La vía indígena para una mejor vida: ¿cómo aplicarla?
Los saberes y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas de América pueden ser guías para disfrutar de una vida más saludable y unos hábitos más sostenibles.
Nassim Nicholas Taleb es un reconocido intelectual libanés y autor de libros como “El cisne negro” y “Antifrágil”.
Sus obras se han destacado por su aguda crítica a los sistemas políticos y económicos debido a su aversión a la incertidumbre, haciéndolos vulnerables a eventos inesperados.
Precisamente en su libro "Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden", Taleb presenta una estrategia heurística interesante: la Vía Negativa, la cual consiste en el arte de saber qué evitar.
Para ilustrar este concepto, relata una anécdota histórica. Cuando el papa le preguntó a Miguel Ángel cómo había tallado la famosa estatua de David, la respuesta del artista fue: "Simplemente le quito todo aquello que no sea David".
Este concepto resulta particularmente útil en la actualidad, cuando estamos bombardeados de consejos sobre lo que debemos hacer y no hacer en nuestras vidas.
Por ejemplo, nuestras librerías están repletas de libros de autoayuda que ofrecen formas simplificadas de cambiar nuestras existencias, y tal vez el ejercicio de sabiduría podría consistir en evitar la lectura de estos libros.
Adición por sustracción
Taleb nos explica que el conocimiento puede crecer más por sustracción que por adición. Es decir, es tan importante leer lo correcto como evitar lo dañino.
Para distinguir qué puede ser beneficioso, Taleb nos explica que podemos suponer que lo viejo es superior a lo nuevo. Si algo ha sobrevivido varias generaciones sin que se haya probado que es erróneo, esto se debe a que tiene un valor y una finalidad que el tiempo ha permitido evidenciar.
Según Taleb, cuanto más prolongada haya sido la supervivencia de una tecnología, mayor será el período que podemos esperar que continúe existiendo.
Por ejemplo, si la "Odisea" de Homero ha sido un libro relevante durante más de 28 siglos, puedo esperar que las aventuras de Ulises sigan teniendo un impacto cultural por otros 28 siglos más.
Es decir, la esperanza de vida de un elemento es proporcional a la duración de su vida pasada.
Sin embargo, el último bestseller de autoayuda que ha estado en boca de todos durante los últimos dos años tiene muchas menos probabilidades de alcanzar la inmortalidad de Homero.
Volver a las prácticas milenarias
La Vía Negativa nos ayuda a eliminar el ruido que nos rodea y puede aplicarse a otros aspectos de nuestra vida, más allá de los libros que elegimos.
Al utilizar la Vía Negativa, podemos reducir nuestra dependencia de algunas tecnologías modernas dañinas o cuyos efectos secundarios desconocemos, y regresar a otras más antiguas que han demostrado ser beneficiosas.
En América Latina, encontramos saberes y prácticas milenarias que aún son valiosas y que podríamos retomar. Veamos algunos ejemplos.
En primer lugar, al aplicar la Vía Negativa, podemos reducir nuestra exposición a riesgos ambientales, utilizando técnicas agrícolas que han sido probadas durante miles de años.
Por ejemplo, en México y varios países centroamericanos está la Milpa, una técnica agrícola que busca utilizar una variedad de cultivos y dejar descansar la tierra entre temporadas de cosecha, promoviendo así la biodiversidad y evitando la degradación del suelo.
Reducir nuestra dependencia
Al mismo tiempo, podemos disminuir nuestra dependencia de modelos modernos susceptibles a los efectos del cambio climático, como las sequías e inundaciones.
También podemos disminuir nuestra exposición a tratamientos médicos con efectos secundarios y precios altos. Las comunidades indígenas han desarrollado amplios conocimientos y prácticas ancestrales en medicina tradicional.
La inclusión de la quinua tanto en la dieta como en su uso medicinal ha tenido éxito en Bolivia y Perú. Recuperar estos conocimientos puede reducir nuestra dependencia de la medicina moderna, que está vinculada a varios riesgos.
Estos son solo algunos ejemplos, pero al aplicar la Vía Negativa en América Latina podemos recuperar la sabiduría y las prácticas ancestrales que durante siglos han demostrado tener un impacto positivo en nuestras vidas.
Al mismo tiempo, estaremos reduciendo nuestra exposición a los riesgos ocultos y a los efectos negativos asociados con los métodos modernos que aún no han tenido tiempo para demostrar su valor.