Sheinbaum y Gálvez: mujeres lideran la elección presidencial en México
Por primera vez en México, el país de habla hispana más poblado del mundo, una mujer puede ganar las elecciones presidenciales. Claudia Sheinbaum lidera las encuestas con ventaja sobre Xóchitl Gálvez.
La campaña electoral en México, que se prepara para votar este domingo 2 de mayo, cierra con un hecho histórico en el país: por primera vez, dos mujeres lideran la contienda presidencial.
Salvo una gran sorpresa, parece casi seguro que una mujer será la próxima presidenta y gobernará el país de habla hispana más poblado del mundo. Solo esta jornada electoral convoca a aproximadamente 98 millones de mexicanos.
La candidata del partido gobernante Morena, Claudia Sheinbaum, y la representante de la oposición, Xóchitl Gálvez, ambas de 61 años, han dominado la carrera por la presidencia. Esto representa un gran cambio para un país golpeado por la desigualdad de género durante largos años.
"Vamos a hacer historia", dijo Sheinbaum durante su evento de cierre de campaña, ante una multitud que la aclamaba en la plaza principal de la Ciudad de México.
"Les digo a las jóvenes, a todas las mujeres de México --compañeras, amigas, hermanas, hijas, madres y abuelas-- que no están solas", señaló.
Luego de aproximadamente tres meses de campaña oficial, Sheinbaum, anterior jefa de Gobierno de la Ciudad de México y científica de formación, es la favorita en la intención de voto con el 53%, según un promedio de encuesta de la firma de investigación Oraculus.
Su rival opositora Xóchitl Gálvez, una franca senadora y empresaria de raíces indígenas, ocupa el segundo lugar con un 36%.
El único candidato hombre, de centro, Jorge Álvarez Maynez, tiene un 11%.
“La gente ha despertado”
Miles de partidarios de Sheinbaum se concentraron para escucharla, y muchos vestían de color morado, que es característico del partido gobernante Morena.
"El pueblo ha despertado. No queremos que los viejos gobiernos nos roben más porque los pobres son primero", dijo Soledad Hernández, una ama de casa de 23 años del estado de Oaxaca, en el sur del país.
Sheinbaum le debe gran parte de su popularidad al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, un aliado cercano que cuenta con un índice de aprobación de más del 60% pero quien solo puede gobernar un período presidencial.
"Es un honor estar con Obrador", dijo a la multitud, repitiendo un eslogan que se escuchó con frecuencia durante su campaña.
"Tengo clara que mi obligación es llevar a México por el camino de la paz, la seguridad, la democracia, la libertad y la justicia", añadió.
“Abrazos, no balazos”
Gálvez eligió la ciudad industrial de Monterrey, en el norte de México, para su acto de clausura de campaña.
"Si gana Claudia (Sheinbaum), será más de lo mismo como con López Obrador, que ha hundido a México", dijo una partidaria de Gálvez, Bertha Díaz, de 71 años.
Casi 100 millones de personas están registradas para participar en estas votaciones que definirán quién ocupará la presidencia, así como miembros del Congreso, varios gobernadores estatales y funcionarios locales. Se trata de las elecciones más grandes que ha tenido el país de 129 millones de habitantes en su historia.
Se desplegarán alrededor de 27.000 soldados y miembros de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad el día de las elecciones, tras una ola de violencia contra los candidatos locales
Desde septiembre pasado, al menos 22 candidatos a cargos locales han sido asesinados, según un recuento oficial.
Algunas organizaciones no gubernamentales han informado de una cifra aún mayor, incluida Data Civica, que ha contabilizado 30 asesinatos de políticos locales.
La violencia criminal que deja más de 450.000 muertos desde 2006 está entre los principales desafíos que enfrentará el próximo presidente, junto con la gestión de la migración y las delicadas relaciones con el vecino Estados Unidos.
Sheinbaum se ha comprometido a continuar con la estrategia de López Obrador de atacar el crimen desde sus raíces, una estrategia controvertida que él llama "abrazos, no balazos".
Gálvez, que a menudo evoca la historia de su infancia en un pueblo rural pobre del centro de México, ha prometido un enfoque de mano más dura y ha declarado que "se acabaron los abrazos a los criminales".