¿Cuál es la historia detrás del canal de Panamá y por qué Trump lo quiere?

El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, causó revuelo al amenazar con retomar el control del canal de Panamá. Pero, más allá de la polémica, hay mucho en juego sobre este paso marítimo.

Puente Centennial, Canal de Panamá. El canal atraviesa el istmo de Panamá y es un conducto clave para el comercio marítimo internacional. Foto: Getty Images.
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Puente Centennial, Canal de Panamá. El canal atraviesa el istmo de Panamá y es un conducto clave para el comercio marítimo internacional. Foto: Getty Images.

Una ola de agitación desató Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, al amenazar con retomar el control del canal de Panamá, una vía que al conectar los océanos Atlántico y Pacífico es vital tanto para América Latina como para el comercio mundial. Si bien las declaraciones de Trump podrían parecer simplemente incendiarias y acordes a su retórica habitual, lo cierto es que apuntan a un pulso donde hay muchos más elementos en juego. Empezando por la historia compartida de Estados Unidos, Panamá y hasta Colombia con respecto al canal y terminando con un ajedrez geopolítico y comercial que involucra a China.

Vamos por partes.

¿Qué dijo Trump exactamente?

La arremetida de Trump contra el canal de Panamá empezó el sábado, con un mensaje en la red Truth Social, en el que se quejó de las “tasas ridículas” que, según él, se cobra a los barcos estadounidenses por usar este paso interoceánico. “Nuestra Marina y comercio han sido amenazados de una forma muy injusta e imprudente. Las tasas que cobra Panamá son ridículas", escribió el presidente electo.

“Esta completa estafa a nuestro país cesará inmediatamente", continúo. Y entonces lanzó la amenaza que ha sacudido a América Latina: si Panamá no puede garantizar un "funcionamiento seguro, eficiente y confiable" del canal, "entonces exigiremos que el canal de Panamá se devuelva a Estados Unidos en su totalidad y sin cuestionamientos”.

Las declaraciones no terminaron allí. El domingo, durante una intervención en un foro de ultraderecha en Phoenix, Arizona, Trump volvió a quejarse sobre las tarifas “sumamente injustas” del canal, que no tienen en cuenta la "extraordinaria generosidad" de Estados Unidos cuando le devolvió “tontamente” la gestión del paso marítimo a Panamá.

AFP

Donald Trump

¿Cómo es eso de que EE.UU. “devolvió” el canal de Panamá? La historia detrás

La historia que rodea el canal de Panamá es un poco más compleja que una simple devolución hecha “tontamente”, en palabras de Trump, por Jimmy Carter, expresidente de EE.UU., en dos tratados de 1977. De hecho, se remonta a la misma independencia que logró Panamá de Colombia hace más de un siglo, un hecho estrechamente ligado a la construcción del paso marítimo.

Y para eso damos un salto histórico a 1880, cuando la iniciativa para establecer una vía a través esta zona la lideró Ferdinand de Lesseps, quien construyó el canal de Suez en Egipto. Pero las dificultades de esa tierra agreste llevaron a que el proyecto avanzara poco durante nueve años y Lesseps se declarara en bancarrota. La malaria, la fiebre amarilla y otras enfermedades tropicales devastaron y mataron a los trabajadores.

Aquí es donde aparece el interés de Estados Unidos por retomar el proyecto. Como en ese entonces Panamá era una provincia de Colombia, Washington intenta negociar con este país las licencias para construir el canal. Pero el Congreso, en Bogotá, se niega a ratificar el tratado acordado y EE.UU. toma la decisión de promover la separación de Panamá en 1903, que ya acumulaba varios descontentos con el sistema político colombiano. Tras reconocer la independencia de Panamá, Washington firmó un tratado en el que obtenía a perpetuidad tierras y aguas para construir el canal. La obra empezó apenas meses después, en mayo de 1904.

Luego de 10 años de construcción y una inversión de 380 millones de dólares de la época, el canal fue inaugurado el 15 de agosto de 1914 con el cruce del vapor Ancón. Atrás quedaron 25.000 muertos por enfermedades y accidentes durante la construcción francesa y estadounidense.

Así, Washington estableció un enclave donde ondeaba la bandera estadounidense con bases militares, policías y justicia propias. Esto dio pie a décadas de reclamos panameños para reunificar el país y tomar el control de la vía. Para la década de 1970, luego de un aumento drástico en sus costos administrativos, EE.UU. pasó años negociando con Panamá para ceder el control del canal.

Hasta que en 1977, el líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter firmaron dos tratados para traspasar el manejo del canal a Panamá. Sin embargo, eso se implementaría más de 20 años después: el 31 de diciembre de 1999. Es decir, hace solo 25 años, Panamá maneja este canal vital para el comercio global.

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El Canal de Panamá (en español: Canal de Panamá) es una vía fluvial artificial de 82 km (51 millas) en Panamá que conecta el Océano Atlántico con el Océano Pacífico y divide América del Norte y América del Sur. Foto: Getty Images.

Las tarifas “no son un capricho”

La administración del canal ha mostrado eficiencia bajo el manejo de Panamá con un tráfico que aumentó 17% entre los años fiscales 1999 y 2004. Los votantes panameños aprobaron un referéndum en 2006 que autorizaba una importante expansión del canal para dar cabida a barcos de carga modernos más grandes. La expansión se concluyó hasta 2016 y costó más de 5.200 millones de dólares.

En respuesta a Trump, el presidente panameño José Raúl Mulino dijo en un video el domingo que “cada metro cuadrado del canal de Panamá y su zona adyacente, es de Panamá y lo seguirá siendo”. También sostuvo que sobre el paso marítimo no tienen "control directo o indirecto" ni China, ni la Comunidad Europea ni Estados Unidos ni cualquier otra potencia.

Ahora bien, las tarifas del canal han aumentado debido a que las sequías del año pasado afectaron las esclusas, lo que obligó a reducir drásticamente el tráfico de barcos a través del paso marítimo y a aumentar las tarifas para usarlo. Aunque en su mayor parte ha vuelto a llover normalmente, el gobierno panameño dice que podría ser necesario efectuar aumentos de tarifas en el futuro mientras realiza mejoras para dar cabida a las modernas necesidades de transportación. “No son un capricho”, completó Mulino.

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Canal de Panamá. EFE

¿Qué tiene que ver China en todo esto?

Al proferir su amenaza sobre retomar el control del canal de Panamá, Trump sacó a relucir a China, al que ha declarado uno de sus principales rivales económicos. En su queja sobre el manejo del canal, dijo que Washington lo devolvió para que Panamá lo administrara “exclusivamente”, “no China ni nadie más”. Entonces remató: "¡Nunca dejaríamos ni dejaremos que caiga en malas manos!". Así que, si bien Trump se dirigió directamente a las autoridades panameñas, en realidad reveló que este paso le interesa también en su pulso con China.

Por supuesto, algo que para su agenda política ahora que asume el poder no es menor. Estados Unidos es el principal usuario del canal de Panamá con el 74% de la carga, y le sigue China con el 21%. Les siguen Japón, Corea del Sur y Chile.

Tampoco hay que obviar el creciente interés de Beijing en Latinoamérica. Hace un mes, en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se realizó en Perú, el presidente de China, Xi Jinping, inauguró el primer megapuerto chino de Sudámerica, ubicado en Chancay, al norte de Lima. Se trata del primer puerto de este tipo que financia Beijing en Sudamérica y promete potenciar el intercambio comercial.

"Debemos trabajar juntos para construir, gestionar y operar bien el puerto de Chancay (...) haciendo contribuciones importantes para promover la conectividad entre la región de Sudamérica y China", destacó Xi. “De Chancay a Shanghái”, reza el lema del flamante puerto ubicado a unos 80 km de Lima. Su construcción comenzó en 2021 y contará en principio con cuatro atracaderos. El proyecto final prevé 15 muelles y una inversión total de 3.500 millones de dólares. China espera abastecerse así de materias primas como cobre, soja y litio, el preciado mineral clave en la transición energética. También le permitirá aumentar el desembarco de su mercadería en Sudamérica, donde Beijing hace sentir cada vez más su influencia.

Las declaraciones de Trump, mencionando directamente a China, dejan en evidencia su preocupación de que Beijing pueda aumentar su participación en el canal de Panamá. Actualmente, China controla indirectamente dos de los cinco puertos principales de la vía marítima, uno en cada lado, en Balboa y Cristóbal, a través de la empresa Hutchison, con sede en Hong Kong.

Empresas chinas también están terminando las obras de la terminal de cruceros de Amador en la costa del Pacífico. A esto se suma que la empresa Landbridge, con sede en China, adquirió en 2016 por 900 millones de dólares la concesión para desarrollar y operar un puerto de aguas profundas en el lado atlántico de Panamá.

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Relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, estrategia de cooperación. Banderas de Estados Unidos, Estados Unidos y China en un tablero de ajedrez. Getty Images

La geopolítica, el factor detrás de la amenaza

Trump, quien asumirá el próximo 20 de enero su segundo mandato, está enviando "un mensaje a Latinoamérica de que tiene que alinearse con los intereses de EE.UU., que entrará en una guerra comercial inevitable con China", explicó el economista Carlos Araúz a la agencia de noticias EFE.

En ese contexto, el presidente electo estaría "tratando de negociar”, pues el “canal es muy importante para su política, para mantener los precios bajos para el desarrollo de la política industrial de Estados Unidos", indicó el economista y profesor panameño Eddie Tapiero a EFE.

"Esta es la arista geopolítica", el gabinete de Trump "está conformado por muchos halcones antiChina, pero los países en desarrollo no podemos quedar en medio de las peleas de los gigantes porque necesitamos de los mercados para desarrollarnos", añadió el experto.

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