España será la segunda economía industrializada que más crezca en 2024
El Fondo Monetario Internacional proyecta que España será la segunda economía industrializada con mayor crecimiento este año, solo por detrás de Estados Unidos.
Según el informe semestral 'Perspectivas de la Economía Mundial' publicado en Washington por el Fondo Monetario Internacional (FMI), España se proyecta como la segunda economía industrializada de mayor crecimiento tanto en 2024 como en 2025. Solo Estados Unidos y Canadá superarán el crecimiento previsto para España para este año y el próximo, respectivamente.
El FMI también ha revisado al alza las previsiones de crecimiento para España y Estados Unidos, siendo las únicas entre las grandes economías desarrolladas que experimentan esta corrección positiva para el año en curso. Este aumento se sitúa en seis décimas para Estados Unidos y cuatro para España.
Sin embargo, esta perspectiva optimista se enmarca en un contexto global donde persisten desequilibrios económicos. Los déficits públicos continúan siendo altos y las principales economías como China y Estados Unidos no muestran interés en reducir su gasto público. Además, muchos estados están persiguiendo objetivos de autosuficiencia estratégica, políticas industriales y transición energética, lo que contribuye a mantener la deuda pública en niveles elevados a nivel mundial.
En este marco, el crecimiento global se mantiene moderado tanto a corto como a medio plazo, lo que podría afectar al empleo en Europa, incluyendo a España. Los altos tipos de interés pueden agravar los problemas de los países con mayores dificultades para pagar su deuda, lo que constituye una crisis silenciosa desde el final de la pandemia de Covid-19.
Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional. (GETTY IMAGES)
La incertidumbre geopolítica, centrada en conflictos como los de Ucrania, Gaza, Israel, Taiwán e Irán, preocupa al FMI, dado que podrían afectar negativamente a la cadena de suministros y a los mercados energéticos mundiales.
Además, la posible vuelta al poder de Donald Trump representaría un refuerzo del unilateralismo y del intervencionismo estatal en Estados Unidos, con el consiguiente aumento del déficit público. Durante su mandato, Trump contribuyó significativamente al incremento de la deuda pública del país.