La neurociencia, el futuro del deporte

Equipos de fútbol como el Liverpool o River Plate han incorporado a sus entrenamientos la neurociencia deportiva, una disciplina en auge en el deporte de élite pese a las reticencias.

El Liverpool de Jürgen Klopp fue uno de los primeros en incorporar el entrenamiento del cerebro a su agenda. / Foto: Getty Images
Getty Images

El Liverpool de Jürgen Klopp fue uno de los primeros en incorporar el entrenamiento del cerebro a su agenda. / Foto: Getty Images

Cuando pensamos en deportistas de élite como el futbolista Cristiano Ronaldo o el tenista Rafael Nadal nos rendimos ante la evidencia de sus facultades físicas extraordinarias, pero no pensamos en sus cualidades cerebrales, tan importantes o más para pasar a un siguiente nivel al alcance de muy pocos.

Estos son solo dos ejemplos de los que conocen la importancia de su cabeza para ser los mejores y, por ello, la entrenan a la par que el físico.

Al fin y al cabo, el cerebro es otro músculo y debe ser ejercitado, y es aquí donde la neurociencia juega un papel determinante. Pero, ¿en qué consiste?

La neurociencia engloba todas las disciplinas que estudian el funcionamiento del sistema nervioso y la actividad cerebral y, aplicada al deporte, consiste en el entrenamiento que lleve a las mejoras de las habilidades cognitivas de los deportistas.

Esta tiene aquí un papel fundamental, ya que un deportista de élite tiene que aprender a manejar su estrés, ansiedad y emociones para responder ante cualquier adversidad que se le pueda presentar.

Getty Images

El español Rafael Nadal es uno de los deportistas de élite que incluye la neurociencia entre sus entrenamientos. (GETTY IMAGES)

“Las mejoras que se logran a través de este entrenamiento son: mejora de la atención, mejora de los tiempos de reacción, mejor utilización del campo visual periférico, mejora del control inhibitorio, optimización de la ventana atencional, mejor manejo de las emociones y situaciones estresantes”, cuenta a TRT Español la doctora Sandra Rossi, miembro del cuerpo técnico del equipo argentino River Plate y encargada del área de neurociencia aplicada al alto rendimiento deportivo.

A priori puede parecer que el fútbol solo requiere de aptitudes físicas y no de mucha inteligencia, pero en contra de lo que se pueda pensar lidiando con el tópico, es una actividad compleja que requiere la participación de todo el cerebro. Y esto, también se entrena.

Algunos casos de éxito

El Liverpool, equipo inglés que entrena el alemán Jürgen Klopp, fue el que más ruido hizo cuando anunciaron la incorporación del entrenamiento del cerebro a su agenda como el secreto de su éxito en las tandas de penales.

Y es que cuando la UEFA eliminó el valor doble de los goles fuera de casa, el conjunto inglés pensó que habría más eliminatorias que se decidieran desde los 11 metros.

Getty Images

Mohamed Salah patea desde el punto de penal durante la final de la Liga de Campeones de la UEFA. (GETTY IMAGES)

Así fue como surgió la colaboración con la empresa Neuro11 (que desarrolla entrenamientos basados en datos neurocientíficos) para preparar a los futbolistas ante los casos extremos de tensión y toma de decisiones.

A través de unos artefactos futuristas colocados en la cabeza de los jugadores, se pueden ver qué partes del cerebro son las más implicadas en situaciones de balón parado.

Mikel Alonso, CEO de Brain Data Company, una empresa que predice y cambia el comportamiento de las personas a través de la neurociencia, aplicó esta misma metodología con algunos jugadores de la Liga de Fútbol Profesional española.

“Antes de lanzar un penalti o una falta, o antes de una acción determinada, se puede medir en qué situación mental está el jugador. Si no es la apropiada, se debe entrenar para llegar al momento de forma óptima para maximizar el rendimiento. Lo mismo se puede hacer en despacho, con técnicas de visualización”, cuenta Mikel.

No menciona casos concretos por confidencialidad pero afirma rotundamente que “los resultados son espectaculares, principalmente en aquellos que están más expuestos a presión, como porteros o especialmente delanteros”.

Cada maestrillo tiene su librillo, y Pepe Losada, preparador físico del equipo iraní Persépolis FC, realiza “tanto acciones con los deportistas directamente o integradas con el propio entrenamiento físico-técnico-táctico, que según mi experiencia personal es donde más beneficios se consigue”.

Getty Images

El equipo iraní Persépolis FC también tiene su entrenamiento de neurociencia. (GETTY IMAGES)

“Es decir, existen dispositivos tecnológicos de entrenamiento cognitivo, también tareas de visualización… pero yo soy más partidario de añadirlo en las propias sesiones de entrenamiento en campo”, añade.

Sin ir más lejos, la temporada pasada con el Persépolis FC estaban a 5 puntos del primero a poco de terminar la liga, pero gracias a los cambios de hábitos, el trabajo mental y las tareas de entrenamiento, aumentaron la competitividad y terminaron proclamándose campeones.

Otro ejemplo del triunfo de la aplicación de este área de la medicina es el de la doctora Rossi, una eminencia en Argentina que no solo ha sido culpable del éxito de River Plate, sino también del de la Selección Argentina campeona del mundo de 2023 donde trabajó con jugadores como Julián Álvarez o Enzo Fernández.

“Una vez detectadas fortalezas y debilidades, se trabaja de forma personalizada. Los entrenamientos se realizan en un laboratorio situado dentro del gimnasio, donde rota todo el plantel y van entrando en grupos pequeños para realizar un entrenamiento en pantalla con una actividad donde participan como equipo”.

Getty Images

Enzo Fernández y Julián Álvarez, estrellas de la selección argentina de fútbol, durante sus épocas en River Plate. (GETTY IMAGES)

“Por otro lado, cada día se citan a dos jugadores media hora antes para hacer entrenamientos cognitivos más puntuales pero con búsqueda de resultados medibles, ya que esa pareja competirá con las sucesivas que se citen los días siguientes en una competencia interna”, añade la doctora.

Los equipos aún se muestran suspicaces

Ante este planteamiento en el que, sobre el papel, solo se puede ir a mejor, cuesta entender por qué no es una práctica habitual en los equipos de fútbol de primera línea.

Mikel Alonso cree que “es complicado que los equipos de trabajo vayan incorporando nuevas tecnologías a los procesos establecidos, porque muchas veces no entienden lo que se puede lograr con ellas”.

Por su parte, Pepe Losada considera que “pese a que en los últimos años se han dado pasos adelante en la mejora de todas las áreas del rendimiento en los equipos profesionales, puedo afirmar que el área de psicología es el que más dificultades y retraso en cuanto a aplicación tiene”.

De momento los casos constatan la efectividad de esta disciplina, pero lo nuevo resulta a veces vertiginoso. Será cuestión de tiempo que los equipos o los preparadores de atletas la incorporen a sus sesiones rutinarias.

Route 6