EE.UU. empieza a enviar migrantes a Guantánamo en vuelos de deportación
Comenzaron los primeros vuelos de EE.UU. para deportar migrantes detenidos a la infame prisión de Guantánamo, en Cuba. Trump había ordenado establecer allí un centro para albergar a 30.000 personas.

Esta imagen, tomada durante una visita escoltada y bajo la supervisión de militares estadounidenses, muestra la cerca con alambre de púas en el centro de detención abandonado "Camp X-Ray", en la base de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, el 9 de abril de 2014. / Foto: AFP / Photo: AFP Archive
Ya es una realidad: Estados Unidos comenzó a deportar migrantes detenidos a la infame base militar que tiene en Guantánamo, Cuba. Según la Casa Blanca, los primeros vuelos se realizaron este martes, como parte de las medidas severas con las que el presidente Donald Trump busca frenar la inmigración irregular.
"Hoy están en marcha los primeros vuelos desde Estados Unidos a la bahía de Guantánamo con inmigrantes ilegales", dijo el martes la secretaria de prensa Karoline Leavitt en el programa Fox Business. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo también ese día que el presidente Trump “ha sido muy claro: en Guantánamo se detendrá a lo peor de lo peor. Y eso empieza hoy”.
Un funcionario de Defensa estadounidense le confirmó a la agencia de noticias AFP este martes que hay un "vuelo programado a la estación naval de Guantánamo con alrededor de una docena de extranjeros ilegales de alta amenaza". "Serán alojados en el centro de detención" pero en una zona diferente a la de otros detenidos, añadió el funcionario quien pidió mantener el anonimato.
Algunas asociaciones denuncian el trato que reciben los migrantes en Guantánamo, basándose en testimonios que aseguran que se vigila a los migrantes cuando llaman a un abogado, les obligan a ponerse gafas de sol durante el transporte y las instalaciones están llenas de ratas debido a las deplorables condiciones de higiene.
Durante su segundo mandato, Trump se ha enfocado en implementar lo que presenta como un gran esfuerzo para combatir la inmigración irregular, al apostar por redadas, arrestos y deportaciones en aviones militares. De hecho, hace apenas seis días dio la orden de establecer un centro de detención en Guantánamo para recibir a 30.000 migrantes indocumentados.
"Tenemos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que amenazan al pueblo estadounidense. Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan, porque no queremos que regresen", dijo Trump, la semana pasada desde la Casa Blanca.
Miles de migrantes en situación irregular han sido detenidos desde su investidura el 20 de enero, algunos de ellos acusados de delitos. Un número desconocido ha sido repatriado a Colombia, México, Guatemala, Brasil y otros países.
Pero el uso de aviones militares para expulsar a migrantes, algunos de ellos con grilletes, le ha costado a Washington una breve crisis con Colombia y protestas de Brasil, que piden que se trate a sus ciudadanos con dignidad.
Según el Comando Sur de EE.UU., hay alrededor de 300 militares estadounidenses en Guantánamo apoyando las "operaciones de retención de extranjeros ilegales".
La infame prisión de Guantánamo
La prisión militar de Guantánamo se inauguró en enero de 2002 en una base de Estados Unidos ubicada en una costa del sureste de Cuba, un territorio que La Habana arrendó en virtud de un tratado que data de 1903. El entonces presidente George W. Bush habilitó este centro de detención para recibir a "combatientes enemigos" tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
“En todo el mundo, Guantánamo sigue siendo uno de los símbolos más perdurables de la injusticia, el abuso y el desprecio por el estado de derecho que desató Estados Unidos en respuesta a los ataques del 11 de septiembre”, señaló en 2022 Letta Tayler, directora asociada de Crisis y Conflictos de Human Rights Watch y coautora de un informe sobre los 20 años que en ese entonces cumplía la prisión.
“La dependencia del gobierno estadounidense de comisiones militares profundamente defectuosas, junto con otras fallas en el debido proceso, no solo ha violado los derechos de los hombres detenidos en Guantánamo, sino que también ha privado a los sobrevivientes de los ataques del 11 de septiembre y a las familias de las víctimas de su derecho a la justicia”.
Las palabras de Tayler son el eco de todas las denuncias que durante años hicieron organizaciones de derechos humanos por las precarias condiciones de la cárcel. “Estados Unidos ha encarcelado ilegalmente a cientos de hombres musulmanes extranjeros —e incluso niños— en el puesto naval situado en alta mar durante meses o años, casi todos sin cargos en su contra”, reiteró Tayler en un artículo de Human Rights Watch sobre Guantánamo, también de 2022.
Los presidentes demócratas Barack Obama y Joe Biden buscaron cerrar la instalación, pero el Congreso se ha opuesto a los esfuerzos para clausurar Guantánamo, que permanece abierta hasta el día de hoy.
De las casi 800 personas detenidas en Guantánamo como sospechosas de “crímenes relacionados con el terrorismo” desde 2002 solo quedan 15 reclusos, luego de que el Pentágono anunció bajo la administración saliente de Joe Biden que trasladaría a 11 detenidos a Omán.
De los prisioneros restantes, tres reúnen las condiciones para ser transferidos, otros tres pueden tener una revisión de sus casos con miras a una posible liberación, siete enfrentan cargos y dos más han sido condenados y sentenciados, informó a inicios de enero el Departamento de Defensa.