Colombia busca unir esfuerzos con Venezuela ante violencia en la frontera
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que dialoga con el Gobierno de Venezuela para unir esfuerzos ante la ola de violencia en el Catatumbo y “erradicar las bandas armadas en la frontera”.
La escalada de violencia en la región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, ha causado decenas de muertos y forzado el desplazamiento de miles de personas en la última semana. Ante este escenario, el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció que mantiene diálogos con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, con el objetivo de coordinar esfuerzos para “erradicar a las bandas armadas en la frontera”.
"He dialogado con quien ejerce la presidencia en Venezuela, Nicolás Maduro", para "establecer un plan conjunto de erradicación de bandas armadas en la frontera", indicó Petro en la red social X.
Por su parte, en Caracas, el presidente Maduro afirmó en un acto oficial que Colombia cuenta con el respaldo de Venezuela en su lucha por la paz y “siempre tendrá nuestro apoyo integral para construir una región de paz y unión”, aunque no brindó más detalles.
Según datos de la ONU, más de 18.000 personas han huido de la región noreste de Colombia debido al recrudecimiento de los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las extintas FARC.
De momento, en Venezuela hay al menos 1.580 colombianos "refugiados", según Petro, mientras que el número de desplazados dentro de Colombia es mucho mayor. El mandatario sostuvo que algunos municipios en la región se están convirtiendo en enormes campamentos de desplazados, a los que llegan cientos de personas todos los días.
Los desplazados huyen de lugares como Tres Bocas, ubicado en la frontera con Venezuela. Testigos relatan a la agencia de noticias AP que se ha convertido en un “pueblo fantasma”, mientras sus habitantes huyeron hacia el país vecino.
Crisis humanitaria en el Catatumbo ya deja 60 muertos y más de 18.000 desplazados. (Reuters)
"Muchos de los desplazados temen los tiroteos que se han desatado" en las zonas rurales, dijo Jaime Botero, presidente de una asociación comunitaria en el municipio de Tibú, ubicado a unos 10 km al oeste de Tres Bocas.
Zilenia Pana, una indígena wayuu de 48 años, huyó de la violencia en el Catatumbo con sus hijos de 8 y 13 años. Ahora se refugia en Ocaña, una pequeña ciudad en el extremo occidental de la cordillera.
"¿Qué es lo que nos dijeron (los grupos armados)? Que desalojáramos. Entonces por nuestro derecho y para proteger a nuestros niños tuvimos que salir. Porque la verdad nadie deja nada botado porque quiere", dijo a la agencia de noticias AFP.
La violencia en la región ha dejado entre 60 y 80 muertos, según la ONU y la gobernación de Norte de Santander, respectivamente. Este jueves, en el municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, una motocicleta cargada con explosivos estalló al paso de una patrulla militar, dejando al menos cinco heridos.
Asimismo, autoridades forenses recuperaron este jueves 41 cadáveres, de los cuales tres son menores de edad –dos adolescentes de 14 y 16 años, y un bebé de 9 meses–, según reportó la agencia de noticias AFP.
"Muchos de esos muertos no pueden ser recogidos por orden del ELN. Parte del castigo no sólo es la muerte sino también la putrefacción", explicó la Fundación Paz y Reconciliación (PARES) en un comunicado, destacando la crueldad de la situación.
“Pasar a la ofensiva”
La región de Catatumbo, ubicada en la frontera de Colombia con Venezuela, tiene aproximadamente 300.000 habitantes y produce el 15% de la cosecha de coca del país. Durante años, el ELN había luchado contra una disidencia de las FARC, un frente del Estado Mayor de los Bloques, por el control de la región y sus rutas de narcotráfico. Aunque en los últimos tiempos mantenían una tregua, esta se rompió el jueves 16 de enero tras una ofensiva del ELN.
Desde el inicio de esta nueva ola de violencia, las fuerzas militares se habían concentrado en rescatar a los pobladores de las zonas críticas. Sin embargo, el Gobierno anunció este miércoles que planea "pasar a la ofensiva".
El ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, afirmó que el Ejecutivo decidió “utilizar todos los instrumentos constitucionales y legales” para “para pasar a la ofensiva y para restablecer la normalidad para los habitantes del Catatumbo". En sus declaraciones, también aseguró que la ofensiva del ELN tenía el objetivo de "apropiarse de la renta de la coca, del narcotráfico" y "ejercer un control territorial sobre la zona de frontera colombo-venezolana en esa parte del Catatumbo".
El presidente también advirtió sobre el potencial impacto de las acciones del ELN. "No son acciones que se deben solamente al conflicto armado interno. Es una estrategia mortal que pone en peligro la soberanía nacional", sostuvo Petro este miércoles.
Desde que asumió la presidencia en 2022, Petro ha buscado acercamientos de paz con diversos grupos armados con el objetivo de poner fin a seis décadas de conflicto. Sin embargo, el viernes pasado anunció la suspensión de los diálogos con el ELN, al que acusó de cometer “crímenes de guerra” en el Catatumbo y de carecer de “voluntad de paz”.