¿Qué pasa con las sanciones a Venezuela que impuso EE.UU.?
Washington profundizó la brecha diplomática con Venezuela al sancionar a 16 funcionarios que señala de ser cercanos al Gobierno de Maduro. Sin embargo, no impuso restricciones adicionales al petróleo.
En una maniobra que ya se anticipaba, Estados Unidos jugó la carta de las sanciones contra Venezuela tras varias semanas de roces diplomáticos por los resultados electorales del pasado 28 de julio. Más de un mes después de que el Consejo Nacional Electoral declarara al presidente Nicolás Maduro ganador de las votaciones, y que Washington no reconociera esta victoria, el Gobierno de Joe Biden sancionó el jueves a 16 funcionarios venezolanos por lo que denominó un “fraude electoral”. La medida recibió un fuerte rechazo de parte de Caracas.
"Venezuela rechaza, en los términos más enérgicos, el nuevo crimen de agresión cometido por el Gobierno de Estados Unidos al imponer medidas coercitivas unilaterales", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. Y añadió que las sanciones estadounidenses se anunciaron "en un acto grosero que busca congraciarse con una clase política que ha echado mano a prácticas fascistas y violentas para derrocar, sin éxito, la democracia bolivariana”.
El secretario de EE.UU., Antony Blinken, anunció que 16 personas cercanas al Gobierno de Maduro recibirían sanciones económicas en respuesta “al fraude electoral” y para que rindan cuentas “por obstruir las elecciones presidenciales”. Washington disputa, al igual que la oposición venezolana, los resultados de las votaciones que dieron a Maduro como ganador y, en esa línea, sostuvo que los sancionados “se han atribuido falsamente la victoria mientras reprimían e intimidaban a la oposición democrática en un intento ilegítimo de aferrarse al poder por la fuerza".
Las sanciones estadounidenses incluyen a algunos altos funcionarios del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia que certificó los resultados y al fiscal que emitió la orden de captura contra el candidato opositor Edmundo González. Como resultado de la medida, se congelarán los activos que los sancionados tengan directa o indirectamente en EE.UU., así como la prohibición de que cualquier persona o empresa estadounidense haga negocios con ellos.
¿Y las sanciones al petróleo?
Sin embargo, en esta nueva ronda de sanciones hay un elemento que brilla por su ausencia: el petróleo. Si quería enfilar sus acciones contra Venezuela, ¿por qué Washington no tocó el crudo que están vital para Caracas? Para entenderlo, algo de contexto.
La industria petrolera de Venezuela está bajo sanciones desde 2019. Ahora bien, Estados Unidos las suspendió parcialmente durante seis meses hasta abril pasado, en lo que pretendió ser un acercamiento hacia Maduro con el objetivo de lograr un diálogo con la oposición. Pero Washington las volvió a implementar al considerar que el mandatario venezolano había incumplido con sus promesas electorales.
Aun así, Estados Unidos otorga licencias individuales para operar en Venezuela a varias petroleras, como la estadounidense Chevron o la española Repsol y la francesa Maurel & Prom. Y a dos meses de las elecciones presidenciales en EE.UU., el Gobierno Biden sabe que cualquier decisión puede marcar una diferencia en la contienda con la Casa Blanca.
En ese sentido, la administración "es muy cautelosa en tocar las licencias que tienen principalmente Chevron", pero también dos petroleras europeas, explicó a la agencia AFP Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker, en la Universidad de Rice, en Texas.
Y esto también se debe a que la vuelta a una política de "restablecimiento de todas las sanciones puede impactar a la economía venezolana y ese impacto puede terminar generando más inmigrantes de Venezuela”. Justamente, un punto álgido en la campaña electoral que se libra en EE.UU.
Ahora, más allá de la coyuntura de la carrera por la presidencia, Monaldi también destacó que los funcionarios estadounidenses "piensan que en el pasado eso no fue efectivo para lograr que el gobierno venezolano negociara y prefieren tener algún tipo de vínculo que les permita al menos negociar", añade el experto.
Para Maduro las licencias son importantes pero "si se las quitan está dispuesto a quedarse" en el poder, considera Monaldi.
A lo que se suma que hay otras variables en juego. El espacio que dejara Chevron podrían ocuparlo Rusia o China en el país teóricamente con las mayores reservas de petróleo del mundo. De hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, invitó a Maduro a la cumbre de los países emergentes BRICS, prevista en octubre en la ciudad de Kazán.