Lo que dejó la COP16 en Colombia: desafíos en conservación de biodiversidad
La conferencia terminó sin acuerdo para aumentar los fondos de protección de la biodiversidad. Se celebró sin incidentes, a pesar de las amenazas de una disidencia de las FARC. Estas son las claves.
La COP16 concluyó en Colombia sin que los casi 200 países participantes lograran aumentar el financiamiento para proteger la biodiversidad mundial, su objetivo principal, aunque alcanzó consensos en otros temas clave. La conferencia, una de las banderas de campaña del presidente Gustavo Petro, se celebró sin problemas de seguridad a pesar de las amenazas de una de las disidencias de las FARC, lo que representa una buena noticia para su gobierno.
“El Gobierno colombiano hizo una gran movilización, y el pueblo de Colombia aportó significativamente. Hubo un ambiente muy positivo, pero al final, todo depende de las partes y del proceso de negociación”, afirmó Susana Muhamad, ministra de Ambiente.
Tras 12 días de intensas negociaciones, los representantes de la Unión Europea, Japón y Canadá, entre otros, no aceptaron ampliar el financiamiento, algo que los países latinoamericanos y africanos reclamaron enérgicamente, alegando que los fondos existentes son inaccesibles y poco equitativos.
La 16ª Conferencia de las Partes, del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU, tenía el objetivo de aumentar hasta 200.000 millones de dólares anuales el gasto para implementar las metas fijadas en la COP15, entre ellas proteger el 30% del territorio y los mares del mundo. También buscaba combatir la deforestación, la sobreexplotación, el cambio climático y la contaminación, problemas provocados por la actividad humana que amenazan al planeta y a sus ecosistemas.
"Los gobiernos presentaron en Cali planes para proteger la naturaleza, pero fueron incapaces de movilizar el dinero para hacerlo realmente", explicó An Lambrechts a la agencia de noticias AFP, jefe de la delegación de Greenpeace en la COP16.
A pesar de la falta de acuerdo en aspectos cruciales, la cumbre cerró con dos decisiones claves: la creación del "Fondo de Cali", destinado a compartir los beneficios derivados de datos genéticos de la biodiversidad, y el establecimiento de un órgano permanente que represente los intereses de las comunidades indígenas, un hito en la historia de los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, junto al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el noveno día de la COP16 celebrada en Cali. (Getty Images)
Nuevo órgano para comunidades indígenas
Por su parte, con cánticos y ovaciones, representantes de los pueblos originarios celebraron la creación de un nuevo órgano para comunidades indígenas.
Camila Romero, representante de Chile, expresó: "Este es un momento sin precedentes en la historia de los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente". Destacó la necesidad de su participación plena y efectiva, así como el valor de sus conocimientos y prácticas tradicionales.
La ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhammad, celebró el acuerdo, afirmando que los pueblos originarios "son los que están en la primera línea de la crisis de biodiversidad" y su inclusión puede "generar un diálogo más equitativo en sistemas de conocimiento y eso es fundamental para la protección de la diversidad", explicó en una conversación con la agencia de noticias AFP.
El ‘Fondo de Cali’
Tras las negociaciones, se creó el Fondo de Cali, un nuevo marco que establece que aquellos usuarios que obtengan beneficios comerciales de la información de secuenciación genética deberán contribuir con una parte de sus ingresos al fondo global, promoviendo así un reparto más equitativo.
El acuerdo establece que las empresas que obtengan beneficios comerciales de la información de secuenciación genética deben contribuir con una parte de sus ingresos al fondo global. Los sectores involucrados incluyen la industria farmacéutica, cosméticos, biotecnología y agroindustria, lo que representa un avance hacia la justicia ambiental y social.
La ministra de Ambiente de Colombia y presidenta de la COP16, Susana Muhamad, durante una entrevista en Cali, Colombia, el 28 de octubre de 2024. (AFP)
COP17 en Armenia
A pesar del resultado de no haber logrado un consenso para un financiamiento mayor, los países desarrollados han asumido el compromiso de aportar 30.000 millones de dólares anuales para la conservación de la naturaleza hasta 2030, un aumento significativo respecto a los aproximadamente 15.000 millones de dólares que se destinaron en 2022, según datos de la OCDE.
Las negociaciones sobre cómo movilizar estos recursos volverán a cobrar protagonismo en la COP17, que se celebrará en Armenia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en la cumbre: “El tiempo apremia. La supervivencia de la biodiversidad de nuestro planeta —y nuestra propia supervivencia— están en juego”.
los casi 200 países participantes lograran aumentar el financiamiento para proteger la biodiversidad mundial, su objetivo principal, aunque alcanzó consensos en otros temas clave. (AFP)
Amenazas de disidencia de las FARC
El evento se celebró bajo alerta debido a las amenazas del Estado Mayor Central (EMC), una disidencia de las FARC que se ubica cerca de Cali, donde se desarrolló el encuentro, en el suroeste de Colombia.
El EMC había recomendado a los delegados que se abstengan de asistir, prometiendo que el encuentro "fracasaría”, en respuesta a un operativo que llevó a cabo contra el grupo días antes de la conferencia internacional.
Sin embargo, el Gobierno colombiano negó que el evento estuviera bajo amenaza. Desplegó a miles de policías y soldados en Cali y sus alrededores tras señalar que “estaba garantizada” la seguridad de la conferencia, un evento clave para Petro, quien se anotó un triunfo el año pasado al lograr que se celebrara en el país.
En paralelo a esta compleja situación con el EMC, hacia el final de la COP16 una delegación gubernamental anunció una reunión con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otra importante disidencia de las FARC. Representantes se reunieron en Venezuela para tratar de avanzar en los diálogos de paz por primera vez desde finales de mayo.
El ELN, en armas desde 1964, intensificó su ofensiva desde inicios de agosto, cuando decidió no retomar una tregua que regía desde 2023. El proceso de paz fue suspendido en septiembre por decisión de Petro como reacción a un ataque del grupo contra una base militar que dejó tres soldados muertos y 28 heridos.