Latinos en Estados Unidos son determinantes para el futuro del español

EE.UU. se convirtió en el segundo país con más hispanohablantes del mundo. Aún así, con Trump de regreso, la Casa Blanca cerró la página web en español, un idioma que se coló hasta en el Super Bowl.

La fuerza de la lengua española parece ser ya indetenible. En 2024, según el informe del Instituto Cervantes, más de 600 millones de personas hablan español en el mundo, lo que equivale al 7,5% de la población global. / Foto: Getty Images.
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La fuerza de la lengua española parece ser ya indetenible. En 2024, según el informe del Instituto Cervantes, más de 600 millones de personas hablan español en el mundo, lo que equivale al 7,5% de la población global. / Foto: Getty Images.

La fuerza de la lengua española parece ser ya indetenible. En 2024, según el informe del Instituto Cervantes, más de 600 millones de personas hablan español en el mundo, lo que equivale al 7,5% de la población global. Las causas de este crecimiento son variadas, pero entre ellas desempeña un papel crucial el aumento de la densidad poblacional de los latinos, especialmente en Estados Unidos, que ha llegado a convertirse en el segundo país con más hispanohablantes del mundo sólo superado por México. Aproximadamente, 62,5 millones de personas en el país son de origen hispano y se espera que la cifra continúe en aumento.

De ser así, para 2060 alcanzará los más de 100 millones, por lo que más del 25% de la población estadounidense será de origen hispano. El impulso y el impacto de esta comunidad se vislumbran como esenciales en el futuro de la lengua española.

Pese a esta fuerza evidente del español, una de las primeras medidas que tomó el Gobierno de Trump fue cerrar la versión en español de la web de la Casa Blanca. Lo que no sorprende porque en 2017 tomó la misma decisión y además cerró las cuentas oficiales del Gobierno en este idioma en las redes sociales. De hecho, en su primer mandato, reiteró sus ataques hacia el uso del español. “Este es un país donde hablamos inglés, no español”, afirmó en uno de los debates presidenciales de 2015. Aunque la polémica del “english only” (solo inglés) no es nueva en la sociedad estadounidense, durante la primera presidencia de Trump se multiplicaron los ataques de odio en contextos públicos donde se hablaba español.

Aún se desconoce qué otras medidas más estructurales Trump implementará en este segundo mandato con respecto al español. La política antiinmigrante se mantiene en su agenda, especialmente contra los latinos, por lo que no debería sorprender que se reactivara el discurso de odio hacia los hispanos y su lengua. No obstante, en el contexto actual, no hay presidente ni políticas gubernamentales que puedan hacer retroceder el avance del español, pese a las hostilidades en Estados Unidos.

Miami: un laboratorio lingüístico fascinante

Ver la lengua española como invasora con respecto al inglés es un grave error. Por el contrario, el español fue el primer idioma europeo que se habló en el territorio que hoy es Estados Unidos. En Florida, por ejemplo, la presencia española duró unos 300 años y más de 200 en Arizona, California y Nuevo México. Por lo tanto, el dominio estadounidense se estableció en buena parte del país sobre bases ya hispanizadas.

En Florida, especialmente Miami, la presencia del español no ha dejado de fortalecerse debido a las grandes oleadas de migrantes latinos que allí se asientan. Incluso, se ha divulgado en los medios cómo transcurre la vida en español en una ciudad cercana a Miami, Hialeah, en la que predomina el migrante cubano. En este sitio se han dado casos de discriminación a la inversa: el discriminado en Hialeah es el que no sabe español.

En Miami, el conteo regresivo de cientos de miles de personas aglomeradas para recibir el año nuevo 2025 se hizo en español. “Miami es, a día de hoy, el laboratorio sociolingüístico más fascinante del mundo hispanohablante”, afirma Francisco Moreno Fernández, destacado sociolingüista. “Y también uno de los más atractivos y significativos del mundo occidental”. El futuro de la lengua española depende en buena medida de lo que ocurra en esta ciudad.

El español de Estados Unidos es mucho más que el espanglish

¿Se puede hablar de un español específico de Estados Unidos? La mayoría de los expertos opinan que sí. Es una variedad más del español, como la peruana o la argentina. Se caracteriza por la fuerte influencia del inglés y la convergencia de muchas variedades de español de diferentes orígenes. No debe olvidarse que en muchas zonas de Estados Unidos conviven en un mismo espacio, como en ningún otro sitio del mundo, comunidades de diversos orígenes hispanos, y eso permea la lengua, que se acomoda a esa convivencia estrecha de puertorriqueños, venezolanos, cubanos, etc.

En las últimas décadas, se ha debatido mucho sobre este español estigmatizado por la fuerte mezcla de ambas lenguas, llamada espanglish. Sin embargo, como en todos los sitios, al hablar español en Estados Unidos también se distingue entre una variedad culta y otra más informal. El espanglish sería esa variedad informal donde más confluyen ambos idiomas.

“Aunque se manifiesta como una jerga auxiliar”, asegura Joaquín Badajoz, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, “el espanglish es también un laboratorio del idioma. Allí se forman y alteran vocablos a partir del contacto libre y creativo en ambientes informales o laborales”.

No hay dudas de que el inglés es la lengua de mayor impacto a nivel global e influye en prácticamente todas las lenguas del mundo. En el caso del español de Estados Unidos esta influencia es aún mayor y no se da solamente en el uso de palabras o acepciones, sino también en estructuras gramaticales. En el Diccionario de la Lengua Española ya se incorporan voces propias del español de Estados Unidos, explica el académico Badajoz a TRT Español, incluyendo el término “estadounidismo”, voz o acepción propia de Estados Unidos.

“Te llamo para atrás” (call you back), “me enamoré con él” (I fell in love with him), “mi amiga realizó que no le daba tiempo” (to realize o darse cuenta), o “te introduzco a un amigo” (to introduce, presentar), son usos característicos del español estadounidense. Lo son también hablar de la “parada” en lugar del desfile (parade), de que algo es “mandatorio” en lugar de obligatorio (mandatory), o decir que “soporto” a mis hijos en lugar de apoyo a mis hijos (to support). Pero algunos de estos usos se han extendido y ya se emplean en otros países.

Reuters

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El orgullo de lo hispano

Luego del inglés, el español es la lengua más hablada en los hogares de Estados Unidos, la más estudiada en todos los niveles de enseñanza, y la lengua de Univisión, una de las cadenas televisivas más importantes del país. Cada vez con más frecuencia lo latino y su idioma irrumpen con orgullo en ámbitos tradicionalmente anglosajones. Personalidades de la música o el cine hablan en español en grandes escenarios de los Grammy o los Oscar, cantantes como Jennifer López o Shakira alzaron sus voces en español en un evento deportivo tan estadounidense como el Super Bowl.

En el desarrollo de la lengua española en el país, el mantenimiento del orgullo por lo hispano será primordial. Actualmente, sectores hispanos de Estados Unidos separan la identidad hispana del hecho de hablar español. Pero la lengua es uno de los principales elementos que intervienen en la conformación de la identidad.

Del orgullo por la lengua dependerá que las actuales generaciones enseñen español a sus hijos y que las próximas generaciones elijan hablarlo en cualquier escenario. Entender que la convivencia del español con el inglés en el espacio estadounidense beneficia a todos sus hablantes y valorar positivamente el bilingüismo y al hablante bilingüe, puede ser la clave. Cada latino en territorio estadounidense tiene un gran poder en sus manos y, sobre todo, en la punta de su lengua.

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