ayşe”, como la conocen en su comunidad. “Y ahora debemos devolverlo".
Entre sus tareas actuales está monitorear el mar, realizar patrullas nocturnas, trabajar con los pescadores locales y dar charlas para generar conciencia. Para ella, es un trabajo en equipo: "Si todos entendemos nuestro impacto en el medioambiente podemos trabajar juntos para proteger el mar".
Ayşenur no es solo una guardiana del mar, sino un símbolo de esperanza. Su historia demuestra cómo una sola persona determinada y apasionada, puede hacer una gran diferencia. "Si queremos preservar el océano, debemos empezar ahora", concluye. “El mar es nuestro hogar”.