Hombre busca resguardar patrimonio cultural de Palestina en América Latina

Christian Abugattas, de poco más de 50 años, cuenta su camino como palestino-chileno en el Cono Sur de América Latina que, junto a su comunidad, intenta preservar y difundir la cultura palestina.

"Mantener viva nuestra cultura y cuidar nuestro patrimonio cultural es muy importante", afirma el chileno-palestino. / Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún.
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"Mantener viva nuestra cultura y cuidar nuestro patrimonio cultural es muy importante", afirma el chileno-palestino. / Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún.

En medio del continuo ataque de Israel contra los palestinos en Gaza, el asesinato de artistas, intelectuales y escritores ha impactado profundamente en el rico patrimonio cultural de Palestina.

Incluso antes de la ofensiva israelí, en Palestina, a más de 11.000 kilómetros de distancia en América Latina, muchos ya eran profundamente conscientes de los peligros que enfrenta la cultura palestina y han presionado para salvaguardarla.

Para algunos es un esfuerzo personal. Así lo siente el palestino-chileno, Christian Abugattas.

Los abuelos de este hombre de 53 años provienen de las áreas de Bayt Jala y Bayt Lahm en Cisjordania, Palestina, territorio que se encuentra bajo la ocupación militar israelí desde 1967.

Abugattas, como otros miembros de la diáspora palestina, creció a lo largo de la estrecha franja de tierra de América Latina en Chile, hogar de más de 500.000 descendientes de refugiados palestinos.

Al vivir junto a la comunidad palestina en un rincón de la capital de Santiago, Abugattas fue consciente de su herencia palestina desde muy joven.

Desarrolló una relación “muy cercana" con sus abuelos, quienes, según él, le transmitieron su cultura, animándolo a aprender árabe mientras compartían sus delicias gastronómicas.

A medida que Abugattas crecía, comenzó a participar en diferentes espacios de la comunidad palestina, como el Conjunto Folclórico Palestino de Chile y la Unión General de Estudiantes Palestinos.

Eventualmente se mudó a la capital de Argentina, Buenos Aires, donde vive actualmente, trabajando como técnico en administración de empresas.

Después de pasar un tiempo en el Cono Sur, dice que la experiencia vivida en relación a Palestina varía en cada país.

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Abugattas fue consciente de su herencia palestina desde muy joven. (Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún)

“En Chile es más fácil ser palestino que en la Argentina, la comunidad es más grande y tienes todo a la mano: la música, la comida, el club (de fútbol), la familia. Las distancias son más cortas, lo que te permite también mejorar las comunicaciones y participar de actividades por Palestina. La Argentina es un país hermoso, pero también la presencia y el poder de la ocupación (israelí) acá es muy grande”, cuenta Abugattas a TRT Español.

Históricamente, la Argentina tiene una huella sionista de larga data. Según una investigación, surgió casi simultáneamente con el colonialismo de colonos judíos.

Después del Primer Congreso Sionista de 1897, los sionistas argentinos presionaron para crear "un sentido de identidad argentina y grupal para formar sionistas y movilizar fondos".

Los primeros sionistas formaron ramas en la capital y en las ciudades antes de que otros grupos sionistas establecieran vínculos internacionales fuera de Argentina.

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El centro comenzó mostrando el Dabke, una danza folclórica árabe. (Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún)

Más recientemente y en medio de la ofensiva israelí -que ha asesinado a más de 35.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, luego del ataque de Hamás del 7 de octubre, que asesinó a 1.200 israelíes- distintos sectores de la comunidad argentina han salido a las calles para protestar por la pérdida de vidas y cultura.

Abugattas es muy consciente de esta oscura realidad desde hace mucho tiempo y, en los últimos años, ha desempeñado un papel fundamental en la preservación del patrimonio compartido entre su comunidad.

La fundación del Centro Cultural 'Yabal Alzaitún'

Hace seis años, un grupo de personas que se solidarizaban con Palestina, incluido Abugattas, impulsaron la idea de compartir sus tradiciones y prácticas con Husni Abdel Wahed, el entonces embajador palestino en Argentina. En este marco, a través de la organización sin fines de lucro Argentino-Palestina, decidieron fundar el Centro Cultural 'Yabal Alzaitún' (Monte de los Olivos).

Wahed respaldó la idea de establecer un centro cultural que rindiera homenaje al "Monte de los Olivos" de Jerusalén Este ocupada, conocido por su amplia ladera de olivares.

Históricamente, el lugar tiene vínculos con el islam, el judaísmo y el cristianismo, y anteriormente se utilizaba para la oración y el entierro. Sin embargo, hoy sigue bajo ocupación de colonos israelíes.

Durante los últimos cuatro años, Abugattas ha ocupado un puesto de liderazgo en el centro, convirtiéndose en su director. Hoy describe la trayectoria del centro como "rápida" en medio de un impulso para compartir la experiencia vivida por los palestinos y su cultura.

Inicialmente, el centro comenzó mostrando el Dabke, una danza folclórica árabe, de la región del levante mediterráneo, principalmente de Palestina, Líbano y Jordania, interpretada en grupos y típicamente acompañada por instrumentos de viento tradicionales y cantos populares. Pero hoy se ha transformado en un símbolo de resistencia y unidad desde la expulsión forzada de los palestinos.

Luego, el centro comenzó a ampliar su mandato para incluir actividades como debates matizados para educar a la gente sobre la historia de Palestina. Abugtattas afirma que estos suelen referirse a figuras históricas e influyentes de la comunidad.

Los porteños que asisten a los encuentros sociales del centro también aprenden más sobre las técnicas de bordado únicas utilizadas por los palestinos para confeccionar ropa, la gastronomía de Medio Oriente y el idioma árabe.

“Arrancamos como un conjunto de baile y rápidamente ha ido tomando forma este centro cultural donde hacemos actividades con el objetivo de difundir la milenaria cultura de nuestro pueblo palestino, de mantener viva la esperanza y demostrarle a todos que Palestina vive a pesar de todo lo que nos pasa a diario,” dice Abugattas.

Asimismo, cuenta que el centro también se ha ampliado para incluir otras expresiones culturales y artísticas, incluidos recitales de poesía centrados en Palestina.

Celebrar las fechas importantes

La comunidad también celebra fechas importantes del calendario palestino, como el "Día de la Tierra", el 30 de marzo, que recuerda cuando seis palestinos desarmados fueron asesinados y más de 100 miembros de las fuerzas de seguridad israelíes resultaron heridos en medio de protestas contra la toma de tierras palestinas por parte de Israel.

Además, conmemoran el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, establecido por la ONU en 1977 para arrojar luz sobre los disturbios no resueltos después de la ocupación de Jerusalén Oriental un año antes.

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El centro cultural que rinde homenaje al "Monte de los Olivos", ubicado en la Jerusalén Este ocupada. (Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún)

En el centro también se celebra el Día de la Cultura Nacional Palestina. Esta fecha remite a cuando el líder palestino Yasser Arafat proclamó simbólicamente la Declaración Palestina del Día de la Independencia, el 15 de noviembre de 1988.

El director del centro está interesado en que los porteños sepan que su pueblo existía antes de la ocupación, a pesar de los esfuerzos por limpiarlos étnicamente de sus tierras.

"Seguimos permaneciendo en nuestra tierra y continuaremos haciéndolo. Por lo tanto, mantener viva nuestra cultura y cuidar nuestro patrimonio cultural es muy importante porque nuestra cultura trasciende diferentes generaciones y mantiene viva la esperanza de regresar a casa", dice Abugattas.

Más recientemente, el centro Yabal Alzaitún también ha estado reclutando bailarines adicionales y realizando actividades para conmemorar los 76 años de la 'Nakba' o la catástrofe, cuando las milicias sionistas desplazaron por la fuerza a unos 750.000 palestinos para establecer el Estado de Israel en 1948.

Posteriormente, los palestinos han experimentado limpieza étnica, desposesión y apartheid.

"Creo que nosotros hemos ayudado a despertar en algunas personas un poco la inquietud por lo que pasó en Palestina", afirma Abugattas.

El director también relata varios recuerdos de su estancia en el centro cultural, incluida la visita del destacado ícono del rock británico Roger Waters. El excofundador del grupo musical Pink Floyd ha enfrentado la ira del lobby sionista de América Latina en los últimos meses. Pero la afrontó y además asistió a shows de bailes tradicionales palestinos mientras estuvo en Buenos Aires.

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Actividades culturales sobre Palestina en el centro cultural. (Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún)

Por otro lado, Abugattas dijo que el Gobierno anterior también invitó a la comunidad a asistir a otros eventos culturales destacados del país.

El centro cultural ha crecido desde sus inicios y ahora cuenta con el esfuerzo de veinte personas para impulsarlo. La mayoría son argentinos y no poseen vínculos directos con Palestina ni con Medio Oriente. Abugattas los describe como “el vivo ejemplo de la solidaridad de la Argentina".

"El único palestino hoy soy yo", admite.

"Genocidio"

Hoy, mientras el número de muertos sigue aumentando en Gaza, Abugattas explica que "no hay nadie que no se pueda conmover con el genocidio que estamos sufriendo", al tiempo que destaca cómo la causa palestina une a todos los pueblos.

El palestino-chileno subraya la "obligación" de hablar en nombre de su pueblo para demostrar que Palestina “está viva desde antes del ataque y lo estará después”.

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Mediante distintas actividades, la iniciativa busca compartir la cultura palestina. (Foto cortesía Centro Cultural Yabal Alzaitún)

Asimismo, expresa su "esperanza de que algún día podamos regresar a casa" e insiste en que la causa palestina sigue siendo un asunto de toda la humanidad.

"Mantener nuestra cultura y tradiciones vivas es fundamental porque lo que se puede ver en el genocidio online que estamos viviendo es justamente que (Israel) quiere destruir nuestra historia, nuestras tradiciones, robar nuestra tierra y nuestras danzas, nuestras comidas, todo lo que tenga que ver con nosotros,” dice Abugattas.

También se apresuró a señalar la falta de compromiso internacional para llevar la paz a los palestinos.

“Hasta acá lo que estamos presenciando y viendo es el fracaso de los seres humanos como tales, y yo creo que todos tenemos la esperanza de que esto se revierta”, concluye.


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