Los chefs hispanos transforman la gastronomía en Estados Unidos

Las recetas de siempre de los hogares españoles, peruanos o mexicanos triunfan desde hace años en Estados Unidos gracias a la labor de “súperchefs” como José Andrés, Gastón Acurio o Aarón Sánchez.

Ceviche, ícono de la gastronomía peruana, es uno de los platos que se volvió muy popular en Estados Unidos. / Foto: Getty Images.
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Ceviche, ícono de la gastronomía peruana, es uno de los platos que se volvió muy popular en Estados Unidos. / Foto: Getty Images.

La enorme diversidad de la población del país norteamericano, la divulgación realizada para dar a conocer otras gastronomías y el talento culinario de estos cocineros de origen español o latino, han provocado que la cocina estadounidense experimente un vuelco, tanto en los grandes restaurantes como en las mesas de todo el país.

Paella, ceviche, croquetas o moles son platos ya conocidos para una gran parte del público estadounidense que hasta hace poco disfrutaba de una gastronomía limitada, basada en carne y verduras, y con una preparación de estos productos no demasiado sofisticada.

La labor de estos profesionales de los fogones, llegados a Estados Unidos hace varias décadas, en algunos casos, ha supuesto una enorme difusión de los sabores latinos y mediterráneos hasta el punto de ponerlos de moda a través de sus propios locales.

La acogida entre la población estadounidense hacia esta comida ha sido tan buena durante los últimos años que el modelo de negocio ha crecido y evolucionado al mismo tiempo.

Restaurantes con estrellas Michelin conviven con carritos de comida callejera y ‘food trucks’ (camionetas móviles de comida) cuyo resultado ha sido complacer, con nuevas sensaciones gustativas, a un segmento cada vez más grande y variado de población.

José Andrés: la cocina española en la mesa

La llegada al país norteamericano de estos ahora multipremiados artistas de la cocina no fue fácil.

A José Andrés, que aterrizó hace más de 30 años en Washington DC, le llevó un tiempo posicionar el producto español en el mercado.

Y lo consiguió gracias a que supo entender muy bien las características de Estados Unidos, según señala a TRT Español Carles Tejedor, director Ejecutivo y socio del grupo empresarial del chef español.

“José Andrés se dio cuenta de que la comida saludable y de proximidad podían ser fundamentales para un público que empezaba a apreciar la comida mediterránea”, explica.

“Por ello, empezó a utilizar el buen género que ya existía en Estados Unidos, como los lácteos, la carne, los vegetales o las harinas, para desarrollar recetas españolas que en estos momentos ya tienen un éxito enorme en nuestros restaurantes. La tortilla de patatas, los callos, la ensaladilla rusa, la escudella o el pan cristal con tomate son muy demandados y apreciados”, añade Carles.

“La clave está en entender que para disfrutar no es necesaria una comida muy elaborada, hay que dar el valor que tiene al hecho de que todo el mundo pueda y sepa hacerse unas croquetas o una tortilla en su casa, en el día a día”, prosigue.

Algo que, en un país donde la gente cocina muy poco, puede constituir un salto grande en su cultura culinaria. Por eso, el siguiente paso será vender, en sus propios restaurantes, los productos que permitan cocinar o consumir estos platos en sus hogares.

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Los superchefs difunden los sabores latinos y mediterráneos hasta el punto de ponerlos de moda a través de sus propios locales. (GETTY IMAGES)

Pimentón de la Vera [comarca de la región de Extremadura], jamón ibérico o platos ya preparados, dispensados todos ellos desde una tienda incorporada a sus locales de restauración, son el próximo reto de un hombre que ha divulgado la marca España a través de sus restaurantes.

Locales como Little Spain en Nueva York, así como Jaleo y Spanish Diner en Washington, son ya íconos de una gastronomía que ha conseguido ampliar el catálogo culinario de los fogones estadounidenses, gracias a la incorporación de los productos de cercanía.

Platos tradicionalmente españoles como la ensaladilla rusa, que se siguen cocinando con patata, huevo y mayonesa, se ven enriquecidos con el cangrejo azul de Maryland, en la zona de Baltimore y Washington DC, y con el bogavante de Maine, en los restaurantes de Nueva York.

Aarón Sánchez: México en el paladar

Si bien Aaron Sánchez nació en El Paso, Texas, su comida es totalmente mexicana. Hijo de una cocinera a la que ayudaba desde temprana edad, dio pronto el salto a los fogones en restaurantes de Nueva York. De hecho, su local “Paladar” recibió el premio al Mejor Restaurante Latinoamericano, en el año 2000, de la publicación Time Out New York.

Al igual que José Andrés, Aaron Sánchez se convirtió en un buen divulgador de la gastronomía que representa -en este caso la mexicana- participando en numerosos espacios televisivos, al mismo tiempo que ampliaba su oferta de locales.

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Muchos latinos que migran a Estados Unidos se deleitan en estos locales con los sabores de su infancia. (GETTY IMAGES)

Baltimore, Nueva Orleans y Washington DC son solo algunos de los estados donde se puede disfrutar de su comida (en los dos primeros sitios, a través del restaurante Johnny Sánchez).

“La cocina mexicana es una parte integral de la experiencia culinaria estadounidense y mi comida celebra eso”, señala él mismo en los dos libros que ha escrito: “La Comida del Barrio” y “Comida simple, gran sabor”.

Sánchez también ha publicado sus memorias en 2019, donde relaciona su existencia con su experiencia gastronómica en un audiolibro llamado “De dónde soy: Lecciones de vida de un chef latino”. Allí amplía su labor de divulgación, que ha sido fundamental para dar a conocer la comida mexicana y promover nuevos sabores y platos.

Unas novedades que sin embargo no fueron tal para los millones de migrantes latinos que llegaron al país desde hace años, acogiendo encantados la cocina de su infancia.

Y es que, según el think tank Pew Research Center, la población de origen latino se ha casi duplicado durante las últimas décadas, pasando de 35 millones de personas en el año 2000, y a 62,5 millones en 2021.

Todos ellos han contribuido, ya sea como consumidores o trabajando en el sector de la restauración, al inicio de la transformación que ahora vemos. Y es que, actualmente, no hay nadie en el país que no sepa qué son los tacos y tortillas, los burritos, las quesadillas o el guacamole.

Gastón Acurio: Perú en la alta gastronomía

Mucho ha llovido desde que el mundialmente reconocido chef Acurio decidiera abrir en Lima su primer restaurante, Astrid & Gastón, con un menú de cocina clásica francesa al que poco a poco fueron introduciendo platos peruanos.

Desde julio de 1994, empezó a revolucionar y difundir una cocina que sería mundialmente reconocida a través de sus restaurantes en países como Chile, Bolivia, España, Panamá, Ecuador o Estados Unidos.

Es precisamente en este último país donde recientemente ha abierto su último local, Jarana, en New Jersey, que se suma a otros como el Tanta de Chicago y La Mar, en Miami y San Francisco.

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Los sabores de la gastronomía peruana se han vuelto muy populares en EE.UU. (GETTY IMAGES)

Ceviches, anticuchos con choclito, papas a la huancaína, causa, chaufa y otras preparaciones de chifa desembarcaron en Norteamérica dando a conocer la cocina peruana, poco a poco, en este país.

Especialmente en estados como Florida, donde esto se ha producido “gracias al buen trabajo de cocineros y empresarios gastronómicos procedentes de Perú, y al apoyo de la comunidad latinoamericana, esta cocina se consagró en lo más alto”, señala Gastón Acurio a TRT Español.

En otros estados, como New Jersey, “ha sido la presencia de una comunidad peruana grande la que ha conseguido contagiar de su cultura gastronómica al resto de la diversidad culinaria local, mientras que en California, Nueva York o Washington DC, el elemento más importante ha sido el trabajo de cocineros peruanos con propuestas de gran nivel”, añade Acurio.

El chef limeño también es consciente del papel que ha tenido Internet y las redes sociales en la posibilidad de difundir no solo en Estados Unidos, sino “al resto del mundo la riqueza, diversidad y atractivo de las recetas y productos peruanos”.

Algo en lo que también ha influido su filosofía de llegar a EE.UU. para sumarse “a aquello que otros compatriotas ya intentaban lograr con enorme esfuerzo, siempre bajo el lema de compartir, no de competir”.

“La intención ha sido crecer juntos para que el cariño de la cocina peruana creciera y con ello todos los que forman parte de ella. Y en ese camino seguimos y seguiremos", remarca Acurio.

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