La extrema derecha se impone en la primera vuelta en Francia: ¿qué sigue?

La primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia la ganó el partido de Marine Le Pen, dejando a Macron en tercera posición. Este es el panorama de lo que viene ahora.

Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa y candidata del partido de extrema derecha Agrupamiento Nacional (RN), reacciona en el escenario después de los resultados parciales de la primera vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas francesas en Henin-Beaumont, Francia. / Foto: Reuters
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Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa y candidata del partido de extrema derecha Agrupamiento Nacional (RN), reacciona en el escenario después de los resultados parciales de la primera vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas francesas en Henin-Beaumont, Francia. / Foto: Reuters

La extrema derecha de Francia obtuvo una victoria significativa en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias celebradas este domingo: el partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN), se llevó la mayoría de los votos. En contraste, el partido del presidente Emmanuel Macron quedó en tercer lugar, detrás de la izquierda, lo que representa un fracaso para su gobierno, que buscaba recuperar la confianza del electorado.

Aunque se trata de un resultado significativo, este no es definitivo hasta que se realice la segunda vuelta electoral, que será el domingo 7 de julio. Por lo tanto, aún no está claro si el partido de extrema derecha de Le Pen logrará una mayoría absoluta de escaños en la cámara baja de la Asamblea Nacional o si obtendrá el puesto de primer ministro.

Los resultados los lideró el partido RN con alrededor del 33% de los votos. La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular alcanzó el 28%, mientras que la coalición “Juntos” de Macron obtuvo el 20%.

"Necesitamos una mayoría absoluta", sostuvo Le Pen ante sus simpatizantes tras conocer los resultados. Y añadió que “la gente desea pasar de página después de siete años de un gobierno desdeñoso y corrosivo".

Las votaciones, realizadas tres semanas después de una intensa campaña electoral, tuvieron la mayor tasa de participación electoral en más de cuatro décadas: el 67,5%, una cifra que contrasta con la de 2022, que fue tan solo del 47,5%.

Estas elecciones se realizan después de que Macron anunciara que iba a convocar elecciones anticipadas, tras la victoria de la extrema derecha sobre fuerzas centristas en las elecciones al Parlamento Europeo de junio. La decisión desconcertó incluso a algunos aliados, sumió al país en la agitación política y generó incertidumbre en la segunda economía más grande de Europa.

Lo que viene

Para completar el proceso electoral, los franceses volverán a las urnas el próximo domingo. La votación de dos vueltas podría poner a la extrema derecha al frente del Gobierno francés por primera vez desde la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Asimismo, le daría al jefe del partido RN, Jordan Bardella de 28 años, la posibilidad de formar gobierno y así Francia se sumaría a la lista de países de la Unión Europea gobernados por esta tendencia, como el caso de Italia.

Esto crearía un tenso período de "cohabitación" con Macron, quien ha prometido cumplir su mandato hasta 2027, aunque Bardella ha dicho que sólo formará gobierno si el RN gana una mayoría absoluta en las elecciones.

Ahora, la contienda no ha terminado. El propio sistema electoral vuelve incierta la composición final de la Asamblea Nacional, donde los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022 continuarán, pero con una nueva relación de fuerzas.

En estas elecciones se eligen a los 557 diputados de la Asamblea Nacional, uno por cada circunscripción, quienes ocuparán sus cargos por 5 años.

Sin embargo, para que un candidato gane el escaño en la primera vuelta debe obtener más del 50% de los votos. Si ninguno lo logra, hay una segunda ronda, en la cual podrán competir todos los que hayan conseguido el 12,5% o más, lo cual reduce la contienda por lo general a dos o tres candidatos.

El temor de los latinoamericanos ante el avance de la extrema derecha

Las políticas contra la migración irregular fueron un punto central de la campaña electoral del RN, algo que ha causado preocupación entre los inmigrantes latinoamericanos.

Aproximadamente 7 millones de migrantes vivían en Francia en 2022, de acuerdo a un informe del Instituto de Estadística francés Insee, es decir, un 10,3% de la población total. De ellos, sólo 2,6 millones poseen la nacionalidad. La mayoría de ello son de África y Europa, y alrededor del 6% proceden conjuntamente de América y Oceanía.

Las medidas propuestas por el partido de Le Pen afectarían a los extranjeros con papeles en regla, especialmente al implementar la noción de "prioridad nacional". Esta doctrina implicaría priorizar a las personas de nacionalidad francesa a la hora de acceder al trabajo y alojamiento, así como reservar las ayudas sociales para ellos.

No obstante, el partido de ultraderecha podría endurecer los criterios para la concesión de visados, prestaciones o ayudas económicas, como aumentar el mínimo de años de residencia en el territorio.

En este marco, el contexto político obliga a los migrantes sudamericanos que viven en Francia a replantearse sus planes de futuro. Muchos tenían pensado solicitar la nacionalidad francesa tras vivir, estudiar y trabajar en el país durante años.

"De momento, no tengo previsto cambiar mis planes de pedir la ciudadanía en unos 3 años. Pero consideraría más el regresar a México antes de buscar moverme a otro país en Europa" si fuera necesario, explica Alexis Ruiz, quien vive en París desde hace tres años y trabaja para una empresa de logística, en diálogo con la agencia AFP.

"Uno en la calle no se siente cómodo sabiendo que una de cada tres personas votan por un candidato que te quiere botar", señala por su parte Luis Molero, estudiante peruano de la universidad Sciences Po de París. Y añade: "Mi futuro depende de las políticas que empiece a aplicar el nuevo gobierno".

Ahora, a los migrantes latinoamericanos y de países de fuera de la UE sólo les queda esperar los resultados de unas elecciones en las que no pueden participar.

Preocupación ante el avance de la extrema derecha

Toda Europa tiene los ojos puestos en las elecciones de Francia. El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, afirmó este lunes que mantiene la "esperanza en la movilización de la izquierda francesa" tras la primera vuelta de las elecciones legislativas del domingo.

A la "ultraderecha" se la derrota "poniendo en marcha políticas progresistas que desmienten uno a uno, con los hechos, todos los bulos que va propagando", afirmó Sánchez.

Por su parte, Rusia dijo que sigue "muy de cerca las elecciones en Francia". La victoria de la ultraderecha podría debilitar la política de Macron de apoyo a Ucrania, frente a Rusia. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a Moscú, asegura que apoya a Kiev y que quiere evitar una escalada con Moscú.

Desde Francia, Macron llamó a una alianza "amplia" contra la extrema derecha en las votaciones a la segunda vuelta, que tendrán lugar el próximo domingo 7 de julio.

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