¿Podría Gaza favorecer o perjudicar a Kamala Harris en las elecciones?

La probable candidata presidencial demócrata en Estados Unidos deberá abordar con cuidado el conflicto palestino-israelí para no correr el riesgo de perder votantes clave.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, asiste a un evento de campaña en West Allis Central High School en Wisconsin, el 23 de julio de 2024. / Foto: Reuters
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La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, asiste a un evento de campaña en West Allis Central High School en Wisconsin, el 23 de julio de 2024. / Foto: Reuters

Ahora que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que ya no busca la reelección, la atención se centra en su vicepresidenta, Kamala Harris, a quien el mandatario respaldó como candidata demócrata.

En apenas 30 horas después de que se conociera la decisión de Biden, 186 demócratas de la Cámara de Representantes, 43 senadores y 23 gobernadores dieron su apoyo a Harris. Así, la vicepresidenta obtuvo rápidamente el respaldo suficiente para ganar la candidatura oficial del partido en la próxima Convención Nacional Demócrata.

La campaña de Harris también hizo historia al recaudar un récord de más de 100 millones de dólares en fondos durante las primeras 48 horas. De ese total, 81 millones llegaron a la campaña en las 24 horas posteriores al anuncio de Biden.

Ante el creciente entusiasmo por la renovada energía que la probable candidatura de Harris le ha inyectado al Partido Demócrata y a su base de votantes, también surgieron preocupaciones acerca de que la campaña del expresidente Donald Trump y sus seguidores usen la raza y el género de la vicepresidenta en su contra.

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Aún así, a pesar de que Harris enfrenta un camino cuesta arriba en ciertos aspectos por ser la primera candidata presidencial negra y del sur de Asia, tiene casi 20 años menos que Trump. La presión que alguna vez estuvo sobre Biden por su avanzada edad, ahora se concentra en el expresidente y candidato republicano, pues Trump es la persona de mayor edad que se ha lanzado a la Presidencia.

El candidato a vicepresidente que Harris elija como compañero de fórmula indudablemente afectará las posibilidades que tienen los demócratas de ganar en noviembre. Por eso, algunos argumentan que un candidato hombre y blanco compensaría el inevitable impacto del racismo y el sexismo sobre lacandidatura de la hoy vicepresidenta.

Política sobre Gaza

Además de la edad, la campaña de Biden también resultó perjudicada por su política en Gaza.

Más de medio millón de electores optaron por la opción de “voto no comprometido” o dejaron la parte superior de sus papeletas en blanco durante las primarias demócratas. Con esto buscaban expresar el descontento con el enfoque del presidente frente a la agresión de Israel en Gaza.

La brutal ofensiva israelí está ahora bajo investigación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por una acusación de genocidio.

Se esperaba que la postura de Biden sobre Gaza lo perjudicara especialmente en Michigan, un estado clave que tiene la mayor población árabe y musulmana en Estados Unidos.

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El legado de Biden: guerras en el extranjero, intervenciones y líos en casa

Votantes de ambas partes en el conflicto han criticado a Biden por su postura. Muchos rechazan el apoyo incondicional de EE.UU. a Israel, en especial los votantes jóvenes, afrodescendientes y árabes estadounidenses. Sin embargo, otros también se han quejado de que Biden no está haciendo lo suficiente para apoyar al Estado judío.

En contraste, a Harris se le considera más empática con el sufrimiento de los palestinos en Gaza y, al mismo tiempo, pide la liberación inmediata de los rehenes israelíes.

Tras la reunión con Netanyahu en la Casa Blanca, Harris dijo que le había expresado al primer ministro su preocupación por la situación en la sitiada Gaza. En esa línea lo instó a alcanzar un acuerdo para el alto al fuego.

"Dejé en claro mi seria preocupación por la terrible situación humanitaria allí, con más de 2 millones de personas enfrentando altos niveles de inseguridad alimentaria", dijo Harris a los periodistas después de la reunión a puerta cerrada con Netanyahu.

Harris también destacó que sigue comprometida con un camino que pueda conducir a una solución de dos Estados entre Israel y Palestina. "Sé que ahora mismo es difícil concebir esa perspectiva, pero una solución de dos Estados es el único camino que garantiza que Israel siga siendo un Estado judío y democrático seguro, y que garantice que los palestinos puedan finalmente lograr la libertad, la seguridad y la prosperidad que merecen", añadió.

Anteriormente, en un discurso pronunciado en Selma, Alabama, Harris había acusado a Israel de no tomar las medidas necesarias para permitir que llegue suficiente ayuda humanitaria a Gaza, y exigió a las autoridades israelíes que "restablezcan el acceso de alimentos, agua y combustible a los más necesitados".

Sin embargo, para muchos votantes, los antecedentes de Harris plantean interrogantes sobre lo que podrá hacer de ahora en adelante.

Durante un discurso pronunciado en 2017 ante el lobby proisraelí AIPAC, Harris apoyó el envío de miles de millones de dólares para ayuda militar a Israel durante una década.

Más recientemente, a Harris le preguntaron por el bombardeo de campos de refugiados en Gaza. Su respuesta, pese a expresar su compasión por la pérdida de vidas inocentes, fue: "No le estamos diciendo a Israel cómo debe manejar esta guerra".

Anteriormente también había declarado que "el presidente Joe Biden y yo somos inquebrantables en nuestro compromiso con la seguridad de Israel".

Harris deberá caminar por la cuerda floja para recuperar a algunos de los votantes que se alejaron de Biden, ya sea por pensar que estaba haciendo demasiado o muy poco por Israel, y al mismo tiempo mantener el apoyo de los legisladores demócratas y donantes proisraelíes.

Primera prueba

Como probable candidata presidencial, Harris tuvo su primera prueba con la visita de Netanyahu a la ciudad de Washington para hablar en el Congreso de EE.UU.

Aunque Netanyahu fue invitado formalmente por los líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado, el primer ministro fue recibifo con protestas de activistas contra la guerra, así como de familias de rehenes israelíes que volaron a Estados Unidos para pedir un alto el fuego y el regreso de sus seres queridos.

Varios demócratas también decidieron no asistir al discurso de Netanyahu.

En medio de intensas especulaciones previas sobre la asistencia de Harris al discurso en el Congreso, donde normalmente presidiría la sesión conjunta en su calidad de vicepresidenta, el equipo de ella informó previamente que tenía planes previos y no acudiría.

Sin embargo, en un intento por lograr un equilibrio, un asistente de Harris anticipó que se esperaba que la vicepresidenta se reuniera con Netanyahu en la Casa Blanca. Lo que en efecto ocurrió.

Los votantes antiguerra seguirán de cerca los próximos pasos de Harris en relación con Israel y Gaza, reconociendo su potencial para volver a conectar con las comunidades que se han sentido marginadas por las políticas de Biden.

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