La última novela de García Márquez, publicada contra su voluntad
Todo un acontecimiento ha resultado el lanzamiento de ‘En agosto nos vemos’, obra póstuma de Gabriel García Márquez que, a 10 años del fallecimiento del Nobel de literatura, llega con polémica.
La novela se ha convertido en el más reciente de los demonios tutelares de sus lectores en medio también de la polémica por la confesa “traición” de sus hijos, Rodrigo y Gonzálo García Barcha, que desobedecieron su deseo, en vida, de “destruirla”.
Ellos, en el corto pero sentido prólogo de la novela, revelaron la fuerte autocrítica de Gabo sobre el texto, del cual aseguró “no sirve. Hay que destruirlo”, y que ahora, tras más de dos décadas, ve la luz con el único fin de complacer a los lectores y esperar que con ello, el Nobel les perdone.
Tanto para la familia García Barcha, como para Cristóbal Pera, editor al que le fue encomendado terminar o, en sus palabras “restaurar” el libro, fue la enfermedad del olvido, el alzheimer - uno de los mayores temores de Gabo - lo que no le permitió conciliar las múltiples partes del rompecabezas de ‘En agosto nos vemos’.
El mismo padecimiento, según explicaron, le habría impedido ver lo bueno en el texto, luego de que, por su afán de buscar siempre ‘la palabra precisa’, García Márquez aplazara por años la finalización de sus revisiones.
Así lo señala también, en entrevista para TRT, el editor y productor de contenidos del Centro Gabo de la Fundación Gabo, Orlando Oliveros, quien como investigador del trabajo del Nobel, ha dado un parte de tranquilidad, revelando que si el deseo del escritor realmente hubiera sido destruir el libro, así hubiera sucedido.
"Usualmente cuando García Márquez no estaba contento, satisfecho, con un texto, lo que hacía era destruirlo inmediatamente. García Márquez destruye muchísimos textos a lo largo de su carrera como escritor”.
“Sin embargo, es cierto que García Márquez no quería publicarlo porque un escritor como él, acostumbrado a la palabra precisa, tan psicorígido con el lenguaje, probablemente no estaba satisfecho con las cinco versiones que tenía”, manifestó Oliveros.
En esa misma línea, Pilar Reyes, directora editorial de la división literaria de Penguin Random House, destacó la publicación de la obra póstuma y el esfuerzo de Gabo por resistir los embates de un padecimiento como el Alzheimer.
El libro "En Agosto nos Vemos" fue lanzado en marzo del 2024. (GETTY IMAGES)
“Es un manuscrito que todavía estaba en proceso de trabajo, García Márquez era un maestro de la autoedición. Lo que podemos ver en el Random Center, de otros manuscritos cuyas pruebas están allí en el archivo, es que él corregía, y corregía y corregía, de una manera obsesiva hasta que no estaba el lenguaje del libro totalmente armado él no lo soltaba”.
“Lo que a mí me parece relevante es ver el combate contra su propia enfermedad. García Márquez estaba perdiendo la memoria y eso pasa también por el lenguaje”, refirió.
El acontecimiento de una obra final que no es primicia
Las primeras noticias de ‘En agosto nos vemos’ llegaron a oídos de los lectores a finales de los 90 cuando el escritor colombiano, primero en su círculo cercano y luego en declaración a medios, proyectaba en el texto una saga de tres o cuatro libros sobre los romances fugaces de Ana Magdalena Bach, protagonista de la novela corta.
En marzo de 1999, en un evento frente al escritor José Saramago, Gabo leyó el primer capítulo de su novela corta y, de ahí en adelante, tal y como lo hizo con otras novelas, empezó a publicar en varios medios algunos de los 6 capítulos de la obra. No obstante, ni así el texto alcanzó el nivel para una versión definitiva.
Tras su fallecimiento, el 17 de abril de 2014, las cinco versiones conocidas de ‘En agosto nos vemos’ y otros documentos del Nobel colombiano fueron donadas al Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, en Austin, EE.UU., donde varios investigadores llegaron a conocer, de primera mano, una obra hasta ese momento de inédita lectura.
Lo significativo es, en todo caso, que ahora se “democratiza” dicho texto facilitando su acceso a nivel mundial y haciéndolo en español, inglés, árabe, chino y otras 30 lenguas alrededor del globo.
Una mirada íntima al ocaso de un escritor
‘En agosto nos vemos’ cuenta con cerca de 120 páginas y, tal y como es común en las obras de Gabriel García Márquez, atrapa desde el primer párrafo.
No obstante, más allá de contar con su inconfundible estilo, resulta también un retrato de los gustos del escritor en aquellas disciplinas que más le apasionaron en vida: la literatura y la música.
"En agosto nos vemos"tiene temas que son recurrentes en García Márquez: la soledad, la muerte, el amor, la culpa. (GETTY IMAGES/Philippe Le Tellier)
“García Márquez era un melómano completo y hay una frase muy diciente en ese aspecto que era que ‘él no estaba donde estaban sus libros sino donde estaban sus discos’”.
“Entonces, fíjate como en la novela no hay un solo capítulo donde no haya referencias musicales o donde la música no tenga una participación activa en la trama. Ana Magdalena Bach [personaje de la novela] baila, se la pasa bailando, pasa escuchando música, además de las lecturas. Hay muchas referencias literarias, los libros que lee Ana Magdalena Bach eran libros que a García Márquez le gustaban mucho”, recuerda Oliveros.
Este no es un detalle menor, obras como ‘Drácula’, ‘Crónicas Marcianas’, ‘Diario del año de la peste’, y otras, tienen una aparición breve pero profunda en las escapadas anuales de Bach en aquella isla sin identificar. Así también artistas como Johann Sebastian Bach, Béla Bartók, Claude Debussy, Celia Cruz, Los Panchos y otros artistas en los cuales Gabo regocijó su gusto musical.
Este aspecto, no obstante, no es el único elemento que hace de ‘En agosto nos vemos’, una obra tan íntima, tan personal, tan relevante en la trayectoria de García Márquez.
El trasfondo de sus últimos años, sus constantes e infructíferas revisiones, la lucha contra el inconformismo y la guerra contra la resignación, son situaciones que enriquecen aún más esta obra póstuma.
El libro póstumo ha recibido fuertes críticas y comparaciones con sus anteriores obras. (GETTY IMAGES)
“Para mí hay un elemento adicional que es ver cuál era la propia batalla que libraba García Márquez con la escritura de ese texto (...) Creo que nunca nadie, en español, logró ese nivel de visibilidad en el mundo en general. Una vida muy irrepetible”.
“Por tanto este manuscrito contiene el elemento añadido de cuáles eran las preocupaciones de su autor hasta el último momento de su vida. En ese sentido creo que completa una obra”, acotó al respecto Pilar Reyes.
Quizá por su contexto, así como su éxito en ventas, el libro póstumo ha recibido fuertes críticas y una comparación, puede que hasta injusta, con textos más extensos como ‘Cien años de soledad’ o ‘El amor en los tiempos del cólera’.
Sin embargo, es innegable que el texto cuenta con la misma esencia de estos y otros libros, renovando así mismo la forma en la que Gabo abordó temas de la experiencia humana con una óptica perspicaz y una vez más, relevante.
“‘En agosto nos vemos’ tiene temas que son recurrentes en García Márquez: la soledad, la muerte, el amor, la culpa. Y todos esos temas que desarrolla en obras anteriores con gran maestría como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada”.
“La forma en que García Márquez ha tratado de fijarlos en este nuevo texto es distinta a la de los textos anteriores. Ya juzgarán los lectores sin con mejor o peor fortuna, pero es una forma distinta”, concluyó al respecto Orlando Olivares.