Los vientos libertarios de Argentina y las voces que puedan ser calladas
Además de su firme alineamiento con Israel y sus agraviantes comentarios hacia Palestina, el presidente Javier Milei da claras muestras de que la palabra puede ser un arma letal.
Con la toma de posesión del nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, además de los sorprendentes anuncios y la aceptación de éstos por parte de la población, la palabra censura comenzó a resonar con fuerza de la misma manera que una clara posición frente al conflicto de Gaza.
Cuando se creía que este era un tema que quedaba en los anales de la historia, aparece el nuevo candidato en la escena política, creador y líder de La Libertad Avanza quien, en poco tiempo y con un discurso disruptivo, logró llegar al sillón presidencial.
Ya en su acto de campaña, previo al clásico cierre de sus discursos con la frase “Viva la libertad, carajo”, Milei se había referido al “terrorismo islámico”. Tuvo manifestaciones desafortunadas hacia Palestina, con conceptos agraviantes y violentos, por lo que se le solicitó una audiencia para fomentar el diálogo y tener una convivencia pacífica.
En la misma línea ideológica, el libertario no duda en brindar constantes reverencias hacia Israel, las que se muestran en diferentes formatos. En las noticias la información que se difunde es cercenada y se presenta a Israel como una víctima del enemigo palestino.
Las imágenes que televisan los medios masivos de comunicación fomentan el odio a los palestinos y siempre se ofrece la misma cara de la moneda, pero poco se difunde sobre la violación a los derechos humanos por parte del estado de Israel.
Contrapartida: las respuestas de la paz
Como respuesta a eso, el pasado 23 de noviembre, en Buenos Aires, organizaciones sociales, gremiales, políticas y de derechos humanos realizaron un acto frente al Congreso para repudiar “el constante y criminal bombardeo" del estado de Israel contra la población palestina en Gaza.
Reclamaron un alto al “genocidio del pueblo palestino” y que el Gobierno israelí detenga los ataques.
La actividad fue impulsada por representantes de la comunidad árabe e islámica de la Argentina y contó con la participación del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y de la excandidata a presidente del “Frente de Izquierda para Todos” y diputada, Myriam Bregman, entre otros referentes.
Durante el acto se leyó una declaración conjunta: "Resulta inconcebible que se permita a Israel llevar a cabo una acción de bombardeos indiscriminados contra la población civil en Gaza, a vista y paciencia de la civilizada Europa, de los Estados Unidos y de las potencias occidentales".
Bregman sostuvo: "Fue una movilización más que contundente que demuestra que Argentina se pone a tono con las enormes manifestaciones que hay en todo el mundo". Y agregó: "Hoy la Franja de Gaza es un cementerio de niños".
El director del Club de la Cultura Árabe y activista por la autodeterminación del pueblo palestino, Agustín Dib, también presente en ese acto, dijo: "Es hora de que digamos basta de impunidad, de crímenes de guerra y de lesa humanidad contra el pueblo palestino".
Aliados de Israel en todos los ámbitos
Recientemente, Milei, junto a su inseparable hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, viajaron a la ciudad de Miami, en los Estados Unidos, para recibir un reconocimiento por parte de la comunidad Jabad Lubavitch y ser nombrados ambos “embajadores internacionales de la luz” por “su inquebrantable dedicación a difundir la libertad y sus incansables esfuerzos por Israel y la comunidad global”.
Los hermanos fueron recibidos por el embajador de Argentina en Washington, Gerardo Werthein, y el rabino Axel Wahnish, que en breve será designado representante de Argentina ante Israel.
Este viaje, que no es de carácter oficial, es el tercero que realiza el presidente, en sus pocos cuatro meses en el Gobierno, en pos de estrechar y consolidar vínculos con Israel.
La línea ideológica de La Libertad Avanza está en las antípodas respecto de otros países de la región como Chile, Brasil y Colombia, que apoyan la causa Palestina.
Perú, bajo el mando de Dina Boluarte, mantiene una postura más conciliadora y exhorta al diálogo entre ambos países.
Quien se alinea con Milei es el primer mandatario de Uruguay, el país vecino que bajo el gobierno de Luis Lacalle Pou manifestó su apoyo a Israel, y tanto en este sentido como en varias políticas de gobierno, son ideologías afines.
Un poco de historia
Durante varios gobiernos en diferentes décadas, al igual que otros estados latinoamericanos, Argentina sufrió de una férrea censura.
En los ámbitos de las comunicaciones se cortaron literalmente películas cinematográficas, se prohibieron libros y hubo exterminio y desaparición de personas.
Estas fueron sólo algunas de las tantas muestras de la falta de libertad de expresión.
Con el advenimiento de la democracia, en el año 1983, hubo un giro de 180° en lo que a manifestaciones respecta y “la palabra” volvió a ocupar un lugar de privilegio en todos los ámbitos.
Desde los medios masivos tradicionales hasta la creación de nuevos espacios de expresión, todo fue una respuesta a las prohibiciones sufridas durante los oscuros tiempos dictatoriales.
La posición de Argentina respecto de la causa palestina había tenido en la década de 1990 un importante apoyo en el gobierno de Carlos Saúl Menem. En ese entonces el país reconoció a la Autoridad Nacional Palestina y a la Organización de Liberación de Palestina.
Además, en aquél entonces se les había solicitado a las autoridades israelíes la reducción de controles fronterizos para poder ingresar alimentos y medicinas para los palestinos.
Libertad para quién
A poco más de 30 años de aquellos reconocimientos políticos, el presidente libertario manifestó explícitamente su apoyo a Israel y ya interactúa con empresas israelíes para comercializar la extracción, explotación y venta del litio argentino, entre otras tentadoras negociaciones en beneficio del país del medio oriente.
Un tema de relevancia es el referido a los presos políticos quienes ocupan un diminuto lugar en las agendas diplomáticas de varios países y Argentina no es la excepción.
Poco se dio a conocer la situación del obrero metalúrgico argentino, Cristian Díaz, preso durante casi un año.
Díaz fue acusado de “odio racial” por una denuncia realizada por un integrante de la embajada de Israel en Argentina, quien se sirvió de publicaciones de la red social de Facebook para acusarlo.
Tras la denuncia, el obrero fue víctima del allanamiento de su domicilio y la posterior privación de su libertad.
El sólo hecho de tener una bandera palestina y anotaciones escritas en árabe sirvieron como elementos suficientes para acusarlo de terrorista.
Este caso conoció -aunque muy poco- la luz mediática, pero son muchos los que sufren los mismos atropellos y de eso nada se difunde.
El metalúrgico ya está en libertad, pero su causa frente a la justicia permanece abierta como también varios interrogantes: a qué se refieren cuando hablan de libertad. ¿Es sólo para los que piensan como él? ¿Otra vez callarán las voces?