Las posturas ante Palestina reflejan la polarización política en España
La decisión del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de reconocer al Estado de Palestina intensificó la polarización en el país, donde la derecha no dudó en alinearse con Netanyahu.
El pasado 28 de mayo, España declaró, junto a Irlanda y Noruega, el reconocimiento del Estado de Palestina. El gobierno israelí no tardó en reaccionar calificando la decisión como un acto de antisemitismo y de apoyo a los ataques de Hamás, acusaciones a las que se sumó la derecha española.
Israel Katz, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, publicó un polémico montaje en X (antes Twitter) en el que Hamás ‘agradecía’ su apoyo al Gobierno de España. El vídeo, de evidente mal gusto, intercalaba imágenes de bailarines de flamenco y de los ataques de Hamás del 7 de octubre.
Sin embargo, el reconocimiento de Palestina como Estado lo apoya gran parte de los españoles. De acuerdo con una encuesta del instituto Elcano, el 78% de los españoles respalda esta medida, y un 71% afirma que las acciones israelíes en Gaza son un acto de genocidio.
Así, a través de acampadas universitarias y movilizaciones, las voces pro-palestinas demandan más acciones al gobierno, afirmando que este reconocimiento debe ser solo el comienzo de una serie de medidas para forzar a Israel a un alto el fuego.
Entre las demandas se incluyen el embargo de armas, la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, así como la imposición de sanciones y el envío de ayuda humanitaria a Gaza.
También hay miembros del gobierno –como la ministra Sira Rego, de ascendencia palestina, o la vicepresidenta segunda del gobierno español y presidenta del partido Sumar, Yolanda Díaz– que apoyan estas demandas.
El 22 de mayo, Díaz publicó un vídeo donde llamaba a una Palestina libre “desde el río hasta el mar”. Esto provocó la cólera del ministro israelí, quien reiteró las acusaciones de antisemita contra Sánchez y mandó retirar a su embajadora de Madrid.
Poco después, el Gobierno de Israel le prohibió al consulado español de Jerusalén ofrecer sus servicios a palestinos, a lo que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, respondió recordando que el consulado español funciona “mucho antes de la existencia de Israel”.
A pesar de las masacres en Gaza y de las tensiones diplomáticas, la derecha española ha tenido un acercamiento dispar a Israel. Por un lado, el Partido Popular (PP), principal partido de la oposición, critica a Sánchez y evita condenar los bombardeos de Israel. Por otro, Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha Vox, ha mostrado total apoyo a Tel Aviv visitando a Netanyahu en Jerusalén para hacerse una foto con él al mismo tiempo que el Congreso español reconocía al Estado Palestino.
Pedro Sánchez anunció en mayo que España reconoce al Estado de Palestina. (
Partido Popular: “No es el momento” de reconocer a Palestina
La decisión de Sánchez de reconocer el Estado de Palestina llega en un momento de crispación en la política nacional. Mientras las crisis diplomáticas de España con Israel se desataban, y la mayoría de la comunidad internacional condenaba las acciones de Israel en Gaza, la derecha española se ha alineado con el gobierno de Netanyahu sin hacer referencia a las acusaciones de genocidio en la Corte Internacional de Justicia.
El PP, a pesar de que en 2015 apoyó el reconocimiento de Palestina como Estado, ha adoptado una posición de apoyo a Israel, justificando sus acciones en Gaza en el “legítimo derecho a la defensa” e insinuando que el reconocimiento del Estado Palestino implica una cesión ante el “terrorismo de Hamás”.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a pesar de apoyar el alto el fuego y de haber manifestado tibiamente su apoyo a la solución de los dos estados, acusó a Pedro Sánchez de “usar la muerte de palestinos e israelíes” pues afirmó que lo que el gobierno quiere es “la desaparición de Israel”.
El líder de la oposición española y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, (REUTERS/Violeta Santos Moura)
La situación en Gaza se ha convertido en un asunto de política interior en España. Miembros de la organización territorial del PP como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se han lanzado a pronunciar juicios sobre la política internacional del país.
Ayuso, identificando el reconocimiento de Palestina como un premio a Hamás, afirmó irónicamente: “Tú mata, que yo te daré un Estado”. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, además de criticar a Sánchez, llegó a otorgar la Medalla del Honor de Madrid al Estado de Israel (que en 2022 había sido entregada al pueblo ucraniano), argumentando que Israel es la única democracia de Oriente Medio. Tras fuertes críticas, el alcalde acabó rectificando en mayo para entregar la medalla a la Comunidad Judía de Madrid.
La ultraderecha española: en auge y con Netanyahu hasta el final
Vox se ha alineado con otros partidos islamófobos europeos al declarar su apoyo total al Gobierno de Benjamín Netanyahu, identificando a Israel como un baluarte de la civilización occidental frente al islam, que presenta como una amenaza. Durante la campaña para las elecciones europeas, su líder, Santiago Abascal, no dudó en pronunciar un nuevo lema polémico del partido: “Más muros y menos moros que no respetan a las mujeres”.
Al mitin del partido del 19 de mayo asistieron líderes como la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, el presidente de Hungría, Viktor Orbán, la ultraderechista y líder del Frente Nacional francés Marine Le Pen o el presidente de Argentina, Javier Milei, además del ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel, Amichai Chikli.
Chikli dio un discurso criminalizando a la población palestina, cuyos niños, según él, están adoctrinados en el antisemitismo, en un esfuerzo de justificar el asesinato por parte de Israel de más de 14.000 niños palestinos. “Esta guerra no tiene sólo que ver con el futuro de Gaza o del Estado de Israel o del Medio Oriente”, afirmó ante los más de 10.000 asistentes, “sino que es una batalla existencial contra el islam radical por el futuro de la civilización occidental, por el futuro de la humanidad”. Además, en su discurso cargó no sólo contra los migrantes musulmanes sino también contra aquellos que se manifiestan por los derechos del pueblo palestino en las calles y universidades.
La alianza de Vox con el Gobierno de Netanyahu no acaba ahí. Dos días después de la matanza de Rafah, en la que Israel bombardeó un campo de refugiados dejando al menos 45 muertos y 249 heridos, Santiago Abascal hacía una visita sorpresa a Netanyahu en Jerusalén. En la visita, el presidente de Vox afirmó que “nadie tiene derecho a pedir a Israel que renuncie a sus operaciones de autodefensa”. Las críticas no tardaron en llegar, acusando a Abascal de ir a “rendir pleitesía al carnicero de Rafah”.
España polarizada: una derecha aliada de Israel y una izquierda pro-palestina
Una de las herramientas de respuesta de Israel al reconocimiento de Palestina ha sido promover la división política en España. El apoyo del Gobierno de Netanyahu a Vox revela cómo la estrategia de represalia israelí pasa por fomentar la polarización en España e intentar hacer tambalear el Gobierno de Sánchez, especialmente de cara a las elecciones europeas. Mientras tanto, el PP hace campaña en una supuesta equidistancia, apoyando el “derecho a la defensa de Israel” en un conflicto desigual en el que Israel ha asesinado a más de 36.000 civiles palestinos.
Por su parte, Vox ha adoptado su discurso a la situación en Oriente Medio. Identificar a Hamás con los migrantes que llegan a España, que según Abascal son “hombres en edad militar que no respetan a las mujeres”, es clave en un proyecto polarizador dedicado a captar votantes a través del miedo.
Así, Vox se presenta junto a Israel como garante de la civilización occidental y de las tradiciones europeas. Esto sirve, además, para disipar sospechas sobre posibles tendencias judeófobas propias de la extrema derecha, a pesar de que el partido cuenta con reconocidos miembros neonazis, y acusar al Gobierno de Sánchez de antisemita.
A pesar de las acusaciones de la derecha, España se ubica a la vanguardia de los países occidentales con la esperanzadora decisión del reconocimiento del Estado de Palestina. Si bien la decisión del Gobierno de Sánchez puede verse como tardía y le ha granjeado duras críticas tanto del PP como de Vox, supone un paso adelante que puede llevar a otros estados europeos a seguir el mismo camino. Ahora, si este gesto supone un verdadero cambio para la postura europea hacia el pueblo palestino, solo el tiempo lo dirá.