Marisol San Román, la voz de las personas neurodivergentes en Latinoamérica

De organizar la primera muestra artística de neurodivergencia hasta hablar en barrios vulnerables: Marisol San Román busca contarle al mundo que la neurodivergencia no es una discapacidad sino un don.

Marisol San Román es argentina, tiene 29 años y ha sido de las primeras en difundir las necesidades, problemáticas y fortalezas de las personas neurodivergentes, una población que crece cada día más. Foto: Cortesía Marisol San Román
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Marisol San Román es argentina, tiene 29 años y ha sido de las primeras en difundir las necesidades, problemáticas y fortalezas de las personas neurodivergentes, una población que crece cada día más. Foto: Cortesía Marisol San Román

Para que las cosas lleguen a conocerse, primero se necesita que alguien les ponga voz. Si no permanecerán subterráneas, enterradas hasta que alguien las descubra y las coloque en boca del mundo. Desde hace años, Marisol San Román, licenciada en ciencias sociales, con maestría en management y diplomatura en comunicación en salud, se transformó en una de las primeras voces que visibilizó la, hasta entonces, silenciada realidad de los neurodivergentes en Latinoamérica. No fue tarea sencilla.

Pero, antes de continuar, ¿qué son los neurodivergentes? Son personas con procesos cognitivos diferentes, y singularidades a la hora de aprender, interactuar y desarrollarse en sociedad pero, sobre todo, son personas que luchan contra un mundo que no los comprende.

Hoy en día se estima que entre el 15% y 20% de la población mundial es neurodivergente. Muchos ni siquiera se reconocen como tales. Se estima que el 10% tiene dislexia, el 2% autismo, y el resto otras condiciones, la mayoría de hecho, tiene más de una alteración.

Marisol es argentina, tiene 29 años y ha sido de las primeras en difundir las necesidades, problemáticas y fortalezas de una población que crece cada día más. Y la que aún enfrenta estigmas de pertenecer a los “raros”, los “locos”, los “freaks”. “Quise aprovechar todo lo que sé de comunicación para contar este tema tabú”, dice Marisol.

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En octubre del 2022, Marisol dio una charla TEDX en Buenos Aires para 200 personas. Foto: Cortesía Marisol San Román

Todo comenzó en el 2022, con una reunión de un puñado de amigos virtuales neurodivergentes que, en lugar de atravesar su condición desde el rol de víctimas, había dado un paso al frente y desplegado su condición en distintas actividades. Allí había una psicóloga. Emprendedores. Un director de una ONG. Una actriz. Y también Marisol, testigo de un movimiento que acaba de comenzar.

Ese día todos se juraron hacer, cada uno en lo suyo, lo posible para que el mundo supiera, al fin, quiénes son los neurodivergentes.

La voz de los sin voz

Marisol se tomó el compromiso en serio. En octubre del 2022, dio una charla TEDX en Buenos Aires para 200 personas. Luego emitió videos en las redes contando el día a día de los neurodivergentes –desde por qué necesitan un mordillo para calmar la ansiedad, hasta usar bloqueadores de sonido- que se vieron en todo el mundo.

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Marisol está convencida de que la neurodivergencia no es una discapacidad: es una potencia. “Si le buscas el lado positivo no te limita a cumplir tu sueño". Foto: Cortesía Marisol San Román

Publicó entrevistas a neurodivergentes en los medios más importantes de Argentina. Entre ellos, una chica llamada Paloma, con dislexia, que se graduó de arquitecta y hoy tiene su propio proyecto inclusivo, Habitacle Design. También un joven autista que hoy es director de cine. Y un niño de 9 años, Ian Galo, que gracias a sus videos explicando qué es el autismo se volvió viral y fue declarado “joven promesa” por el concejo deliberante.

Marisol dio conferencias en barrios vulnerables de la Argentina, para enseñar a los neurodivergentes a no sentirse incomprendidos. Y en marzo del 2023, estrenó la primera muestra de arte neurodivergente de Sudamérica, en el Centro Cultural San Martín: 20 cuadros donde mostraba las distintas crisis que podía tener un neurodivergente. Desde entonces, el propio Centro cultural San Martín comenzó a incluir la neurodivergencia en sus actividades.

Y por último, junto a Paloma, la arquitecta, imprimieron los primeros cuadernos adaptados para neurodivergentes. “Allí no sólo explicamos qué es esto”, recuerda Marisol, “además, brindamos herramientas para que cada uno pueda regular sus emociones”.

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En marzo del 2023, Marisol estrenó la primera muestra de arte neurodivergente de Sudamérica, en el Centro Cultural San Martín: 20 cuadros donde mostraba las distintas crisis que podía tener un neurodivergente. Foto: Cortesía Marisol San Román

Marisol está convencida de que la neurodivergencia no es una discapacidad: es una potencia. “Si le buscas el lado positivo no te limita a cumplir tu sueño. Por ejemplo, si tenés un trastorno de déficit de atención, eso significa que, por otro lado, uno tiene la capacidad de crear cosas nuevas y tener visiones que otra persona no tiene. Si tenés autismo, seguro tenés una forma increíblemente organizada de ver todo que uno puede aprovechar. Queremos que los neurodivergerentes se potencien desde su condición”, explica.

Del déficit de atención a descubrirse autista

Tal vez te preguntarás ¿por qué tuvo tanto interés San Román en adentrarse en este mundo? ¿Por qué transformarse en vocera de los neurodivergentes sin voz? Su propia historia lo justifica.

A los 14, le diagnosticaron déficit de atención. A pesar de eso, egresó de la universidad y obtuvo un máster en España.

Pero un día, descubrió algo más. Mientras acompañaba a su madre al psicólogo, una eminencia del autismo, el médico sentenció: “Aún tengo dudas, señora, si usted tiene neurodivergencia. Pero la que tiene autismo es su hija”. Marisol recuerda esa cita con el psicólogo y ríe. Fue el día en que descubrió que también ella era neurodivergente. “Yo le pregunté al psicólogo cómo se había cuenta”, reconstruye Marisol. “Y él me dijo: ‘Cuando llegaste dijiste que sentías olor a comida y la cocina está en el otro lado del edificio. Es decir, tenés hipersensibilidad olfativa. Luego te pusiste un bloqueador de sonidos y aún así, contestabas por tu mamá las preguntas. Rasgos claves para diagnosticar autismo”.

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A los 14, a Marisol le diagnosticaron déficit de atención. A pesar de eso, egresó de la universidad y obtuvo un máster en España. Foto: Cortesía Marisol San Román

Y así Marisol descubrió en carne propia el derrotero de lo que significa ser neurodivergente. “La gente te dice: ‘Vos no sos autista porque no parecés’. Ese es el primer estigma”, advierte Marisol. “Piensan que por ser autista vas a tener una discapacidad. Y no es así. Podés tener trabajo, familia y ser licenciado y aún así ser autista. Hay neurodivergentes muy exitosos en lo suyo. Y la mayoría de las neurodivergencias no te discapacita para hacer tus actividades como cualquier otro”.

El mundo empieza a descubrir la neurodivergencia

Desde que Marisol empezó a poner el tema en boca del mundo, las cosas han cambiado. Al menos un poco. En la Argentina, este año abrió el primer restaurante con cocineros y camareros neurodivergentes, el cual hasta recibió el apoyo del papa Francisco y hay que reservar mesa con varios meses de anticipación.

Algunas grandes compañías han instalado salas sensoriales para sus empleados neurodivergentes: allí descansan, se distienden, y bajan la ansiedad. Y hasta existe una ONG de madres de hijos con neurodivergencia que organizan actividades culturales para gente con esa condición: desde salidas al teatro hasta a muestras y otros espectáculos. La llaman “salidas inclusivas”.

En febrero, Marisol fue mamá por primera vez. Su bebé Ciro León, mientras se hace esta entrevista, atraviesa, pobre, su primera gripe invernal. Pero la madre no para: tiene una columna de radio. Prepara un podcast sobre salud mental. Y un libro sobre ser madre y neurodivergente que, espera, editará en el 2025.

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Marisol se convirtió en mamá en febrero y no para: tiene una columna de radio, prepara un podcast sobre salud mental. Y un libro sobre ser madre y neurodivergente. Foto: Cortesía Marisol San Román

Ahora bien, ¿qué hará Marisol si su propio hijo Ciro es neurodivergente? “Lo acompañaría en todo para que tenga una vida feliz”, dice sin titubeos. “Lo peor es cuando las personas lo excluyen. Hace poco conocí a un chico con autismo que le habían dicho que no podía hacer teatro. Así que hablé con la profesora, con el padre y pudimos adaptar las clases para él. No hay que dejarlos afuera. Los neurodivergentes podemos hacer de todo. Necesitamos primero conocernos y luego poder comunicar lo que necesitamos para que los otros nos comprendan”, explica.

Y luego añade: “Yo sé que tengo una reunión de trabajo, y salgo cinco minutos , y me siento en el piso en el baño a meditar. Hago ejercicios de respiración. O salgo a tomar aire para bajar la ansiedad. Verdaderamente, si hablamos de este tema podemos cambiar la realidad de las personas. Había gente que se sentía incomprendida por ser neurodivergentes y no tenían voz. Hoy, le dimos voz y le aportamos herramientas. Logramos cambios reales. Ahora está en ellos salir a mostrar al mundo, lo que son capaces de hacer con sus súperpoderes”.

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